sábado, enero 27

Los bichos, el pesimismo, y las dudas

Después de leer “La metamorfosis” por Franz Kafka y mi primera impresión fué que Kafka fué una persona tormentada y pesimista pero después de pensarlo un rato he pensado que él ha captado algo de lo absurdo que somos los seres humanos. Creo que si todos tuvieramos que representar nuestro egoísmo en forma de un bicho tendríamos un mundo llenos de criaturas espantosas. Pero también es algo chistoso. La verdad es que las luchas que nos inventamos y la manera en la cual nos las arreglamos para tener razón muchas veces son sumamente ridículas.

Lo más curioso es que durante todo el cuento él nunca se preguntó ¿por qué? se había convertido en ese bicho y rápidamente se sintió ofendido que lo trataran con tal disgusto al tener que convivir con él. A lo mejor nosotros también somos así –pocas veces tomamos el tiempo para considerar ¿porqué? nos hemos convertido en lo que somos ni como lo que hacemos y decimos puede afectar a los que nos rodean. Algunas veces llevamos la vista gorda a puntos mucho más absurdos que los que describe Kafka en su historia.

No soy tan filosofa como para entender lo más complejo que a lo mejor Kafka estaba intentado comunicar. Pero me llama la atención que Kafka fue parte de la generación saliente de la segunda guerra mundial. En esa época, de repente todos se dieron cuenta que no todo se puede explicar y que algunas cosas en esta vida son muy absurdas. No puedo evadir mi afición a la historia y casi siempre me gusta leer cosas así con una perspectiva que proviene del contexto del autor y el momento en la historia que fue escrito.

Decidí leer un poquito en cuanto a Kafka y me di cuenta que sus dos hermanas fueron asesinadas en los campos de concentración durante la segunda guerra mundial. Sí era una persona tormentada. Entiendo un poco mejor de dónde viene este pesimismo que era algo bastante común en esa época. El cuento termina de tal manera que nos quedamos con una gran interrogante ¿qué? Y la vida muchas veces es así también. En esta época también se luchaba con la idea de que tal vez nada tenga una resolución al final. No estamos del todo apartados de ese clima de dudas.

Para ser honesta creo que las dudas tienen un lugar sano en nuestras vidas. Al fin y acabo creo que algunas cosas se pueden aclarar a la luz del amor de Dios pero para llegar allí algunas veces tenemos que tomar un camino que nos hacen pegar con algunos caminos llenos de dudas. Sin embargo, de todas maneras mi primera impresión, lo de lo absurdo que somos los seres humanos es lo que me ha quedado rodando por la mente. Algunas veces nos convertimos en bichos horribles “figurativamente” y nunca nos paramos para pensarlo ni preguntar porque todos quitan la vista con disgusto con nuestra actitud.

viernes, enero 19

Anestesia para los ojos... (Ojos que ven y corazón que ni siente)


"Quiero que escribas tus reacciones ante esta foto" Hannah, me acababa de enviar el mensaje con lo que debía ser nuestros siguiente tema en contrapunto. ¿Mi reacción? La foto parecía simplemente una más de tantas que había visto. Espere una semana... fue en vano nunca reaccione. Sinceramente pensé escribir dos o tres mentiras de cuanto me indignaba esa imagen, cuanto me hacia hervir la sangre y lo injusto que me parecía que nuestros países tuvieran gastos tan superfluos mientras esta gente no tenia casa. Pero como dije al principio mentiría si dijera que pensé así.

Vivimos en un mundo gráfico en su totalidad. Desde la ejecución de Sadam Hussein, hasta el ultimo gol de Ronaldinho nuestro mundo esta pendiente de las imagenes. Aquel que se invento la frase "Una imagen vale más que mil palabras" quizás nunca imagino cuanto caso le haríamos todos. Pero en un dos por tres el mundo pareció desbocarse a usar las imagenes y más imagenes y otro tanto más de imagenes. Hasta el punto que nos cauterizaron. (Por lo menos a mi)

Me detuve a pensar luego ¿como debí haber reaccionado? debí haber llorado, debí haber orado, debí haber buscado una manera de ayudar. No lo hice sin embargo, solo pensé ¿Reacción? me duele mucho, por mi y por saber que soy parte de otro tanto más que como yo quedara sin reacción. Me duele por pensar que mis ojos están cauterizados ante el dolor. Porque se han acostumbrado a ver pixels y colores y no personas sufriendo.

Personas con nombre y apellido, con sueños, con necesidades, con dolores y posiblemente con metas, personas que necesitan amor como tu o como yo, personas que necesitan saber de Dios. En un punto de nuestra historia la globlalización nos inmunizo, de repente si alguien moría en Japón, nosotros lo sabíamos en Panamá en un dos por tres y teníamos imagenes al respecto.

