lunes, diciembre 24

¡Feliz Navidad!

Redundar, llover sobre mojado, repetir lo mismo una y otra vez hasta conseguir el hastío; siendo sinceros es lo que muchas veces hacemos. Y siendo realista es lo que nos corresponde, redundar sobre lo mismo porque conocer un tema no implica que no existan cosas nuevas que aprender al respecto. Para muestra estas fechas. Navidad tornose en algún momento en una época de regalar, comer y limar todas aquellas asperecillas que quizás durante el año nos hubiera molestado.
Su verdadero significado yace olvidado en algún pequeño establo del medio oriente hace dos mil y tanto de años, relegado en la actualidad a un quinto u octavo grado de importancia. En muy pocos lugares se recuerda y hace énfasis en el verdadero significado de este evento:
El nacimiento de Dios mismo hecho hombre un pequeño bebe inocente lleno de limitaciones, indefenso, pero conteniendo dentro de si el infinito poder del Dios todopoderoso del universo, menuda paradoja.
Paradoja de amor, Dios dispuesto a humillarse para acercase a ti, a mi. Recordar esto le da verdadero significado a la navidad, el regalo infinito de Dios y la oportunidad de acercarnos a él.
Espero de todo corazón que durante esta fecha hagas un alto para reflexionar al respecto, que por un momento eches a un lado tu incredulidad y permitas ser tocado por la verdad. Si no deseas hacerlo así te deseo de todas maneras una muy feliz navidad.

Ariel

viernes, diciembre 14

Un año... (Buzón de sugerencias)

Ha pasado un año desde que subimos el primer articulo a contrapunto. Un año que empezó con fuerzas, mermo en el medio e intentamos darle por ultimo el impulso final, el definitivo. Dudo que lo hayamos conseguido, pero estamos en eso. Quizás como en cada cumpleaños lo que más queda es echar un vistazo atrás y recordar las cosas buenas y malas, las que se deben corregir y aquellas que deberían repetirse por lo menos una vez más.
Hemos cambiado en definitiva, creo que de reescribir cada uno de los artículos y comentarios hechos en este espacio corregiríamos más de alguna cosa y es que bueno, también nosotros somos un año más viejos. Y hemos aprendido sobre algunos temas, reaprendido sobre otros y olvidado algunos más. Al final un año más de saber que hay tanto por hacer, tanto que pensar y tanto que poner en acción que la vida y el tiempo parece quedarse corto.
La idea de contrapunto ha sido conseguida a ratos intermitentes, ya que son sus comentarios e ideas las que complementan y hacen valederas las que podríamos tener nosotros. El eje de contrapunto es que toda idea es oída, sopesada, algunas veces juzgada, pero siempre siempre respetada. No dudo que habremos cometido más de un error, (tanto gramatical como ideológico) sin embargo hemos escuchado atentamente sus correcciones (algunas veces más atentas que otros)
En fin, no hay tanto que decir hoy. Solo resta decir que seguiremos intentándolo (pensar, escribir, hacer) y esperamos también seguir con tu participación. Gracias a los que nos acompañaron a lo largo del año y también a los que (al igual que nosotros) estuvieron a ratos sí, a ratos no. Gracias a Dios quien (sobra decirlo) tiene que ver con todo lo que hacemos.
¡Gracias!
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Queremos dejar este tema también como buzón de sugerencia si tienes alguna idea sobre lo cual se debería escribir o algo que podría darle algo más a contrapunto: ¡Bienvenido sea!

