jueves, junio 28

Fútbol, goles y un poco de ideas...


Soy un aficionado de los deportes. Creo que eso no es ninguna novedad para aquellos que me conocen. No creo que sea malo ser seguidor de algún deporte o disfrutar de las hazañas que pueden conseguir algunos atletas. Inclusive estoy plenamente convencido de que la disciplina que tienen estos hombres y mujeres para conseguir el éxito en lo que hacen es increíble y de admirar.
Sin embargo hay una pequeña campana repicando en el fondo de mi cabeza. Hace poco transcurrió la Copa de Oro (Competencia de Fútbol, donde participan los países Centroamericanos, Caribeños y de Norteamerica)y como todas las ocasiones medio país (Panamá) se paralizo en una fiebre de "patriotismo" el mundo se detenía cada vez que la selección jugaba y un pequeño balón que corría de un lado a otro de la cancha hacía reír o llorar a un país entero (al final, lloramos más de lo que reímos). Yo he seguido, desde hace mucho a la selección nacional de fútbol así que también estaba al tanto de lo que ocurría y reí y lloré por momentos.
Entonces, empezó a repicar la campana. Nuestra sociedad esta saturada de "trivialismo" (no sé si la palabra existe pero se entiende) donde hombres con la habilidad única de pegarle a un balón son admirados u odiados en base a lo que hagan o dejen de hacer dentro de la cancha. Fuera de ella nos importa muy poco quienes sean o que hallan hecho. "Lo importante es lo que dan por la patria"
Me detuve a pensar específicamente en la selección de Panamá, dentro de ella hay borrachos, asesinos, ex-presidiarios, portadores de armas ilegales etc. Que lavan su cara ante la sociedad por el simple hecho de saber pegarle a esa bendita bolita. Ojo, con esto no quiero rechazar o despreciar a los borrachos etc, pero sí es necesario condenar sus actos: "Ama al pecador, aborrece al pecado". El punto aquí termina en el hecho de que somos capaces de hacernos, los ciegos y los sordos por un deporte, alabamos el físico, la apariencia y pensamos que podemos hacer lo mismo con nuestras vidas. Puedo tener mi vida llena de cosas desagradables a incorrectas, lo único que debo hacer, es encontrar una manera de pagarle a la sociedad: artistas, deportistas, políticos, modelos... humanos que creen que con una careta pueden tapar lo que llevan por dentro. Personas que pensamos que untando nos el perfume más caro, cubriremos la pestilencia de nuestros actos podridos.
No es más el fútbol, es mala nuestra trivialidad...
No es malo el arte, lo malo es cuando se usa para ocultar lo corrupto...
Ariel

domingo, junio 3

Seguir nuestros sueños

Acabo de leer el libro El Alquimista por Paulo Coelho. Es "una fabula en cuanto a seguir tus sueños" y aunque en realidad no sé todo lo de que el universo es uno y todos nos convertimos en lo mismo no me parece tanto me encanta la idea de seguir nuestros sueños y no darnos por-vencidos cuando pasemos por tiempos difíciles.

En una parte de la historia el muchacho de la historia paso un año en un lugar trabajando y pues casi llego a dejar su sueño por un lado. Pero, al fin y acabo llego a alcanzar su sueño después de muchas pruebas y desvíos. Por un tiempo pensó que no quería llegar a alcanzar su sueño porque había encontrado otras cosas (o persona) que amaba por el camino.

Me encanta la idea de que deberíamos seguir nuestros sueños. Creo que como Cristianos deberíamos ser guiados siempre por Cristo y Él siempre será nuestra meta pero, creo que hay cosas que cada uno de nosotros quiere hacer que pueden ser parte de la manera que mejor amamos a Dios. No es egoísta encontrar esa actividad, trabajo, lugar que amamos y disfrutamos para dedicar nuestras vidas porque en ese ambiente también vamos a servir y amar mejor a las personas que nos rodean porque estamos verdaderamente contentos con lo que estamos haciendo.

Creo que el contentamiento es un estado interno y no tiene que corresponder exactamente a las situaciones que nos rodean pero también creo que Dios quiere que disfrutemos de nuestras vidas. Siempre pasaremos por pruebas, momentos difíciles, pero creo que cada uno de nosotros deberíamos seguir luchando por esas cosas que siempre hemos soñado. Tal vez nos tomará años alcanzarlo pero vale mucho más llegar a ese lugar después de muchos intentos fracasados que darse por vencido y nunca volver a intentarlo.

