viernes, marzo 20

Extremadamente peligrosos...

Cuando vi por primera vez la película "El Club de la pelea" me pareció de lo más genial. Ayer volví a verla, y aunque no me pareció tan extraordinaria, la sigo considerando bastante buena. Como dudo que la película haya cambiado desde la primera vez que la vi, concluyo que han habido drásticos cambios en mi manera de ser y de pensar, pero: ¿por qué me extraño? si lo único que no cambia es que todo cambia. Pero no quiero hablar de cambios, sino que quiero hablar de extremos. Porque al final ese es el mensaje que me deja la película. Un repiqueteo enorme a: "Los extremos son peligrosos" (y que conste que ese ya es un extremo).

La película es una crítica dura sobre las condiciones en que vive nuestra sociedad consumista. Tyler, uno de los dos personajes principales de la película, dice en algún momento: "Trabajamos en lo que no queremos, para comprar las cosas que no necesitamos" y bueno, empieza a retar al aburrido Jack, a llevar una vida más "intensa" más "al límite" deja su aburrido trabajo para emprender una empresa más arriesgada, empieza a salir con una chica, a hacer las cosas que siempre deseó pero nunca se atrevió a realizar y además ,como la guinda del pastel (Jack y Tyler ), inician el "club de la pelea" donde la idea es llevarse unos a otros al límite.

Es cierto, Jack era el otro extremo: un tipo demasiado aburrido con la vida que no desea llevar, respirando porque los pulmones lo hacen por sí solos, deseando constantemente la muerte y soñando lo que podría ser. Extremo uno: cruzarse de brazos y dejar que las cosas sucedan porque así deben suceder, quejarnos de nuestras condiciones sin mover ni un dedo para cambiarlas. Es malo sólo mirar cómo suceden las cosas y no involucrarse.

Tyler convence a Jack (y a todo el mundo) de que todas las cosas deben ser diferentes, todas las cosas deben cambiar y empiezan una revolución en la cual van a cambiar el mundo entero a la manera que Tyler piensa es la correcta. Extremo dos: ¡Hay que cambiar el mundo! ¿Por qué? no todo en el mundo está mal, no todo está averiado ni tiene que ser arreglado, hay cosas buenas y que tienen una razón de ser. Así que el mundo tampoco está conspirando contra nosotros con reglas estúpidas buscando nuestra caída, a veces sólo es necesario cambiar unos cuántos metros a nuestro alrededor para que las cosas anden mejor. No somos dioses (gracias a Dios) y no tenemos la respuesta a todas las preguntas.

La trama de la película es sorprendente (no digo más porque mato el encanto). Sólo queda señalar que los extremos son malos, o por lo menos peligrosos, que no podemos cruzarnos de brazos, ni tampoco atacar cuanto se nos cruce en frente. En fin, son extremos en los cuales caemos cualquier día. Pero en días como hoy los veo más claro y me parece pertinente denunciarlos.

Ariel

viernes, marzo 13

siempre ser "de afuera"

Tengo tantas cosas pasando por mi mente ahora mismo. Poesía, música, teología, política, ecología, ¿cuales de estas cosas valen la pena tomar el tiempo a media noche para escribir y intentar decir algo interesante, nuevo, o sorprendente?

Este fin de semana voy a ir a una conferencia de personas "de fe" sobre el tema de justicia social y cuidado del medio-ambiente. Me parece interesante, estar rodeada de personas "religiosas" quienes se han involucrado apasionadamente en la política. Como testigo que he sido en las ultimas semanas de todo lo que está pasando aquí en Washington, en realidad estoy pensando que no me gusta este tipo de trabajo. Aunque, en realidad este es el proceso.

Es interesante porque la teología (en el sentido de ¿quién es Dios?) se pierde en medio de la pregunta importante pero no tan teológico ¿que es ser humano? La dignidad humana se intenta defender sin explorar otra pregunta bastante grande ¿cual es la relación del ser humano con Dios? Hablamos de la humanidad y del medio-ambiente pero no hablamos de Dios. Es extraño para ser personas de fe.

Lo sé, hace poco me quejaba de que las personas de fe (en otro contexto) hablaban de Dios pero no se preguntaban la influencia que tenía Dios en lo que debería ser las decisiones sociales de la humanidad, ¿como cuidamos al oprimido? ¿que hacemos con el medio-ambiente? Se preocupaban solo con la idea vaga del infierno y el cielo y se perdían el aquí y ahora. Es extraño, porque creo que tampoco es sólo el aquí y ahora que importa. ¡Qué complicado!

