Es tan fácil hablar y señalar los errores de otras personas. En unos cuantos segundos, podemos señalar, enumerar y clasificar alfabéticamente las falencias de cualquier persona, obviamente no resulta tan fácil con los nuestros.
¡Hipócritas! no somos más que tuertos peleando con desesperación por hacernos con el trono en este mundo de ciegos. ¿Quién se salva? Quizás nadie o talvez muy pocos. Todos nos desbocamos en señalar y anular a los demás con la sincera y única intención de quedar como sobrevivientes, de poder al fin acallar la conciencia que nos señala y nos reta a actuar. Con la determinación (Quizás) de decirnos al final del día: Quizás, quizás sí soy malo, pero no tanto como él.
Te juzgo,
No importa quien seas ni de donde vengas.
Te juzgo,
Porque eres diferente y no ves la vida como yo.
Te juzgo,
Y al juzgarte me justifico a mi mismo,
Sintiendo que soy un poco más bueno,
Un poco más bueno que tú.
Te juzgo,
Señalando tus errores palidecen los mios;
Veo que no soy tan malo como creí.
Te juzgo,
Porque no soporto juzgarme a mi mismo,
Porque tiemblo pensando que como te juzgo a ti
Alguien más lo hará conmigo.
Te juzgo,
No soporto ver mi rostro reflejado señalando mis errores con desden.
Te juzgo, te juzgo
y al hacerlo me he condenado.
Ariel
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No tengo una idea exacta de la razón que me ha llevado a tener esto en la cabeza durante la semana, quizás me he sentido juzgado o peor aún me he sentido juzgador. Como sea quizás sea importante echarle una ojeada al tema. ¿Qué piensas tú? ¿Se justifica en algún momento el juzgar a alguién?
¡Hipócritas! no somos más que tuertos peleando con desesperación por hacernos con el trono en este mundo de ciegos. ¿Quién se salva? Quizás nadie o talvez muy pocos. Todos nos desbocamos en señalar y anular a los demás con la sincera y única intención de quedar como sobrevivientes, de poder al fin acallar la conciencia que nos señala y nos reta a actuar. Con la determinación (Quizás) de decirnos al final del día: Quizás, quizás sí soy malo, pero no tanto como él.
Te juzgo,
No importa quien seas ni de donde vengas.
Te juzgo,
Porque eres diferente y no ves la vida como yo.
Te juzgo,
Y al juzgarte me justifico a mi mismo,
Sintiendo que soy un poco más bueno,
Un poco más bueno que tú.
Te juzgo,
Señalando tus errores palidecen los mios;
Veo que no soy tan malo como creí.
Te juzgo,
Porque no soporto juzgarme a mi mismo,
Porque tiemblo pensando que como te juzgo a ti
Alguien más lo hará conmigo.
Te juzgo,
No soporto ver mi rostro reflejado señalando mis errores con desden.
Te juzgo, te juzgo
y al hacerlo me he condenado.
Ariel
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No tengo una idea exacta de la razón que me ha llevado a tener esto en la cabeza durante la semana, quizás me he sentido juzgado o peor aún me he sentido juzgador. Como sea quizás sea importante echarle una ojeada al tema. ¿Qué piensas tú? ¿Se justifica en algún momento el juzgar a alguién?