Puede ser que no hay una sola cosa que pudiera hacernos feliz pero creo que puedan haber algunas cosas que nos hacen sentir más vivos que otras cosas y lo que nos permite vivir de una manera plena es algo que yo deseo para todas las personas que conozco. Primero, obviamente buscar a Dios y estar contento por dentro en una manera que dónde sea que estemos estemos aprovechando el tiempo para amar a otros pero, por medio de todas esas experiencias que parecen desvíos creo que pudiéramos estar llegando más cerca a lo que hemos estado soñando todo el tiempo.

viernes, junio 1

Matar a un ruiseñor

Los libros han sido siempre parte de mi vida. Creo que eso no es ninguna novedad. Sin embargo hay libros y LIBROS. Matar a un Ruiseñor, es un LIBRO. Me ha encantado. La perspectiva infantil que le da la autora es tan fresca y natural, que uno siente envidia de no ser un niño, o por lo menos de no pensar como tal.
El libro tiene muchísimas cosas que rescatar, pero entre todas me encanta un personaje: Atticus Finch. Un padre de familia viudo, al cargo de dos pequeños muchachos (un niño 9 y una niña de 6) Atticus es abogado. La historia se desarrolla en Alabama en plena depresión, cuando el racismo había sido abolido por ley, pero vivía aun en los corazones de muchas personas. Un negro “Tom Robinson” es acusado (falsamente) de violar a una chica blanca. A pesar de que todo el pueblo sabe de la inocencia de este hombre, nadie se atreve a defenderlo, a excepción por su puesto de Attticus Finch. La familia entera deberá cargar con la decisión del padre.
Atticus enseña por lo menos dos lecciones grandes de vida, en el proceso de defender a este “criminal”. En primer lugar el color no me hace más bueno o menos malo. Él dice en alguna parte del libro: (cito de memoria) “Se nos ha enseñado que los hombres negros son todos perezosos, todos malvados, todos mentirosos, todos borrachos, cuando la verdad es que algunos hombres negros son perezosos y algunos hombres negros son malvados y algunos mentirosos, pero también lo son algunos hombre blancos”
En segundo lugar Atticus, enseña que para los grandes cambios, a veces solo es necesario hacer lo que tenemos a mano. Él no podía abolir el racismo con su fuerza, es más no podía hacer nada por cambiar la mentalidad de los pobladores de Alabama. Sin embargo podía defender a Tom Robinson y demostrar que era inocente. El final de la historia es interesante, pero te dejo que tu mismo lo leas y saques tus propias lecciones. Definitivamente uno los mejores libros que he leído en los últimos 20 años de mi vida. J Ariel

Hablando del diablo

¿Será que existe el diablo? O ¿es sólo el producto de la imaginación de unos religiosos fanáticos y algunos magos en búsqueda de algo para asustar a la gente? Pues, para decirte la verdad, yo creo en el diablo no como una figura que solo representa el mal en el mundo pero como una criatura real. Sin embargo, creo que las personas que hablan tanto de el que viven constantemente en temor están tan equivocados como los que lo ignoran por completo convencidos de que no existe.

Supongamos que perteneces al primer grupo de los que lo temen con temor exagerado. Si eres cristiano, no tienes porqué temerlo porque nosotros sabemos que Dios le ha ganado en la gran lucha cósmica entre el bien y el mal, al final ganará el bien y el diablo sólo se está rascando las llagas ahora mientras todavía tiene un poquito de libertad. Las personas a las cuales él le gustaría atormentar más que a cualquiera otra son cristianos pero no puede. Si no eres cristiano, entonces sí tienes algo de motivo por lo cual estar asustado.

Aunque a veces el diablo aparece como lo esperamos, metiendo demonios que arrebatan a los que le venden sus espíritus. Sinceramente creo que el diablo se aparece muchas veces más como en la descripción de C.S. Lewis en su libro (por su titulo en inglés) The Screwtape Letters, en la cual un demonio le escribe a otro expresándole la mejor manera de seducir y controlar a los humanos.

En estas cartas el demonio mayor le escribe al menor que la mejor manera de controlar a los humanos es no dejar que piensen en nada importante. Si los entretiene lo suficiente para que ellos crean que están haciendo algo bueno aunque al fin y acabo no quedan haciendo nada, entonces los tendrán en sus garras y ellos ni harán un intento en escapar. La complacencia entonces, es más peligrosa que la maldad. Pues, cualquiera puede pensar que un asesino tenga algo que ver con el diablo, pero un tipo tranquillo que nunca hace nada ¡el diablo no tiene nada que ver con él! ¿Verdad?