El terrible 11 de septiembre del 2001, todos lo vimos y tuvimos imagenes de todo lo que estaba aconteciendo desde la comodidad de nuestra sala, posiblemente mientras almorzábamos. contemplamos al principio con terror aquellas dos naves estrellándose contra las torres, un par de años después, podemos ver esas imagenes con mucha más tranquilidad, se hacen películas, se cuentas chistes. Una vez más estamos inmunizados.

No es que este en contra de la información. Me encanta estar informado e inclusive algunas veces presumo de eso. pero ¿a que precio? ¿a la cauterización de mis ojos? Debo ser más conciente, eso lo sé. Ahora me detengo ante cada imagen y procuro levantar una oración en mi corazón, por esa gente que sufrió en ese momento y que posiblemente sigue sufriendo, por nuestro mundo anestesiado que ya no siente nada ante el dolor ajeno impreso en una hoja o en un montón de pixels. ¿que sientes tu al ver la foto? Mi oración es que sientas lo que ahora siento yo...

Las imagenes y nuestra reacción a la violencia y la pobreza


¿Cuántas veces has visto una foto como esta y la has pasado sin pensar? Cuando veo las fotos que demuestran la crisis que está ocurriendo en el Sudan y en otros lugares del mundo me incomoda. A veces me incomoda porque es "una imagen más" y tan impersonal pero muchas veces me incomoda porque vivo tan comoda cuando tantas personas en el mundo sufren diariamente. Y tendrás que preguntarle a las personas que me ven a diario pero creo que puedo decir sinceramente que intento con mucha frecuencia darle la alerta a todos los que me rodean en cuanto a lo que está occuriendo en las partes más olvidadas del mundo.

La verdad es que esta foto no es tan incomoda como muchas de las que hubiera podido escojer. ¿Quienes serían esas personas? ¿Cómo se llamaría ese bebe? ¿Qué estarían esperando? ¿Cómida? ¿Medicina? Nunca voy a saber. ¿Y que puedo hacer yo? Hay tantas cosas involucradas en los problemas de de refugiados internacionalmente que parece ser demaciado complicado y problemas de "otros". Sin embargo, yo creo que todos los que no estamos en el medio de estas situaciones debemos hacer algo en cuanto a estos problemas. No nos quedemos como personas que miran pero no ven, que escuchan pero no entienden.

¿Qué hacemos? Bueno, eso depende completamente de nuestros talentos y nuestra posición. Si somos parte de un grupo de amigos, una iglesia, una familia debemos hablarles en cuanto a estas situaciones (tal vez uno de ellos tendrá una excelente idea). Creo que el hablar del problema, tenerlo presente es una de las cosas más importantes que podemos hacer porque si lo tenemos presente estaremos orando. No oramos por lo que no tenemos presente.

Sí, tal vez nos incomoda pero eso quiere decir que cuando tengamos la oportunidad haremos algo. Otras cosas que podemos hacer --si podemos escribir –entonces debemos escribirle a los lideres de nuestros países expresando que eso es inaceptable y no podemos pasar por alto estos tipos de problemas. Si conocemos personas de influencia –debemos hablar con ellos y exhortarlos que hagan algo.

La violencia, la guerra, el odio, y todo lo demás crea un problema tan complejo que por una parte sólo creo que un cambio en el corazón de las personas puede traer un fin a este horrible problema. Pero el tener los problemas presente es un consuelo. Si yo estuviera en la prisión yo sabría que sería muy difícil que me sacaran de allí pero me daría mucho consuelo saber que sencillamente alguien se acordara de mi. Por eso nos acordamos --porque ellos son personas como nosotros.

Y por eso tengo que recordar que cada una de las personas en esta foto, son personas individuales así como yo. Tienen nombres, sueños, familias, amigos (o las tuvieron en algún momento) y desean que su situación pudiera mejorar. Muchos han llegado al punto en el cual sólo están sobreviviendo en vez de realmente vivir. Tengo que abrir mis ojos, quitar las vendas que me he puesto y darme cuenta de la vida tan buena que he sido brindada sin merecerla.

Así que por una parte ver estas fotos me hace pedirle a Dios que nos ayude, pedirle a los lideres del mundo que actúen pero también me hace re-evaluar mi propia vida --como utilizo los recursos que tengo y como comparto mi tiempo con las personas que han cruzado mi camino aquí mismo. Y por incomoda que sean las respuestas a las preguntas que me hago sigo dejando que esto ocurra porque es lo que más necesito. Recordar que debo recordar que no tengo mucho por lo cual quejarme. Quiero seguir siendo sensible a estas fotos y no dejar que por tanto ver imágenes de violencia en el mundo quede insensible a lo que está pasando en el otro lado del mundo (o con mi vecino al otro lado de la calle).

