viernes, julio 2

Otra de amor...

 
Faltan veintidós días. Me siento feliz. Quiero disfrutar cada momento y al mismo tiempo quiero que el tiempo pase rápido. En unos días voy a volver a ver Ariel quien es mi amigo más fiel, me confidente más atento, mi compañero más paciente, y mi inspiración más fuerte.

No tengo que repetirlo, pero vale la pena decir que es un poco complicada nuestra historia. Pero, a pesar de todo lo que pasó y todo lo que no pasó, algo que me hace sonreír cada vez que lo pienso es la manera que Ariel me ha inspirado a seguir haciendo cosas que había soñado pero nadie a mi alrededor compartía o deseaba. Nada me hace más feliz que cuando me siento a conversar con Ariel y nos damos cuenta de que hemos seguido en una dirección especifica a veces apoyados solamente en saber que por lo menos una persona en el mundo cree que podemos hacer eso que soñamos.

Y no es tanto el éxito que nos atrae --aunque obviamente si se hace algo bien se desearía algo de reconocimiento por lo mismo-- pero el compartir el amor por algo. Y creo que eso es algo que me emociona tanto al pensar que vamos a poder compartir nuestras vidas juntos. Ahora tendré a mi mejor amigo a mi lado para decirme que siga aun cuando todo parezca deshacerse y yo podré decirle lo mismo a Ariel. Estoy tan feliz no porque creo que será fácil estar casados, sino porque sé que la vida está llena de complicaciones y dificultades y prefiero pasarlas junto a mi mejor amigo que aparte.
Estoy tan feliz.