domingo, diciembre 9

De reacciones y reactivos

Es siempre la misma situación. De repente en el mundo hace su aparición algún libro, alguna canción, alguna película o algún personaje del cual los cristianos debemos; en el peor de los casos salir huyendo despavoridos y en el mejor de ellos, tener muchísimo cuidado. La situación, es algo repetitiva y para ser sincero, me tiene bastante fastidiado.
Vivimos (como cristianos) en un constante estado de terror, una sin fin cacería de brujas, y hay que decirlo, muchas veces son por razones injustificadas e infundadas.
El último escándalo para el mundo cristiano, es la película pronta a estrenarse en América latina “The Golden Compass”. Para ser sincero no sabía absolutamente nada sobre la película, hasta que recibí un correo circular escrito (obviamente) por un cristiano en la cual semi escandalizado decía que este libro promovía el ateísmo y la película también. Comentaba con “le habían dicho” que la serie de libros era tanto peor que la película y que trataba sobre una niña que debía “matar a Dios”; menudo argumento.
No suelo prestarle atención a ese tipo de correos, soy del concepto y de la convicción de que el cristianismo es mucho más que una religión y que no está hecho de alfeñiques que deben salir huyendo ante la mínima muestra de amenaza a lo que están creyendo (si una película de fantasía es capaz de alterar lo que crees, es hora de que le hagas una revisión a tus convicciones)
Sin embargo durante el día recibí el mismo correo dos, tres y hasta cuatro veces más, debía hacer algo.
Así que empecé a investigar y encontré muchas cosas interesantes, no son totalmente falsas las declaraciones que se hacen al respecto. Pullman, el autor de la serie, es un ateo declarado. Sin embargo el libro tiene algo que enseñarnos a todos inclusive como cristianos. Sí, empecé a leer el primer libro y debo aclarar que no fue como un acto de rebeldía, sino con la plena convicción de que es mi responsabilidad (por lo menos) investigar si tamañas acusaciones son ciertas.
No invito a nadie a leer la serie, mucho menos si la conciencia te dicta que no, pero invito a todos a investigar un poco más al respecto, al final dejo un link muy interesante que servirá si quieres conocer un poco más de estos libros.
Ya basta de correr despavoridos solo porque “alguien nos dijo” ya no digamos es malo “porque me dijeron” tengamos un criterio propio basado sí en la palabra pero también en el escrutinio de las cosas que nos rodean.
Quizás merezca unas cuantas piedras (estoy dispuesto a recibirlas siempre y cuando sean bien lanzadas) Quizás (y esto es muy posible) esté equivocado. Pero mientras se me convence de lo contrario, cumplo con lo que sé es mi función: examino todo y retengo lo bueno.
¿No?
Aquí dejo el link si alguién quiere darse una idea

domingo, diciembre 2

La muerte.

La muerte ha sido un tema recurrente en mis últimos días. Cuando hace unos segundo decidí sentarme a escribir, pensaba hacerlo sobre otro tema, menos complicado. Sin embargo unos cuantos párrafos me hicieron regresar al tema que se ha estado planteando una y otra vez delante de mi: La muerte.
Hace algún tiempo conversaba sinceramente (de corazón a corazón) con una amiga sobre la muerte y lo que significaba para nosotros. Esa misma tarde realice mi rutina de recorrer las escasas librerías y tuve entre mis manos con toda la intención de comprarlo un libro de José Saramago titulado: Las intermitencias de la muerte. Y a lo largo de estos últimos días de una u otra manera la muerte aparece en mi vida. Lo que obviamente me ha llevado a pensar en mi manera de verla.
No le temo a la muerte es definitivo. Pensar en mi desaparición (física) de esta tierra no me aterra en lo más mínimo. Quizás el dolor o el sufrimiento me causan algunos resquemores pero el dejar de existir no me espanta. Tampoco es que lo desee, me siento muy bien ocupando este cuerpo flaco y ultimamente algo enfermo pero que no deja de ser cómodo. Al punto que quiero llegar es que la muerte en si (si llega a ocurrir) no me preocupa cuando se trata de mi muerte.
Sin embargo al hablar de la muerte de alguien a quién yo quiera es otra historia, el solo hecho de dejar deslizar la idea por mis pensamientos es dolorosa. pero entonces ¿A qué se debe que tema su muerte y no la mía? puedo considerar varias opciones: Egoísmo puro quizás, es decir mi muerte no significa un dolor para mí ni algo con lo cual deba lidiar; muerto no siento, no sufro (espero) en cambio el sobrevivir a la separación es lo doloroso. Una vez más eso puede ser un acto egoísta, lloro y sufro porque esa persona ya no esta conmigo aquí en la tierra aunque eso signifique que se encuentra mejor. Lloro y sufro no por la otra persona, lo hago por mi, porque he sido lastimado, porque de pronto me siento desamparado, porque he perdido algo. O quizás lloro porque me doy cuenta de que en algún momento me tocara a mi.
No sé creo que la muerte puede ser vista de muchas formas y por lo tanto tomada de la misma manera. Hay quienes prefieren ni siquiera tocar el tema. Creo que la muerte es parte de la vida, y que como tal hay que respetarla más no temerla y saber que si bien es cierto nos duele perder a alguien cercano, al morir queda en mejores manos que las nuestras.
Solo quería pensar un rato sobre la muerte. ¿Qué piensas tú?