Pueden encontrar más información en las siguientes paginas (no son las únicas):
International Justice Mission
Vision Mundial
Movimiento Mundial en Favor de la Infancia
UNICEF
iAbolish: American Anti-Slavery Group

miércoles, enero 10

Buscalos en lo "sencillo" y "normal"

Ariel:

Al leer lo que estás pensando y preguntando me sentí inundada con el deseo de exclamar ¡¿Dónde?! ¡Pues aquí! Mira a tu alrededor –mira . . . Lo que hizo a esas personas “grandes” es que se humillaron para dejar que Cristo trabajara en ellos y por ellos. Pero, volveré a ese tema en un instante.

Estoy leyendo un libro por un joven llamado Claiborne y curiosamente él preguntó lo mismo que tú y para que veas que no eres el único que clama ¿dónde están estas grandes personas? Aquí lo cito:
“Yo sabía que no íbamos a ganar a las masas al Cristianismo hasta que empezáramos a vivirlo. Entonces embarque en una búsqueda. Fui a buscar a un Cristiano. Busque esperando encontrar a otra persona que pudiera estar preguntando, ¿Qué si Jesús realmente quería decir todo lo que dijo? Y seguí encontrándome con personas muertas –los padres del desierto y madres del quinto siglo, Francisco y Clara de Asisi, Deitrich Bonhoeffer, Martin Lutero Jr., Oscar Romero.”
Él expresa la misma frustración que tu (la única diferencia es que él tuvo el privilegio de pasar un rato trabajando junto a Teresa de Calcuta.) en no encontrar a estos Cristianos verdaderos al principio. (El resto de su aventura la tendrás que leer algún día). Pero, el punto es que no estás solo en esa frustración.

Clairborne
cuenta sus experiencias que son (para algunos) “fuera de lo normal” pero que a mi manera de verlo deberían ser la norma. Creo que lo que ha pasado con nuestro cristianismo es que lo que vemos como normal –se parece demasiado a la religiosidad que cualquiera pudiera tener si se “esforzara” lo suficiente. Por una parte es muy fácil y por otra parte, ¡si realmente entendiéramos lo que Cristo nos promete nos daríamos cuenta de lo que nos perdemos cuando lo intentamos hacer en nuestras propias fuerzas!

Cuando alguien realmente decide dejar que Cristo sea el que renueva su mente, corazón y espíritu y vive de esa manera algo increíble ocurre. Las personas a su alrededor quedan intrigados en cuanto a lo que tiene esa persona que ellos no tienen. Sin hacer nada “espectacular” (no tienen que haber milagros extravagantes ni millones de dolares) Cristo empieza a trabajar como lo ha hecho tantas veces antes. Y los religiosos dicen que son radicales.

Estas personas (¿radicales?) que Dios usa abren sus puertas a los mendigos, ofrecen comida a los que tienen hambre, abrazan a los rechazados, oran por sus enemigos, perdonan a sus ofensores, se sientan con los desfigurados, y aman a su prójimo. No porque lo “tienen que hacer” –cualquiera puede ver cuando es una fachada—pero porque lo quieren hacer porque Cristo vive en ellos. Creo que esto es lo que Cristo quería que fuera “normal” para todo Cristiano.
Sin embargo, para seguir con Claiborne,
“Si le preguntas a la mayoría de las personas que es lo que creen Cristianos, te pueden decir, ‘Cristianos creen que Jesús es el hijo de Dios y que Jesús resucito de la muerte.’ Pero si le preguntas a la persona común y corriente como viven los Cristianos, quedan en silencio. No le hemos enseñado al mundo otra manera de vivir.”
Y él sigue,
“Pocas personas están interesados en una religión que tiene nada que decirle al mundo y sólo ofrece vida después de la muerte, cuando lo que las personas realmente se están preguntando es si hay vida antes de la muerte… estoy convencido que Jesús vino no sólo para prepararnos para vivir sino para enseñarnos como vivir.”
Hombres (y mujeres) como esos que hemos mencionados sí existen hoy –sólo que tu nos los has visto porque la mayoría no están escribiendo libros ni salen en la televisión porque están visitando a los ancianos abandonados, buscando a los enfermos, y dándole de comer a los hambrientos. Tu no tienes que tener el valor para hacerlo –deja que Cristo lo haga en ti. ¿Las oportunidades? –están a tu alrededor todos los días. La humanidad siempre ha sido una gran decepción –nuestra generación tiene la misma oportunidad que todas las anteriores.

