viernes, marzo 13

siempre ser "de afuera"

Tengo tantas cosas pasando por mi mente ahora mismo. Poesía, música, teología, política, ecología, ¿cuales de estas cosas valen la pena tomar el tiempo a media noche para escribir y intentar decir algo interesante, nuevo, o sorprendente?

Este fin de semana voy a ir a una conferencia de personas "de fe" sobre el tema de justicia social y cuidado del medio-ambiente. Me parece interesante, estar rodeada de personas "religiosas" quienes se han involucrado apasionadamente en la política. Como testigo que he sido en las ultimas semanas de todo lo que está pasando aquí en Washington, en realidad estoy pensando que no me gusta este tipo de trabajo. Aunque, en realidad este es el proceso.

Es interesante porque la teología (en el sentido de ¿quién es Dios?) se pierde en medio de la pregunta importante pero no tan teológico ¿que es ser humano? La dignidad humana se intenta defender sin explorar otra pregunta bastante grande ¿cual es la relación del ser humano con Dios? Hablamos de la humanidad y del medio-ambiente pero no hablamos de Dios. Es extraño para ser personas de fe.

Lo sé, hace poco me quejaba de que las personas de fe (en otro contexto) hablaban de Dios pero no se preguntaban la influencia que tenía Dios en lo que debería ser las decisiones sociales de la humanidad, ¿como cuidamos al oprimido? ¿que hacemos con el medio-ambiente? Se preocupaban solo con la idea vaga del infierno y el cielo y se perdían el aquí y ahora. Es extraño, porque creo que tampoco es sólo el aquí y ahora que importa. ¡Qué complicado!

Me siento igual en lo económico y político. Cuando estoy en un ambiente más conservador me preocupa que no se están preocupando por invertir en lo social, en lo humano y me molesta cuando hablan mal de "los liberales"... y cuando estoy en un ambiente más liberal me siento incomoda con algunas metas sociales que se tienen y me molesta cuando hablan mal de "los conservadores". Quizás eso es lo que me toca, siempre sentirme "de afuera" en lo político y quizás en lo que se trata "de la fe" también.

No quiero ser una de esas personas "de fe" que no hablan de ella si no en términos vagos pero, la usan para justificar su vida. Ni una de esas personas "de fe" que se decide distanciar del presente y de la vida material porque no es relevante ni losuficientemente "espiritual". ¿Cómo ser una persona balanceada con convicciones firmes sin ser una de esas personas que juzga y mal interpreta a todo lo que es un poco diferente a lo que uno piensa? ¿Cómo saber cuales extremos sí son malos, cuando no, cuando ser firme y cuando ser generoso?

1 comentario:

  1. Cierto, Hannah. Me identifico contigo. Y seguramente muchas veces te equivocas, igual que yo y que todos. Pero el valor de tu actitud la veo en que no tratas de quedar bien con un grupo o con el otro. Es más fácil "encajar" en el ambiente que estamos en determinado momento, que ejercer el discernimiento para ver claramente. Quizá el corazón del asunto es ¿cuál va a ser nuestra guía, nuestra brújula? No será un grupo ni otro, ni siquiera el que está en el medio, sino la Palabra de Dios. Reconozco que no es tan fácil porque si se trata de fe, generalmente cualquier grupo, si es cristiano, proclama ser fiel a la Biblia. Si es en política, todos dicen estar buscando el bien común. Quizá el hecho de "no conformarnos" (lo cual sería lo más cómodo) nos indica que vamos por buen camino.

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