viernes, abril 20

El señor presidente, la democracia y el respeto...

Cuando una multitud ejerce la autoridad, es más cruel aún que los tiranos.
Platón


No voy a mentirles. Es poco lo que me simpatiza el señor Ricardo Martinelli (Presidente de Panamá escogido por clamor popular y por mayoría aplastante) y no es algo reciente. No tiene nada que ver con escándalos italianos o radares sobrevalorados. Me pareció incorrecta la forma en que ganó las elecciones, no porque haya hecho trampas sino por el fuerte tono sucio que tuvo la campaña donde no dudo en llamar burro o huesos viejos a los rivales y endiosarse diciendo que el caminaba en los “zapatos del pueblo” (Tal vez nadie notó que los supuestos zapatos del pueblo eran zapatillas converse de unos setenta dólares por lo menos.) 

Pero independientemente de mis gustos fue escogido presidente de Panamá. Son varios los post que he dedicado a cuestionar su estilo duro y grosero rayando en lo vulgar. Sin embargo sigue siendo el presidente de Panamá. No lo escogí yo, es cierto, pero escogí la democracia como sistema político y por ende le endose a  “la mayoría” el derecho a escoger quien me gobernara, quién cobrara y gastara mis impuestos, quién dictara mis leyes y quién  sea llamado presidente de la republica de Panamá. Quizá no creo en Martinelli ni en su partido el CD pero creo firmemente en la democracia (a falta de una opción mejor) y por lo tanto el señor Martinelli es mi presidente y por ende merece mi respeto.

No voy a mentirles. De vez en cuando me crispa los nervios, me dan deseo sde escribir dos o tres cosas en su contra. Me encontraran incontables veces criticándolo, siendo mordaz e irónico con sus ultras fieles seguidores (como mis amigos Jorge y Pedro) pero nunca me encontraran faltándole el respeto pues puedo no creer en la persona pero creo en el cargo y en lo que representa. 

Todos vieron la conferencia de prensa que dio para defenderse del escandalo “Lavitola”.  Fue errada en muchos aspectos, fue pobre, fue carente de elocuencia y convicción. Tuvo una confrontación con un periodista de la cual me enteré por las redes sociales. Decían que le había llamado drogadicto, decían que  se había burlado de su pasado y que le había juzgado y condenado. Al principio me  lo creí, es increíble la cantidad de cosas que creo capaz al señor presidente, pero luego al ver el video me encontré con algo diferente. Lejos de encontrar a un hombre grosero y prepotente llamando drogadicto a un periodista, me encontré a un señor intentando explicar porque había hecho lo que hizo. Un hombre sin capacidad de retorica y sin idea de como improvisar en publico y ojo, no lo digo como critica, sinceramente creo que esta vez el presidente no se equivocó. Erró de campechano y de pensar que estaba conversando en la sala de su casa y no en cadena nacional pero no le vi malicia o crueldad al hacer el comentario, me pareció que inclusive intentó compensarlo al final con muy poco éxito. 

De modo que me parece injusta la avalancha de insultos contra el presidente. Entiendo y aplaudo la crítica correcta y bien pensada, soy muy consciente de las fallas del actual gobierno pero los insultos y la falta de respeto es inaceptable. Una cosa es criticar otra insultar. Criticar de forma correcta ayuda a crecer (aun cuando no se le haga caso a la critica) Insultar solo genera más insultos.  Hay quienes inclusive se escudan detrás de la Biblia para soltar toda clase de improperios  se la saben toda de memoria menos aquella parte donde el maestro escribe en tierra y señala: Aquel que este libre de pecados… 

domingo, abril 15

Sobre hablar, actuar y reconocer...

"Enfoca los problemas como lo haría un perro: los miras, los olfateas y si no te los puedes comer... los meas y te vas" (Extraido del calendario 2011 de Spay Panamá)

El tema de los animales ha sido comidilla los últimos días en Panamá, con todo el rollo de si la ley 308 era vetada o no. Fue interesante leer en mi "Time line" en twitter todo tipo de reacciones, gente apasionada defendiendo a los animales, otros señalando que quizá se exageraba un poquito la nota pues eran animales y no personas y así una larga lista de etc.

