Hace unas semanas ocurrió en la cumbre Iberoamericana un hecho que ha trascendido quizás más como una anécdota cómica y curiosa que como un hecho para llamar a la reflexión. -¿Por qué no te callas?- soltó de repente el rey, echando por el suelo todo el protocolo que suele acompañar a una figura de semejante envergadura. Dicen por allí (no me consta) que hasta ringtones han sacado con la frasecilla que pronuncio el Rey de España al presidente venezolano Hugo Chavez.
Y vamos para ser sinceros Chavez estaba dando suficientes motivos para que le callaran la boca y aún más quizás hasta para ser sacado de la sesión. Si no te has enterado del asuntito cosa que sería bastante extraña he aquí un link donde puedes leer la noticia y hasta ver un pequeño vídeo del suceso. http://www.elmundo.es/elmundo/2007/11/10/internacional/1194711476.html
Yo quiero tocar por lo menos dos puntos que me han hecho pensar de todo este alboroto. Debo admitirlo de antemano; no simpatizo con Hugo Chavez. Me parece que en muchas ocasiones se comporta como un completo patán prepotente. Sin embargo es una autoridad (no mía gracias a Dios) y por lo tanto como tal merece respeto, quiera yo dárselo o no. Cuestionar si Chavez merece o no estar en el poder es un asunto de nunca acabar. Merece porque fue elegido democráticamente o por lo menos eso parece. Un choque de autoridades aparente; un rey vrs un presidente.
-No es cuestión de quién es más- me comento una amiga al yo preguntarle quién tenía más autoridad. -Chavez se estaba comportando de manera indebida y por lo tanto cualquiera podía llamar su atención a ese punto- el rey hizo un poco más que llamarle la atención a ese punto, pero creo que en este caso mi amiga tiene razón. Eso me ha llevado a otros puntos como considerar la manera en que el rey gano su autoridad a punto de sangre y tras una de las dictaduras más crueles de la historia (¿así se gana la autoridad?) pero bueno no soy yo quién para cuestionar métodos de conseguir autoridad y solo quería comentar que esto fue algo que me hizo pensar.
El otro punto (con el cual me quedo) es la respuesta diplomatica, cabal y acertada de Zapatero a las impertinencias de Hugo Chavez: "Se puede estar en las antípodas de una posición ideológica y no seré yo quien esté cerca de las ideas de Aznar, pero fue elegido por los españoles y exijo ese respeto" me quito el sombrero ante esta declaración de Zapatero. Aznar un rival directo y en contraria oposición a él pero Zapatero sin dudarle exige el respeto que es debido. Igual es una lección de tolerancia de ideas diferentes de respeto e inclusive de aprecio a quienes pudieran ser nuestros contendientes. Ah! la tolerancia esa palabrita tan fácil de desviar. Eso me hizo pensar este encontronazo del rey y el presidente. ¿Que te hizo pensar a ti?
Quizás he pensado algunas cosillas más pero no será este el momento en que yo las escriba; sobre todo porque escucho una pequeña voz en mi cabeza que me dice algo así como: -¿Por qué no te callas?- sera mejor que obedezca.
Ariel