viernes, julio 25

¿Clásico? ¿Qué es un clásico?

Alguien pidió alguna vez que describieran lo que era la belleza. Misión imposible, la belleza es tan subjetiva que no hay forma de hacerlo. Aquel refrán popular: "la belleza esta en los ojos del que mira" es tan cierto.

Apliquemoslo a la literatura. ¿Como defines un buen libro? Igual al final la elección esta más en el lector que en el escritor. El mismo Gabriel García Marquez dijo que cuando el finalizaba de escribir un libro, no lo leía nunca más ( se me hace difícil creerle) porque el libro dejaba de pertenecer a él y era del lector. El arte es subjetivo no hay duda.

Ahora hablando específicamente del "Amor en los tiempos del cólera" para mi es una de las mejores novelas de Marquez. Pero también he encontrado personas que no les agrada y no me parece extraño, leer a Marquez es casi como comer pescado, hay que sacar las espinas, morder con cuidado y aun así se corre el riesgo de tragarse algo errado. Pero no quiero hablar específicamente de este libro, pues este es un tema aparte. Más bien hablemos de la literatura en si.

¿Qué hace que un libro sea un clásico de lectura obligatoria? pues creo que hasta cierto punto es la aprobación de una gran mayoría. Muchos dicen: -¡eh! ese libro es bueno...- y tantos otros asienten con la cabeza y sin más ¡Zas! nace un clásico. Ahora a mi se me hace que muchas veces pasa con los libros, lo mismo que con el traje del emperador en aquel clásico cuento. Alguien que es "reconocido" dice que el libro es bueno y el publico temeroso de parecer "ignorante" aprueba diciendo: -sí el libro es bueno- aunque no entiendan un comino o no disfruten de la lectura.
Siendo sincero me pasa eso con Tolstoi, todos me han dicho: ¡Debes leerlo! (y prometo que lo haré) y tengo tomando polvo entre mis libros "La guerra y la paz" y es que por más que se diga que Tolstoi es un maestro, a mi no deja de parecerme aburrida toda la descripción detallista que da a todo. Sin embargo no puedo negar que "La muerte de Ivan Ilich" (del mismo autor) es de los mejores libros que he leído.

En resumen, el libro es algo muy personal. Un libro que te parece excelente en alguna época de tu vida, puede resultar después un completo fiasco y viceversa. Yo creo que no hay porque poner motes o sellos de obligatorios a los libros.

Mis amigos saben que cada cierto tiempo les digo: "Debes leer tal libro" obviamente lo que estoy diciendo es que a mi me ha fascinado, pero en más de una ocasión me han respondido: ¿Eso es lo que querías que leyera? lo que para mi era fascinante resulto ser hueco o aburrido o falso para mi amigo.

Concluyendo, todos tenemos derechos a que no nos guste un libro de Marquez, o Dostovesky o Cervantes o quien sabe que autor de clásicos. Porque la lectura al igual que todo arte es subjetivo y personal.
Todas estas palabras para decir que tenemos derecho a que no nos gusten los clásicos. :)

Ariel

jueves, julio 24

¿no te gustó? ¡pero es un clásico!


En estos días terminé de leer "El amor en los tiempos de cólera" por Gabriel García Marquéz. La verdad es que sé que ganó un premio Nobel pero, en realidad no me gustó tanto el libro. Supongo que era la temática del libro que no me gusto. En términos de narrativa, arte, etc. es un libro increíble. Él sí que sabe narrar. Desde el inicio te da una idea de algo que pasará en el futuro y tienes que seguir leyendo por pura curiosidad. Eso me gusto.

¿Te ha pasado alguna vez que has leído un libro, uno de los clásicos, de los grandes y no te gustó? La verdad es que te deja con dudas. ¿Es que tengo mal gusto? ¿Se me pasó algo? Yo creo que a todos nos ha pasado en algún momento. Para mi fue "El amor en los tiempos de cólera" y para otra persona será otro libro. Lo peor es cuando alguien te dice "lee este cuento" o "escucha esta poesía" y no te gusta o no lo entendiste. ¡Qué problema! Cuentame si te ha pasado.

miércoles, julio 16

Joel

Joel es español y actualmente vive en una ciudad del norte de España llamada Ferrol. Nació en 1981. Después de sus estudios primarios, continuó con "construcciones metálicas" (montaje de estructuras), "delineación" (diseño), y por último, estudió una licenciatura en Teología en Madrid y en Guatemala Académicamente, sus planes futuros incluyen estudiar un MA en filosofía. Prefiere lo rural a lo urbano, y le encanta dar paseos en ambientes naturales. Le gusta mucho viajar, hablar con sus amigos, aprender y leer.
Políticamente, no tiene ninguna tendencia determinada, aunque se considera un poco más conservador que liberal (aunque sin despreciar el movimiento de lo segundo). Le encantan los bocadillos de jamón y la comida italiana, y hacer deporte (últimamente, aprendiendo a jugar golf). Le gusta la teología, la filosofía y la historia, y cree que aún pueden aportar algo más que libros a la biblioteca.

