domingo, abril 1

La magia de la lectura

Yo confieso que soy una de las personas menos aficionadas al cine que conozco. No es que no me guste una película bien hecha, sólo es que me gusta leer más, mucho, mucho, más. Creo como dice Ariel, en general, que todos deberíamos leer "el libro" antes de ver la película (especialmente si es una obra clásica) porque, cuando ves la película antes de leer el libro pierdes una gran parte de la magia de la historia. (Y especialmente cuando cambian la historia en la pelicula.) Parte de la magia de leer un libro por uno mismo es que uno se imagina que apariencia tiene la hermosa princesa y como serían los ojos del príncipe azul. Cuando uno siempre mira películas ese aspecto de la imaginación es robada y nos volvemos personas sin imaginación.

No niego que las películas y el cine son los que cuentan las historias de nuestra generación y que nos hemos vuelto una generación estimulada por lo visual. Creo que por no frecuentar el cine, ni ver muchas películas aun soy sensitiva a el mensaje que puede enviar una película. Y me gusta eso. Nunca quiero volverme insensible o estar inmunizada al sufrimiento, felicidad, o cualquier otro sentimiento humano que describe una película. Por eso, creo que seguiré siendo caprichosa en lo que decido mirar en el cine. Pero, de todas maneras creo que todos deberíamos descubrir el hermoso romance que es la lectura. Yo soy una perpetua enamorada mirándole fijamente a las paginas del libro que estoy leyendo por horas, en silencio... es tan romántico.

Quiero terminar citando a un autor Panameño que expresa porque la lectura es tan hermosa:

Un libro no te llena el vientre si tienes hambre, pero sí te dice cómo podrás llenarlo; un libro no te hace inmune a las armas de la violencia, pero hace que tu corazón no sea violento; un libro no te hace rico, pero te hace sentir como si lo fueras, además de darte la libertad que te niegan las riquezas materiales; un libro no te hace famoso, pero te permite reírte de la fatuidad que nimba a algunos famosos; un libro no elimina a las drogas, pero sí elimina la necesidad de ellas; un libro no hace la paz, pero te enseña a vivir en paz; un libro no es dios, pero te deja hablar con Dios.
--Ariel Barría Alvarado