No estoy tan segura. Temo que nos damos palmadas en la espalda porque “No, hacemos nada malo.” Pero tal vez es más diabólico “no hacer nada bueno” cuando podemos que “hacer lo malo”. Tal vez estoy equivocada y no estoy diciendo que debemos hacer cosas malas ni mucho menos que todas las personas que andan por la callen están endemoniadas pero, si es cuestión de bien y mal. El no hacer nada (sabiendo que uno pudiera hacer algo) puede ser tan malo como hacer lo incorrecto. Tal vez esa es la arma más poderosa del diablo.

Por eso existe el otro grupo de personas, los que dicen que no existe el diablo. Me causa risa que la gente todavía lo usa para insultar al mismo tiempo que dicen que no existe ¿Cuál es la lógica? Estas personas en realidad son los más fáciles de manipular. Pues estos son los que se pueden dedicar a ganar mucho dinero y crear una vida feliz y sin percances sin saber todo el tiempo que el diablo se está riendo a carcajadas por su victoria --que ellos no se conviertan en agentes del bien sólo en agentes de sus propios caprichos. El diablo sabe que para algunas personas para tener una mayor influencia su presencia debe ser menos marcada.

Las personas que creen en el diablo y hacen bien puede que lo puedan combatir con más fuerza porque lo que el diablo no quiere es que la gente sepa que existe. Y los que creen en el diablo y deciden hacer el mal, se dan cuenta que se pierden en un abismo negro y mortal cuando dedican sus vidas a esas cosas. Las personas que no creen en el diablo y hacen bien, son una frustración para el diablo y me gustaría saber cuantas de aquellas personas no llegan a creer al final. Las personas que no creen en el diablo y hacen mal, no le causa ni un segundo pensamiento al diablo. A el no le importa que crean en el pero que hagan lo que a el le da la gana.

Como dije desde el principio, yo creo en el diablo. Porque creo en la Biblia tanto como por experiencias extrañas que he tenido y más por las repetidas guerras que existen en este mundo. El genocidio sólo puede ocurrir cuando algo cautiva las mentes y los corazones de humanos y los convierte en maquinas que sólo funcionan para arruinar vidas y matar a inocentes. Yo creo que ese algo es el diablo y sus fuerzas del mal.

Pero, solo porque creo en el diablo no creo que tenga que andar pensando en él todo el tiempo. La verdad es que le dedico muy poco tiempo, no hay porque. Porque mientras Dios le permite que el tenga una pequeña victoria aquí con Dios ya celebramos la victoria final y yo puedo vivir en el presente con la certeza de esa victoria al final. Por eso, creo que vale la pena pasar más tiempo hablando de quien es Dios y lo que él ha hecho que gastar tiempo tratando de entender al diablo.

Algunos cristianos se quejan de que no hablamos lo suficiente del diablo y del infierno. Aunque cada persona necesita algo un poco distinto para llegar a entender el amor de Dios. A mi no me preocupa que no hablemos tanto del diablo o del infierno. Sí, en algún momento todos deberíamos considerar su papel en el mundo pues estamos aquí por su primera estafa. Pero, el andar asustados por un ser derrotado también es una estafa. Sinceramente creo que es una lastima que tantas personas deciden creer en Dios sólo por temor a que exista el infierno. Creo que sería mucho mejor reconocer que Dios nos ama y quiere que vivamos vidas plenas aquí. Sólo podemos hacer eso por medio de Cristo y es casi algo adicional que estamos completamente librados del diablo para la eternidad.

Para los ortodoxos la idea del infierno no es un lugar dónde uno va a arder y sufrir para la eternidad pero, es un lugar dónde estamos separados del amor de Dios. Yo creo que todas las cosas placenteras aquí en este mundo son expresiones del amor de Dios y el diablo anda afanado tratando de privarnos de ese gozo y la paz que viene de vivir con Dios. Un rico que no conoce a Dios no siente paz, pero alguien rico que conoce a Dios puede vivir una vida generosa y tranquilla sin sentirse asfixiado por su propia riqueza. Vale la pena hablar más del amor de Dios (no es un amor sin costo, claro que no) que de las tragedias del infierno o del diablo.