No esperes “el momento” para dejar que Él que deja que el primero sea el último y el último sea el primero guíe tu diario vivir. Lo que tu estás buscando no es lo “grande”. “extremo” ni lo “radical” (aunque a veces uno quisiera que ocurriera de esa manera) más bien lo “pequeño” “normal” y lo “simple” –este es tu momento. Los héroes que tu buscas son los que obedecen en lo más sencillo, en lo más normal –que responden al llamado de las viudas y los huérfanos que viven alrededor de la esquina. De vez en cuando Dios hace que los ojos del mundo se fijen en esas personas para que queden plasmadas en la lista de “grandes” personas pero –la mayoría quedarán sin tener su nombre en los libros de historia.

Intenta vivir de esa manera, en lo más sencillo –y busca a las personas que están viviendo de esa manera y te darás cuenta que no eres el único que se siente así ni el único que está aprendiendo a vivir plenamente en lo “normal”.

martes, enero 9

De heroes caidos y heroes por levantarse

Hannah:
Son muchas las cosas que esta semana pasan por mi cabeza. Escoger una para escribir fue realmente difícil. Sin embargo hay una extraña sensación en mi mente (o quizás en mi corazón) que se dedica a repicar una y otra vez y ha conseguido dos o tres veces sacarme de ritmo. Me llama la atención sobre todo que este pensamiento (recurrente) lo he escuchado otro cientos de veces de otras personas y siempre me ha parecido tonto y exagerado. Hoy no me parece ni lo uno ni lo otro, pero puede ser que yo me este volviendo ambas cosas.

Al escribir sobre la violencia a la mujer solamente echamos un breve vistazo a las problematicas que rodea al mundo en general. Y mientras pensaba en la violencia, por mi mente desfilaban (con altos honores) otros miles de problemas que aun tenemos pendientes de hacer algo. Y no pude evitar (por muy tonto que creí que fuera) mirar con nostalgia el pasado pensando en aquellos grandes hombres y mujeres que estuvieron dispuestos a darlo todo por realmente hacer una diferencia, que creyeron que Debian tomar acción y lo hicieron. Quizás influye el hecho de que he estado leyendo la vida de grandes hombres o recordando momentos "claves de la historia" en mi cabeza rebotan nombres como: Martin Luther King Jr, Ernesto Guevara, Ghandi, Teresa de Calcuta, los valientes que se atrevieron a luchar contra la esclavitud, los primeros mártires del cristianismo etc...

La pregunta necia: ¿Donde hay hombres como esos? o ¿porque no tengo yo el valor de tomar acciones de semejante magnitud? o quizás más necio aun ¿porque no tengo la oportunidad? (¿la tengo?) la humanidad pareciera haber perdido sus grandes hombres, los visionarios, los intrépidos, los arriesgados. Todos parecen haberse diluido en un montón de letras que nos cuenta sobre aquellos tiempos cuando la gente estaba dispuesta a morir por lo que creía y termina pareciéndome tan utópico como Frodo y la tierra media.

¿Porque le toco a nuestra generación esta enorme decepción? Lucho contra esto y creo con todo mi ser que la diferencia la puedo hacer yo, (o tú, él o ella) intento no caer en el fatalismo de nuestra generación, pero sinceramente a veces parecían tener razón. Algunas otras veces me detengo a pensar: Ya no quedan héroes reales, ya no hay a quien imitar. Las grandes figuras son aquellos multimillonarios que de una u otra manera han conseguido hacerse de dinero.

Mi frustración va en aumento, cuando me veo a mi mismo quejandome mientras leo algún interesante libro, levanto la vista y me digo: deberían existir más hombres como este. Para luego sumirme una vez más en la interesante lectura, porque: "aun no es mi momento" (¿Debo esperar un momento?) No quiero ahogarme en un vaso de agua y procuro con todas mis fuerzas hacer con excelencia las cosas que están en mis manos e impulsar los cambios que pueda aquí y ahora, pero la sensación es real y no puedo dejar de sentirlo así... Quizás halla algo de razón en mi necio razonamiento... ¿Que crees tu?

lunes, enero 8

¿Quienes somos?

¿Quienes escriben Contrapunto?
Somos dos amigos que nos interesa explorar temas de teología, cultura, eventos corrientes, filosofía, y literatura, entre otras. Queremos hacerlo porque nos encanta escribir y porque amamos la verdad. Creemos que pensando junto a otros es la mejor manera de no perdernos en los extremos irrelevantes y regresar siempre al Centro.