Me siento igual en lo económico y político. Cuando estoy en un ambiente más conservador me preocupa que no se están preocupando por invertir en lo social, en lo humano y me molesta cuando hablan mal de "los liberales"... y cuando estoy en un ambiente más liberal me siento incomoda con algunas metas sociales que se tienen y me molesta cuando hablan mal de "los conservadores". Quizás eso es lo que me toca, siempre sentirme "de afuera" en lo político y quizás en lo que se trata "de la fe" también.

No quiero ser una de esas personas "de fe" que no hablan de ella si no en términos vagos pero, la usan para justificar su vida. Ni una de esas personas "de fe" que se decide distanciar del presente y de la vida material porque no es relevante ni losuficientemente "espiritual". ¿Cómo ser una persona balanceada con convicciones firmes sin ser una de esas personas que juzga y mal interpreta a todo lo que es un poco diferente a lo que uno piensa? ¿Cómo saber cuales extremos sí son malos, cuando no, cuando ser firme y cuando ser generoso?

sábado, marzo 7

Lodo y Goles.

Guazaro es un pueblo que se ubica en la región Noroeste de la provincia de Veraguas. Para llegar hasta allí debí viajar cinco horas en automovil , luego caminar siete horas más con el lodo hasta las rodillas (literalmente) y unas cinco horas más en lancha Me gusta caminar, no me quejo y compartir con las personas que viven tan desintoxicadas de "medios de comunicación" siempre es más que especial.

Nuestro grupo (Todos intoxicados hasta no más) compartió durante ocho día con estas personas. Mientras en "nuestro mundo" lo más vital era que en aquel momento se jugaba la "Copa de Naciones" (una competencia de fútbol entre los países centroamericanos) estábamos rodeado de los paisajes más espectaculares, el cielo por las noches era una visión alucinante, -ningún farol impertinente opacaba el espectáculo celestial- El silencio te permitía pensar con claridad, leer, conversar o simplemente observar la parsimonia con que una vaca se encarga de rumiar la hierba que comió durante la mañana. Era precioso.

Sin embargo fueron muy pocas las ocasiones en que realmente me dedique a ver las estrellas (sí lo hice, me encanta ver estrellas) pues todas las noches encendíamos el pequeño radio onda corta que había llevado de contrabando (un adicto es un adicto) e intentábamos descifrar entre la estática si Panamá había anotado un gol o ya había sido eliminado de la competencia. Nuestras conversaciones entonces giraban en tornos a los resultados, las estadísticas, lo que pasaría si entraba X jugador etc. (Cuan vanales podemos ser)

La ultima noche antes de regresar a nuestros hogares -Esa noche la pasamos en Río Luis, para salir de allí debíamos caminar 7 horas con el lodo hasta las rodillas (literalmente)- escuchamos como por primera vez en la historia Panamá se coronaba campeón de la copa de naciones. Salté, lo recuerdo bien, mi pecho se lleno de alegría, choque las manos con mis amigos y todos estuvimos de acuerdo en lo increíble que resultaba que Panamá hubiera ganado. Esa noche todos dormimos con una sonrisa en los labios: Panamá era campeón. (Y de paso le habíamos ganado a los ticos)

Al día siguiente al salir a caminar aquellas largas siete horas (en realidad se hacen cortas en buena compañía y con buena conversación) el lodo nos hizo olvidarnos a todos que a miles de kilómetros de allí, donde la gente navega en Internet y tiene señal en sus celulares, donde algunos ven televisión por cable y otros escriben blogs, un equipo de hombres había resultado ser el mejor pateando una bola y metiéndola en un arco. Nos olvidamos de cuan importante es el fútbol para la sobre vivencia del ser humano (estoy siendo irónico por si no se nota)

Lo importante para nosotros era no caernos y que el próximo paso nos acercara un poco más a casa. Pensé en lo vano que era aquel "triunfo histórico" y lo poco que valía (si es que acaso vale algo) Pensé que en nuestro mundo "avanzado" las cosas que tienen valor son exactamente aquellas cosas que no lo tienen. ( no sé porque me recuerda una cita bíblica) que vale más observar una hermosa foto del atardecer que el atardecer en vivo
y a todo color. Que preferimos vernos a través de "webcams" que mirarnos a las caras. Que optamos por mirar en Internet las ultimas fotos de las constelaciones, que tomarnos una noche para observarlas en el cielo. De repente hemos perdido el sentido de las cosas o quizás yo este equivocado. Por alguna razón el lodo me hizo pensar en todo aquello, pensar que quizás estamos dedicándole tiempo a cosas que realmente no valen la pena. Dicen que reconocer una adicción es el primer paso para recuperarse de ella...

Ariel