sábado, octubre 2

Si estas allí, disfrutalo


Los viajes sirven para conocer las costumbres de los distintos pueblos y para despojarse del prejuicio de que sólo es la propia patria se puede vivir de la manera a que uno está acostumbrado.  René Descartes

Estuve reflexionando un poco en mi crítica de las personas que se la pasan comparando a Panamá con sus países y creo que debo una explicación.  Mi reacción no viene sin fundamento, la verdad es que he vivido en muchos lugares y he tenido que adaptarme muchas veces a lugares que no siempre he disfrutado al 100%..  Creo que por eso, puedo escribir con un poco de autoridad en el tema de disfrutar los lugares dónde nos encontramos (además esto puede ser como un tipo de auto-regaño por mis pasadas quejas en otros lugares).

Yo pasé mis años universitarios en Canadá y descubrí que muchas veces mis amigos canadienses sufrían de un tipo de bajo-autoestima nacional pues decían que no tenían identidad propia por vivir bajo la sombra de los Estados Unidos.  Entonces, yo me dedicaba a encontrar y comentarles todas las cosas únicas y buenas que eran especiales en Canadá: los postres Nanaimo, el "putíne" de Quebec, la receptividad a lo internacional en ciudades como Montreal, Toronto, y Vancouver, la libertad en el sistema político, la educación bilingue, entre muchas cosas más.  Y aunque yo extrañaba Panamá, por ese ejercicio empezaba a ver y disfrutar lo bonito de Canadá.

Justo cuando sentía que mis amigos canadienses empezaban a ver las cosas de una manera más optimista, me encontraba con algún amigo estadounidense que viviendo en Canadá sentía la gran culpa de ser de los Estados Unidos.  Era difícil sentirse orgulloso de ser estadounidense viviendo en un país tan pacifico y benéfico como Canadá tan recientemente después del 11 de septiembre.  Entonces, cambiaba el tono de mi canción y me encontraba hablando de todas las características buenas de los Estados Unidos, es un país creativo, ingenioso, que a pesar de sus faltas en decisiones internacionales sigue siendo un país lleno de personas muy trabajadoras y generosas, etc. etc.

Cuando llegué a Vancouver pasó algo más; me encontré rodeada de otros estudiantes internacionales que en su mayoría eran Asiáticos.  Y me encontré comparando mi país, no con Canadá donde vivía, sino con Japón, Korea, China, y Tailandia de dónde venían mis compañeros.  Ellos se la pasaban añorando sus países y como ellos eran la mayoría, cuando hacíamos "comida de casa" hacíamos arroz de grano corto, sopa de tofu, kimchi, y tantas otras comidas que seguían siendo nuevas y exóticas para mi.  Muchas veces yo pensaba en lo raro que eran nuestras opiniones de lo que era un "buen arroz" y después de todo no dejé de amar lo Panameño pero sencillamente desarrollé unos nuevos gustos por la cultura y comida Asiática.

Cuando me gradué, regresé a los Estados Unidos por unos años y viví en el Oeste un tiempo y después en el Este dónde me encontré con personas que extrañaban el Norte o el Sur, la costa Pacífica, o la gran ciudad de Nueva York... siempre había algo mejor en otro lugar.  En medio de todo esto tomé una decisión importante:  no importa donde vivo, quiero apreciar ese lugar aunque tenga que trabajar para buscarle el lado bueno.  No creo que se pueda decir realmente que hay un lugar mejor que otra, porque todo los lugares son diferentes y todos pueden llegar a llenar un espacio diferente en nuestros corazones.  

Y a final de cuentas, lo que nos hace amar o extrañar un lugar son las personas que dejamos atrás más que cualquiera otra cosa.  Muchas veces uno descubre lo que tenía cuando lo deja y creo que eso me ha pasado a mi todas las veces que me he ido de un lugar, cosa que me hace querer disfrutar aun más el lugar donde estoy ahora mismo.

1 comentario:

  1. Lo mejor es lo que no tenemos, y nunca estará a nuestro alcance simplemente por el hecho de que, si lo esta, no lo apreciamos.

    ResponderEliminar