miércoles, abril 17

De una carta que te escribiría si pudieras leerme

"Que no te confundan unos pocos homicidas y suicidas. El bien es mayoría, pero no se nota porque es silencioso. Una bomba, hace más ruido que una caricia, pero por cada bomba que destruye, hay millones de caricias que alimentan a la vida." Facundo Cabral

Si pudieras leerme  hijo mio, te diría que vienes a un mundo corrupto, podría usar palabras más fuertes para describirlo y todas le caerían como anillo al dedo, pero como quiero serte ejemplo y no quiero ofender a nadie que pase por este espacio, digamos solamente que el mundo anda mal. 

Hay bombas y locos, hay discursos estúpidos y gente sin conciencia, han ocurrido dos guerras mundiales y a cómo andan las cosas nadie se extrañaría de una tercera. Se construyen armas para destruirse los unos a los otros, se talan los árboles, se juzgan a las personas por cuanto dinero tienen en la cuenta bancaria o inclusive por el color de su piel. 

Todos los días se leen cosas tristes, se escuchan cosas alarmantes y se ven escenas que ningún ser humano debería observar jamás. No, no es un mundo fácil y sin embargo vienes a él, quizás como un vestigio de esperanza, quizá como una muestra contundente que aún hay cosas buenas, esperanza y alegría. 

Y por eso te escribo, para recordármelo a mí mismo. Para no caer en el desespero ni volverme un pesimista amargado. Para avisarte que no importa que escuches el mundo puede parecer muy malo, pero hay poesía, canciones, abrazos, besos, chocolates, sonrisas, lágrimas de alegría y de dolor sincero, personas amables que dan los buenos días al subirse al bus, a pesar de todo, libros, buenas películas, familia, personas honestas, hombres sinceros que luchan cada día por hacer de este un mundo mejor, bondad, amor, Dios, la vida misma, agridulce como es, pero única y especial. 

Vienes a este mundo y espero que puedas ver lo bueno para que sepas aceptar lo malo sin amargarte, sin despotricar todo el tiempo, sin temer tener principios, valores, pensar diferente o tener esperanza. 

Te escribo pensando en mí y lo que me gustaría mostrarte, lo que me gustaría ser para ti, probablemente falle en más de una ocasión. Aun así quiero que sepas esto. O al menos yo quiero tenerlo claro y por eso lo pongo por escrito. 

Vienes a este mundo y aunque podría ser pesimista y mirarlo con recelo, estoy seguro lo disfrutaras.

sábado, abril 13

De mi Abuela...


"No te enorgullezcas si me ves llorando, Yo no me avergüenzo 
De estarla extrañando." Ruben Blades

La muerte tiene esa capacidad de sorprendernos siempre. No importa que tanto la veamos venir o que tan cerca sepamos que esta. Hoy por la tarde nos enteramos de la partida de mi abuela materna, ya llevaba unos cuantos meses de enfermedad por lo cual era una cuestión latente y trae consigo esa sensación de paz mezclada con dolor. Ella descansa y nosotros podemos empezar a extrañarla.


Cuando me enteré empecé a recordar. Su sentido del humor, su risa contagiosa, sus muestras de cariño disimuladas y obvias. Y me sentí triste, sí, pero también privilegiado, de haberla conocido, de haber pasado tiempo con ella de haberme sentido amado y haber podido amarla. 

Recuerdo una ocasión en particular cuando llegué a visitarla y ella preparó un arroz con coco, a su manera, porque sabía que era eso lo que comíamos acá en Panamá. Ella con su cocina guatemalteca (era experta haciendo quesos, tortillas y otras delicias gastronómicas chapinas) improvisó y me regaló un arroz con coco a su estilo. Para mí va a ser siempre uno de los momentos especiales entre mi abuela y yo.

Poco queda decir, la muerte también tiene esa capacidad de dejarnos sin palabras, me duele al mismo tiempo que me alivia saber que descansa del dolor. Solo quería desahogarme por aquí, y más que llorar por su partida, agradecer por su vida y el privilegio de haberla conocido
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viernes, abril 5

El reino del Mall


Suelo quejarme, algunas veces dependiendo de mi estado de ánimo, sobre el cemento que se vierte de manera descontrolada en cada centímetro de este país. En cualquier dirección uno encuentra "Moles" (entiéndase el plural de mall o centro comercial) supermercados, tiendas, mini centros comerciales, barriadas y una gran lista de etcéteras.

Recuerdo mi pueblo de la infancia y todo eso queda ya a varios metros de concreto. Ha cambiado de forma brutal, a veces me imagino que cuando le cuente a mi hijo como eran las cosas pensara que me lo estoy inventando. Pero no iba a escribir sobre eso, iba diciendo que suelo quejarme del avance implacable del hombre sobre la naturaleza, sé que no soy el único. Sin embargo hoy me pasó algo curioso. 

Fuimos con Hannah al Mall más cercano a comer algo y mientras esperábamos nuestra orden escuchamos un dulce estruendo, sí, dulce, nos levantamos a ver que sucedía y nos encontramos con la grata sorpresa de ver a parte de la orquesta sinfónica nacional de Panamá en un ameno concierto, así de la nada, en el Mall, reino del consumismo y lo trivial, nada más y nada menos que los mejores músicos del país. 

Las piezas fueron astutamente seleccionadas, melodías que hemos escuchado cientos de veces y que a pesar de no conocer su nombre oficial podemos relacionarlas con películas o series. Inclusive el mismo director cuando anuncio una de las piezas dijo: -Ahora vamos a tocar una más reciente: ¡Piratas del Caribe!- Estoy convencido que la obra tiene otro nombre y el director lo conoce, pero la idea era darnos música clásica que pudiéramos sentir nuestra y disfrutar. Y así escuchamos: La pantera Rosa, Misión Imposible, Star Wars, etc. 

En medio de la ejecución del tema principal de Star Wars una señora se voltea hacia mí y dice: -¡Que maravilloso!- y al hablar me enseña su brazo con la piel de gallina por la emoción, yo levanté mi brazo también y se lo mostré pues aquella maravillosa ejecución acababa de causarme exactamente el mismo efecto. 

No quiero decir con esto que los "Moles" se lavan la cara, pero hay que reconocer que nunca antes en mi pueblito hubiéramos escuchado a la orquesta sinfónica nacional sino fuera por ese poco de concreto e hierros. Nunca hubiéramos tenido la oportunidad de que la música nos tocará hasta erizarnos la piel. Como dicen por allí: No todo lo que brilla es oro pero tampoco todo lo que es oro brilla. 

Les dejo con un vídeo que realmente no le hace justicia a la experiencia: