domingo, julio 19

Un solo de chelo para mis amigos (o lo que aprendí de "The Soloist" y otras cosas)


Soy 90% musical. Y no me refiero a derrochar conocimiento sobre la música o poder distinguir con claridad entre una pieza de Beethoven y una de Chopin. Lejos de ser un conocedor soy un "fanático" de la música en el más bajo sentido que pueda tener esta palabra. Hice mis intentos. Sé un par de acordes de guitarra, puedo tocar dos o tres canciones en la trompeta (aunque no suene tan exquisito), una canción infantil en el violín y paso la mayor parte de mi tiempo con una canción en la cabeza o en la boca. (para molestia de alguno y risa de otros)

Nunca hice un esfuerzo real por aprender alguno de estos instrumentos y aunque en el fondo sigue siendo uno de mis sueños frustrados, nunca he tenido la disciplina suficiente para aprender a ejecutar con buen nivel algún instrumento (aun no me rindo)

Pero ¿Por qué hablo de música? de una u otra manera la música ha estado presente en mi vida los últimos días y me ha hecho detenerme a reflexionar sobre lo que representa ella para mi. No voy a hacer un tratado sentimental ni mucho menos, de hecho varios de mis amigos que leerán esto son músicos que respeto realmente (y que aunque ellos no lo sepan envidio entrañablemente) Así que las cosas por su nombre y esto no es más que un burdo intento de un fanático de plasmar algunas lecciones que la música ha dejado en su vida.

Hace poco vi un vídeo que me dejó algunas impresiones sobre lo que representa la música, lo que puede transmitir y la necesidad misma que tenemos como seres humanos de vivir, sentir y disfrutar la música. Me hizo sentir un poco menos "extraño" por pasar cantando, silbando o distorsionando alguna melodía la mayor parte de mi vida. Como seres humanos somos musicales y por ende no solo disfrutamos la música, también la necesitamos.

Y hace apenas unos minutos termine de ver "El Solista" (The Soloist) una gran película que habla mucho más que sobre la música, habla sobre la amistad, sobre la igualdad, la grandeza, los sueños y la idiosincrasia de cada persona que le permite ser quien es sin alterarnos a nosotros mismos por ello. La manera en que uno de los personajes ejecuta y disfruta la música llegó a conmoverme por momentos y me hizo sentir identificado en otros.

La amistad que une a los dos personajes de la cinta también es conmovedora. Uno es músico (por diversas razones ha terminado como un sin techo) y el otro un periodista con una columna en el periódico más importante de Los Ángeles. Ambos tejen una amistad única, el periodista aprende a amar la música al ver la pasión con que su amigo siente, sufre y disfruta las ejecuciones.

El periodista sin embargo no se siente tan seguro de ser de ayuda real para su amigo (cuantas veces nos sentimos así) sin embargo en algún momento tiene el siguiente pensamiento:
Hace un año, conocí a un hombre desafortunado y pensé que podría ayudarlo No sé si lo hice. Mi amigo, el Sr. Ayers, duerme adentro. Tiene una llave y una cama. Pero su estado mental y su bienestar son tan precarios como el día en que nos conocimos. Algunos dicen que lo he ayudado. Hay expertos en salud mental que dicen que el hecho de ser el amigo de alguien puede cambiar su química cerebral y mejorar su funcionamiento en el mundo. No puedo hablar por el Sr. Ayers. Tal vez nuestra amistad lo ayudó. Tal vez no. Pero puedo hablar por mí. Al ser testigo del coraje del Sr. Ayers, de su humildad, de su fe en el poder de su arte, aprendí la dignidad de ser leal a algo en lo que crees. De aferrarse a eso sobre todo lo demás. De creer, sin dudar, que te llevará al hogar.

De una u otra manera mis amigos artistas (pues no solo son los músicos) y mis amigos que no son artistas sino buenos trabajadores, padres de familia, hermanos, primos, etc. Han afectado mi química cerebral y me han hecho sentirme mejor en este mundo y pienso hasta me han hecho ser un poco más útil. A riesgo de sonar sentimentalista (que no es mi intención de ninguna forma) No sé que tan buen amigo sea, (estoy conciente que a veces puede ser realmente malo) y no sé que tan útil sea para ustedes tenerme en su vida, pero para mi lo es todo, así de simple sin ustedes no sería yo. (y no es que sea la gran cosa)

Por sus conversaciones, por su música, por las canciones que intercambiamos, por los libros que nos recomendamos, por los recuerdos que compartimos, por los dibujos, las muestras de arte, los sueños y todo eso que haremos juntos un día. Gracias. Ustedes son la música de mi vida.

Ariel

miércoles, julio 8

lo bueno no siempre tiene medida exacta


Ayer, cuando salí del trabajo ayer iba cruzando el parque y vi a un señor sentado en un banco con 8 o 10 palomas blancos, grises, y casi negros a su alrededor. No, no estaban a su alrededor, estaban sentados en sus piernas, en sus hombros, en sus manos, y el les daba de comer. Era como si el no se daba cuenta de lo que sucedía a su alrededor, estaba completamente absorbido en el momento. Me hizo sonreír.

Mas tarde, fui a un albergue para personas sin casa. Con unos amigos preparamos y servimos una cena fantástica de hamburguesas, hot-dogs, pollo, ensalada de papas, pasta, arroz, y postres de todo tipo. En realidad fue un acto muy generoso por parte de mis amigos.

Después, una de mis amigas se sentía frustrada con lo que habíamos hecho. "No los va a ayudar, eso no los va a ayudar salir de la trampa de pobreza y drogas. No pudimos tener conversaciones reales con ellos, fue tan superficial. En serio, no se si quizás estábamos gastando nuestro tiempo, energía, y dinero. Solo somos un grupo de jóvenes idealistas que piensan que sus buenas intenciones pueden ayudar a los demás." Por allí iba lo que ella estaba sintiendo.

