jueves, agosto 27

"Phantastes"

Hace unos días terminé de leer un libro que me gusta mucho. Es uno de mis libros favoritos. Se llama “Phantastes” por George MacDonald. El no es muy conocido pero tuvo mucha influencia en autores como C.S. Lewis quien escribió “Las Crónicas de Narnia” y J.R.R. Tolkin quien escribió “El Señor de Los Anillos”.

La verdad es que algunos lo ven como el “padre de la fantasía moderna”. Pero, eso hay que definir eso porque no es el padre de la “fantasía” como los monstruos que salen en las caricaturas o la fantasía barata que se venden en las tiendas. Pero, es el padre de un tipo de fantasía que tiene como propósito enseñar una verdad en cuanto a nuestro mundo ordinario por medio de un mundo fantástico y de la imaginación.

Lo que me fascina del libro “Phantastes” es que cada parte de la aventura del personaje principal es extraña y única. En realidad, pudieras tomar cada capitulo del libro y hacer un estudio en cuanto a la condición humana en base a la historia que está allí. Eso sí, quiere decir que el libro no tiene una trama súper fácil de seguir pero al mismo tiempo, es como sí MacDonald consigue, en este libro, expresar todo lo que más valora en la vida de una manera tan original y fantástica. El libro tiene todos los temas de la buena literatura: la oscuridad que existe en el ser humano, la bondad no-merecida, y el amor.

No sé, es un libro súper bonito y me gustaría poder copiarlo completa aquí para que todos la leyeran. En realidad nunca lo he visto en español, pero estaré en búsqueda de el. Los dejaré aquí con una de las partes que más me gustan del libro, y no lo voy a traducir porque creo que no lo haré lo suficientemente bien:

“…now I could love without needing to be loved again… I knew now, that it is by loving and not by being loved, that one can come nearest the soul of another, yea, that, where two love, it is the loving of each other; and not the being beloved by each other, that originates and perfects and assures their blessedness… Yet all love will, one day, meet with its return. All true love will, one day, behold its own image in the eyes of the beloved, and be humbly glad.”

Pudiera decir mucho más, pero los dejaré con la recomendación: lean “Phantastes”, es hermoso.

miércoles, agosto 26

Las telas de araña y su peligro...


Si no fuera por la Internet nadie podría leer este blog (de hecho posiblemente nadie lo haga de todas maneras). Lo que quiero decir es que los últimos años el mundo ha cambiado radicalmente gracias (o por culpa) de la Internet. Sobre todo nuestro ya mancillado e invadido idioma ha sufrido la adición de nuevos términos como: web, p2p, email, blog, chat, etc.

De una manera u otra hemos ido lentamente quedando enredados en “la gran telaraña” (www: world wide web. Algo así como la Ancha telaraña mundial, ¡ja! Traducción libre y dudo que muy correcta). De un tiempo para acá los formularios de las diferentes empresas incluyen un renglón con: e-mail o página web. Decir hoy en día que no se tiene un correo electrónico, o que no se cuenta con una cuenta en facebook, es igual a declararse extraterrestre (quizás exagero un poco, pero eso ya lo saben). En los últimos días he estado leyendo “consejos para escribir” y noventa y cinco por ciento de los artículos y páginas web que leí recomendaban “iniciar un blog”, no pude dejar de preguntarme qué tal hubiera sido un blog de Dostovesky o Alejandro Dumas (seguramente lo tendría en mi lista de “blogs a los que sigo”).

No quiero quejarme de las implicaciones del Internet, el mismo me ha permitido estar en contacto con muchísimas personas, me ha tolerado leer artículos e inclusive libros que probablemente en otra circunstancia jamás habría sabido que existían. Tengo buenos amigos (amigos de verdad) con los que mi comunicación se limita a dos o tres correos electrónicos al año, a mí me encanta escribir correos, pero para algunas personas es una carga pesada. Pienso, sin embargo, que si no existiera el correo electrónico y tuviéramos que usar el postal, probablemente nunca sabría nada de ellos. Y así podría enumerar las ventajas del Internet.

Sin embargo, al igual que todas las cosas buenas un uso indiscriminado e incorrecto puede trocarlo en un mal. No pienso llover sobre mojado con lo ya dicho en cuanto a los peligros del Internet, las redes sociales, los correos “spam”, etc, etc. Inclusive en algunos casos creo que se exageran los peligros que hay y se intenta crear una especie de paranoia hacia los nuevos elementos. Sin embargo, nunca está de más hacer un alto y evaluar nuestra vida.

El Internet en general puede ser una gran herramienta, quienes me conocen saben que me fascina, pero también saben que cada cierto tiempo puedo extraer una que otra joya que se encuentra sumergida en medio de tanta basura. Y quizás por allí va la cosa, no es que yo venga a dictar reglas morales en cuanto al uso del Internet, las redes sociales o los correos electrónicos (aunque al contrario de muchos, no creo que la moralidad se suspenda en el mundo virtual). Sin embargo, si lo que hacemos en la Internet nos sirve para ser mejores personas, si nos edifica, si mis relaciones con las personas que están lejos de mí me ayudan a ser mejor persona con aquellos que están cerca , si lo que leo y escucho me provoca a hacer un estudio más profundo y no a caer en la simple paranoia (hay que ver cuanta tontería circula por Internet), entonces el uso de este artilugio vale la pena, de lo contrario no es más que el sustituto de la televisión que una vez idiotizó a toda una generación y hoy estamos pagando esas consecuencias (no tengo nada contra la televisión tampoco).

En fin, concluyendo, cada uno de nosotros debería estar consciente de que cada segundo invertido cuenta, cada palabra escrita o leída debería ser pensada con peso de eternidad, cada imagen vista, cada chat enviado. Lo que quiero decir quizás es que la Internet no es un lugar para escapar de la realidad sino por el contrario una extensión de ella. No sé si los que le pusieron el nombre de telaraña miraban a sus futuros usuarios como pequeños insectos listos para ser apresados por sus pegajosos hilos, sin embargo sirve para la analogía de tener mucho cuidado con la telaraña. Todo con medida y todo con razonamiento (o casi todo).

Por lo demás cada uno debe tomar su decisión en cuanto a lo que usa, como lo usa y que provecho saca de eso. Yo por mi parte, dejo este escrito hasta aquí pues debo ir a avisarles a mis contactos en facebook y msn que se den una vuelta por acá :-) ¡Cuidado con la telaraña!