Platón
No voy a mentirles. Es poco lo que me simpatiza el señor Ricardo Martinelli (Presidente de Panamá escogido por clamor popular y por mayoría aplastante) y no es algo reciente. No tiene nada que ver con escándalos italianos o radares sobrevalorados. Me pareció incorrecta la forma en que ganó las elecciones, no porque haya hecho trampas sino por el fuerte tono sucio que tuvo la campaña donde no dudo en llamar burro o huesos viejos a los rivales y endiosarse diciendo que el caminaba en los “zapatos del pueblo” (Tal vez nadie notó que los supuestos zapatos del pueblo eran zapatillas converse de unos setenta dólares por lo menos.)
Pero independientemente de mis gustos fue escogido presidente de Panamá. Son varios los post que he dedicado a cuestionar su estilo duro y grosero rayando en lo vulgar. Sin embargo sigue siendo el presidente de Panamá. No lo escogí yo, es cierto, pero escogí la democracia como sistema político y por ende le endose a “la mayoría” el derecho a escoger quien me gobernara, quién cobrara y gastara mis impuestos, quién dictara mis leyes y quién sea llamado presidente de la republica de Panamá. Quizá no creo en Martinelli ni en su partido el CD pero creo firmemente en la democracia (a falta de una opción mejor) y por lo tanto el señor Martinelli es mi presidente y por ende merece mi respeto.
No voy a mentirles. De vez en cuando me crispa los nervios, me dan deseo sde escribir dos o tres cosas en su contra. Me encontraran incontables veces criticándolo, siendo mordaz e irónico con sus ultras fieles seguidores (como mis amigos Jorge y Pedro) pero nunca me encontraran faltándole el respeto pues puedo no creer en la persona pero creo en el cargo y en lo que representa.
Todos vieron la conferencia de prensa que dio para defenderse del escandalo “Lavitola”. Fue errada en muchos aspectos, fue pobre, fue carente de elocuencia y convicción. Tuvo una confrontación con un periodista de la cual me enteré por las redes sociales. Decían que le había llamado drogadicto, decían que se había burlado de su pasado y que le había juzgado y condenado. Al principio me lo creí, es increíble la cantidad de cosas que creo capaz al señor presidente, pero luego al ver el video me encontré con algo diferente. Lejos de encontrar a un hombre grosero y prepotente llamando drogadicto a un periodista, me encontré a un señor intentando explicar porque había hecho lo que hizo. Un hombre sin capacidad de retorica y sin idea de como improvisar en publico y ojo, no lo digo como critica, sinceramente creo que esta vez el presidente no se equivocó. Erró de campechano y de pensar que estaba conversando en la sala de su casa y no en cadena nacional pero no le vi malicia o crueldad al hacer el comentario, me pareció que inclusive intentó compensarlo al final con muy poco éxito.
De modo que me parece injusta la avalancha de insultos contra el presidente. Entiendo y aplaudo la crítica correcta y bien pensada, soy muy consciente de las fallas del actual gobierno pero los insultos y la falta de respeto es inaceptable. Una cosa es criticar otra insultar. Criticar de forma correcta ayuda a crecer (aun cuando no se le haga caso a la critica) Insultar solo genera más insultos. Hay quienes inclusive se escudan detrás de la Biblia para soltar toda clase de improperios se la saben toda de memoria menos aquella parte donde el maestro escribe en tierra y señala: Aquel que este libre de pecados…
Ariel, quizás muchos estén en contra de mi opinión. Lo que voy a decir no es porque somos amigos de hace tiempo, o por que voté por el presidente (y no me importa que me tiren en la cara eso)y aunque voté por él no estoy de acuerdo en muchas cosas que hace y dice. Creo personalmente que lo que dijo no estuvo bien, pero ahora todo el mundo sale a criticarlo, a juzgarlo como lo peor, que es el peor presidente que hayamos tenido (y todo esto no lo puedo afirmar, ni negar), pero lo que realmente me molesta es que han hecho de eso un "show" y que la gente se presta para eso. Ahora hasta los que asesinaron, maltrataron, ofendieron, secuestraron, violaron, robaron, exiliaron, golpearon a muchos (o miles) panameños, salen en la televisión acusando al presidente por lo que dijo, golpeándose el pecho como justos y no ven la viga que tienen en el ojo y su rabo de paja.
ResponderEliminarBueno que pases un buen día.