Y al final uno podría pasar horas debatiendo sobre la validez, o no, de prestarle tanta atención a los animales. Hay quienes dicen que no entienden como se hace tanto énfasis por cuidar a los animales si están problemas que nos afectan a los seres humanos como la violencia, el alto costo de la vida, los malos políticos y así. Otros que derrochan tuits y post (como esté) defendiendo a los animales y diciendo lo mucho que debe hacerse o lo humano que nos hace proteger a los animales. 

Pero mientras nosotros los bloggers y tuiteros gastamos bytes escribiendo a favor o en contra, peleando, ¿ inútilmente?, para que el presidente apruebe la ley, hay quienes simplemente trabajan, hacen lo que les corresponde.

 En la mañana de hoy acompañé a mis dos hermanas menores a operar a sus gatitos, Spay Panamá, una organización sin fines de lucro organizó una campaña de esterilización masiva. Ofrecían por diez dolares, si podías darlo, operar y desparasitar a tu gatito, por veinte a tu perro. Hay que aclarar que este precio es pequeñísimo. 

Era impresionante observar a ese grupo de veterinarios entregar su tiempo, su profesión y sus vidas por algo en lo cual creen. Era inspirador verlos sudar, llenarse de sangre, estar en constante peligro de ser mordidos o arañados. Solo por creer en que los animales merecen una oportunidad. Mucho más difícil que escribir un tuit o este post. 

Mientras hacíamos fila una de las encargadas revisaba una copia de la ley 308, pero mientras seguramente espera que la ley sea aprobada, hacía su parte para demostrar que lo cree es real. No puedo más que quitarme el sombrero y felicitar a esta organización por todo el bien que hacen.

Aun así, queda aquella sensación de muchas veces quedarme en el tuit, en las palabras. Creo definitivamente en la revolución de las palabras y en el potencial de los nuevos medios de comunicación para impactar al mundo, pero también quiero ser una persona de acción que viva lo que cree. En eso me dejaron pensando los de Spay. Tenía que escribirlo pues quiero vivirlo.

viernes, abril 6

Llueve en Panamá...

Cuando llueve comparto mi paraguas, si no tengo paraguas, comparto la lluvia.
Enrique Ernesto Febbraro
     La lluvia se dejo caer por primera vez en algunos meses. Cae justo a tiempo a decir verdad, la tierra estaba sedienta. Podría tomar la analogía de la lluvia y hablar de muchas cosas, sobre como los seres humanos somos tan inconformes que celebramos las primeras lluvias para luego estarnos quejando dentro de unas semanas deseando la vuelta del verano, podría criticar los falta de previsión del gobierno ante los problemas que cada año acarrean las lluvias, se acabo la época seca y no se hizo nada, vendrán los desbordes, las inundaciones y muy probablemente la capital se quede una vez más sin agua pues la potabilizadora aun no esta lista para procesar tanta cantidad de agua, podría quejarme pues se acabaron los días soleados y frescos o celebrar las primeras lluvias que refrescan la tierra y hacen cantar a los pajarillos. Pero no voy a hacer nada de eso, voy a ahorrarme y a ahorrarles esas reflexiones para otro día, hoy solo quería celebrar la belleza de la lluvia que hace brotar de entre las piedras y la tierra seca flores como estas


Hoy solo quería, a modo de moraleja cursi, que aun aquellas cosas de las cuales podemos quejarnos traen cosas hermosas y agradables. Y quien sabe, a lo mejor este año los panameños no nos quejamos de la lluvia y el gobierno ha desarrollado un plan en secreto para solucionar todos los problemas de la época lluviosa, nunca se sabe, total hoy he aprendido que tras la más dura de las piedras se puede esconder la más delicada de las flores.