Yo la escuche, y no dije nada. Me sentí --no se como decir esto-- mayor. Hace un par de anos, yo era ella, yo hubiera salido de ese evento con la misma frustración y las mismas criticas. Y por una parte yo me siento igual, pero es diferente ahora. Creo que veo estas cosas de otra manera. Es como el hombre sentado en la banca con las palomas, eso no se ve todos los días y me alegro el día.

Yo se que una buena comida no va a solucionar los problemas complicados de esas personas pero, se que estar presente con ellos los regala un poco de dignidad y a nosotros nos debería de llenar de gratitud por todo lo que tenemos. No es el idealizmo que cree que nosotros somos los que podemos resolver los problemas de los demás, pero es el reconocimiento que todos, al igual que nosotros, necesitamos que otros nos acompañen en el camino (aun cuando no somos compañía muy agradable).

Lo curioso es que hace poco tuvimos una fiesta en mi casa y en realidad todo era muy parecido a lo que hicimos ayer en el albergue solo que las personas invitadas eran amigos o amigos de amigos. Tengo que confesar que lo que sentía mi amiga ayer, yo sentía después de esa fiesta. Yo me preguntaba cual era el propósito de tener un evento así, sentía que las conversaciones eran superficiales, y no podía ver que era lo bueno de tener un evento así.

Creo que la respuesta es la misma en los dos casos. La vida esta para compartirla y no importa con quien, el sencillo acto de compartir juntos es valioso. Claro, creo que siempre deberíamos luchar por que nuestros actos y nuestras palabras sean para bien, pero lo bueno no siempre tiene medida exacta.

martes, julio 7

rompiendo el silencio


[Mi silencio no se debe a nada. Bueno, miento. Mi silencio se debe a tantas cosas que no puedo escoger una como “la culpable”. Iba a decir que me falta material para escribir pero eso es, una vez más, mentira. Tengo un exceso de material. Iba a decir que me falta tiempo pero eso tampoco es muy cierto, el tiempo existe para usarse como a uno le parece y resulta que no la he utilizado para escribir aquí. Me iba a disculpar por no escribir pero, después me di cuenta que tal vez nadie iba a leer esto, no es que en realidad alguien note mi ausencia en este mundo cibernético. Así que resulta que la disculpa es para mi ego. ]

Así que sin orden en especial, algunas de las cosas que he estado pensando, leyendo, y viviendo en estos días…

Estoy leyendo un libro ahora mismo que se llama Rilke y Andreas-Salomé: Una Historia de Amor en Cartas. Me encanta. Como resultado de leer este libro me he sentado a escribirles cartas a algunos de mis amigos. Hay pocas cosas tan especiales como recibir una carta, escrita con la mano propia de una persona que quieres. Creo que escribir cartas es un arte literario. Existen ensayos, novelas, poesía, etc. pero creo que las cartas son una categoría literaria diferente a todas las demás. Bueno, eso es lo que yo pienso.

He estado pensando en la naturaleza de la “fe”, de donde proviene y como se consigue. Es extraño, es como si las personas que la consiguen son aquellas que tienen fe que se puede tener fe. Es un misterio.

También he estado pensando que la “hospitalidad” es un acto espiritual. La “hospitalidad” se define como; “acogida y asistencia a los necesitados” y el “recibimiento afectuoso que se hace a los visitantes.” Para mi, invitar a alguien a comer, a conversar, a descansar en mi presencia o en mi hogar es uno de las cosas mas bonitas en la vida.

Se dice que “Se llama hospitalidad al acto de dar hospedaje a peregrinos, menesterosos y desvalidos, recogiéndolos y prestándoles la debida asistencia en sus necesidades…La hospitalidad se consideraba entre los antiguos como la mayor de las virtudes y era un deber ejercerla con los extranjeros, viajeros y desconocidos…en el Occidente ha pasado a ser un ejercicio oneroso, debido a la abundancia de relaciones y a la multiplicidad de viajeros. “

Creo que es cierto, la hospitalidad no existe como antes, si vamos a comer bien vamos a un restaurante, si queremos un ambiente relajante vamos a un resorte, se nos ha olvidado como crear espacios hospitalarios en nuestro diario vivir. No se, lo sigo pensando…

Aunque vivo en una ciudad repleta de arte y cultura siento que puedo disfrutar de muy poco de todo lo que se ofrece aquí. Pienso aprovechar mas de lo que se ofrece aquí… eso incluye explorar mis nuevos intereses en cosas tan varias como el Capoeria de Brasil y comida exótica. En realidad, creo que la “cultura” es tan amplio incluye tantas cosas como la música y el baile, la comida, las artes visuales, el cine, los idiomas, la literatura y poesía… me siento asombrada a la variedad de culturas que pudiera explorar sin irme de esta ciudad.

He descubierto mucha musica recientemente. En los últimos meses he estado disfrutando de la música ‘acústica/indie’ que es un fenómeno muy –no se como describirlo—es bonito. A mi me gusta. Pero, hay mucha mas “cultura” que me gustaría explorar y disfrutar... y quizás compartir aquí.

En los eventos de la actualidad tengo que confesar que estoy asombrada con la cantidad de personas sin hogar aquí en esta ciudad, tambien estoy viendo asombrada y triste los sucesos en Honduras y en la China, me rompe el corazón saber que siguen muriendo muchas personas inocentes por guerras y sida en África e intento no ser indiferente a las tensiones en Irán, Iraq, Pakistan, e Israel…es posible ser un ciudadano del mundo?