¿Qué es Contrapunto?
Contrapunto es un intento de reflexión sobre los temas cotidianos de la vida, buscando ese balance tan necesario y delicado. No pretendemos dar respuestas, sin embargo intentamos dar puntos de vista.

¿Quienes forman Contrapunto?
Todos aquellos que estén interesados en participar con: ideas, sugerencias, respuestas, criticas o cualquier otra colaboración que puedan darnos.

¿Cómo funciona Contrapunto?
Las diferentes temáticas serán publicadas una vez a la semana, desde ese momento la discusión queda abierta para que aportes comentarios o inclusive si lo crees necesario alguna replica, puedes también sugerir temas a tratar o proponer discusiones.

Queremos invitarte a que te nos unas y con tus ideas y aportes hagamos de contrapunto un sitio más completo. Esperamos tu aporte y tus ideas.


Los Editores de Contrapunto
nuestrasconversaciones @ gmail.com

viernes, enero 5

La iglesia, la violencia contra la mujer y yo.

Escribir sobre temas tan delicados como el papel de la iglesia a favor de la mujer maltratada (o en su contra), representa siempre un riesgo, nuestros dedos puede volar con rapidez sobre el teclado dictando soluciones por aquí y por allá, para luego cruzarnos de brazos y dejar todo como una simple idea más. (Esa fue mi primera tentación)
Leer las estadísticas que presenta Hannah, provoca escalofríos, tristeza y la constante pregunta: ¿que vamos a hacer? es cierto, somos la iglesia llamados a ser diferentes y sin embargo nos encontramos sumidos en medio de tanta maldad y lo peor de todo es que nos sentimos a gusto con ella.
Hay aspectos alrededor de la violencia intrafamiliar que impiden que la iglesia entre en acción. No pretendo excusar ni mucho menos liberar a la iglesia de su responsabilidad, sin embargo las misma victimas de la violencia muchas veces prefieren callar antes que denunciar o presentar alguna queja. Lo mismo me lleva al convencimiento que las estadísticas se quedan cortas ante la realidad. Si las mujeres sufren violencia pero se callan hay muy poco que podemos hacer por ayudarlas. Aquí el rol principal de la iglesia, seria educar de manera generalizada desde el púlpito al respecto y denunciar este pecado de la misma manera que se denuncian otros que se consideran "más escandalosos" quizás (y solo quizás) de esta forma las victimas se vean apoyadas y busquen con mayor confianza apoyo. (Sí lo sé, disparar desde la trinchera de escritor es tan fácil)
Por otro lado esta el papel apático de la iglesia. Es increíble la proliferación de iglesias en nuestra amada América latina y al mismo tiempo hoy más que nunca se siente su ausencia. Según mis estadísticas personales (sin ningún peso científico) el 95% de la población se declara cristiano. Todos manejan la jerga del cristianismo y todos pueden en un momento u otro pasar como tales. ¿Habrá América Latina entrado en el post cristianismo? la saturación del evangelio ( a través de radio, televisión y medios escritos) no ha hecho más que aletargarnos, los espectáculos fantasiosos de poder (sin querer ofender a nadie y reconociendo que tenemos un Dios todo poderoso) hace que miremos a Dios como un mago todopoderoso desesperado por apantallarnos con sus increíbles poderes (exclusivos y elitistas) que poco se preocupa por los pequeños detalles cotidianos.
Conversando con mi papá al respecto el me comentaba: "lo que ocurre es que hoy en día hay demasiadas Higlesias y muy pocas Iglesias, las Higlesias se comportan como su primer letra, son mudas y apáticas ante las situaciones de la vida y pretenden entretener a sus feligreses con mil y una monerías, pero sin ser en realidad parte del pueblo de Dios" Estoy de acuerdo. Pero ¿que de la Iglesia? Por más que me debano los sesos pensando en que manera puedo hacer algo aquí y ahora por cambiar la violencia contra la mujer no encuentro nada tangible. Llevo años orando por eso y no creo que sea poco pero ¿que más?
Nuestra posición de sal y luz no deja de ser comprometedora (sal insípida y luz tenue). Nuestra posición de sanadores (aunque heridos como dijera Nouwen) se ve simplemente anulada. Sinceramente me da un poco de vergüenza el saber que no estoy haciendo nada, pero más vergüenza me da el no poder vislumbrar que hacer.
Como Iglesia somos responsables, sí pero creo que eso ya lo sabíamos. Me hubiera gustado plantear dos o tres soluciones, pero apenas intente pasarlas por el filtro realista me encontré que todas se quedaban atoradas, quizá señalar el error de la iglesia y me encontré señalando mi propia falla. ¿que hago? ¿que hacemos?