Mariqui

Mariqui nació en Quito, Ecuador, y está enamorada de su cuidad. Por haber crecido a 2850 metros sobre el nivel del mar, le encantan los paisajes con montañas y nevados. Es adicta al chocolate, a las buenas películas y a tener conversaciones profundas con los amigos. Le encanta leer, escuchar música y cantar en armonías. Estudió comunicaciones en Quito y teología en Guatemala, y ahora trabaja en radio tratando de conjugar estas dos ramas.

Hannah

Hannah es panameña/estadounidense, le encanta caminar --en la playa y en la ciudad (casi cualquiera ciudad) encontrando lugares curiosos e olvidados. Le gusta leer, escribir, ir a conciertos, conocer personas nuevas, viajar, y tomar té. Le encanta cocinar y preparar comida para las personas que cruzan su camino. Le gusta escuchar y contar historias. Ella está interesada en la literatura, la educación, los derechos humanos, la comunicación, la naturaleza, la justicia y la reconciliación.

Ariel

Ariel ama los libros, las buenas conversaciones, los deportes y casi todo lo que tiene que ver con tecnología. Estudio cuatro años teología (de lo cual se siente perplejo) y actualmente estudia periodismo. Es Panameño/Guatemalteco y su fascinación es escribir. Le gusta la narrativa, las historias bien contadas y los poemas que realemente dicen algo.

sábado, julio 12

Libros gratuitos en Japón


En estos días he tenido muchos motivos para llorar incluyendo las que mencionó Ariel recientemente. Pero estoy practicando hacer algo bueno de lo malo. Así que, no hablemos de eso, aquí hay un motivo para llorar de felicidad, si viviéramos en Japón.

Gracias a narrador.es encontré el sito de web de Kirai que además de sus curiosas observaciones en cuanto a Japón, me ha hecho reír en voz alta con sus fotografías de personas durmiendo por cualquiera parte en Japón. Pero, no era eso lo que quería compartir con ustedes.

Parece que en algunas partes del transporte publico en Japón tienen estantes donde cualquier pasajero puede llevar un libro y dejar otro. ¡Que idea tan genial! Sería increíble si tuviéramos ese tipo de confianza mutua que permitiera promover una cultura de lectura ¡compartiendo libros en el transporte publico!

viernes, julio 4

Dos motivos para llorar

Hace dos semanas, ocurrió en Panamá un hecho que la prensa no dudo en calificar de tragedia. La selección nacional de fútbol, en la que tantas esperanzas se habían puestos, resulto eliminada cuando menos se pensaba. Todas las portadas de los periódicos al día siguiente hablaron al respecto, la radio, la televisión. Las personas no comentaban otra cosa que no fuera la onda tristeza que sentían por el resultado de ese juego.

Quienes me conocen, saben que soy un fiel fanático del fútbol, más aun si se trata de la selección nacional, así que también me sentía descorazonado, desanimado, abrumado por la derrota inesperada. Así que no voy a excluirme del problema del que voy a hablar a continuación.

El mismo día que en las diferentes publicaciones aparecía en primera plana la cara del "culpable de la eliminación" y los medios se dedicaban a justificar una derrota humillante, en segunda plana de la mayoría de los periódicos, apareció otra noticia que sí tenia matices de desgracia y sin embargo paso completamente desapercibida.

Se hizo un estudio a nivel de latinoamericana sobre nivel de educación. Panamá, nuestro flamante país del cual nos sentimos tan orgullosos por su pujante economía, su famoso canal, y nuestro crisol de razas, marcaba en los últimos lugares (al lado de Guatemala, El Salvador, República Dominicana y otros) Matemáticas, Español y Ciencias no era exactamente la especialidad de nuestros estudiantes, quizás si les hicieran un examen en cuanto a quién tuvo la culpa de la eliminación de Panamá, todos saldríamos altamente sobresalientes.

Curiosamente, marcando en punta con calificaciones sobresalientes, esta la pequeña, bloqueada y socialista isla de Cuba, lo cual me hace poner las cosas en perspectiva. Mientras Panamá nada (o aparenta hacerlo) en la abundancia, nuestra futuras generaciones crecen sin saber un pepino de Español, Matemática o Ciencias. Cuba por su lado, víctima de un bloqueo (injusto y arbitrario) da al Cesar lo que es del Cesar y sabe que su futuro pende de lo mucho o lo poco que sepan las generaciones que un día tendrán en sus manos al país.

Me descorazona también pensar que nuestro país se sume en el conformismo, que somos tan triviales como para ignorar semejante realidad y llorar sin pudor por nuestra selección de fútbol,
Creo absolutamente en le hecho de que Panamá es un país de oportunidades, de que es el país del momento para la inversión, y que de seguir la taza de crecimiento que lleva hasta ahora, vendrá un futuro esplendoroso. Sin embargo ¿En manos de quien quedara? Si nuestros estudiantes no saben ni leer, ni sumar o explicar tan siquiera que es la clorofila.

Estamos criando un montón de ignorantes (por no decir burros) que lo único que saben es gritar y salir a la calle a tirar piedras en contra de la autoridad. ¿Para que los estamos preparando? Al parecer, viendo los últimos acontecimientos para lo único que serán útiles sera para técnicos de fútbol (al parecer no se requiere demasiada inteligencia)

Panamá tiene un motivo de peso para llorar, pero más que eso para actuar.