jueves, diciembre 8

Moneyball y las preguntas equivocadas.

Quienes creen que el dinero lo hace todo, terminan haciendo todo por dinero.
Voltaire

Muchas veces a la hora de tomar decisiones en nuestra vida nos hacemos la pregunta equivocada. Ya sea una decisión profesional, académica o incluso sentimental hay ciertas preguntas de rigor en nuestra mente las cuales sorteamos de mejor o peor manera: ¿Qué dirán las demás personas? ¿Tendré éxito? ¿Alguien me admirara por lo que hago? pero sobre todo solemos preguntarnos ¿cuánto me van a pagar? 

Hace rato tenía ganas de ver una buena película. Por una extraña combinación de factores quería ver "Moneyball": había leído muy buenas reseñas y me encanta el beisbol. Hace un par de días por fin pude verla. Ahora mismo me arriesgo a decir que es una de las mejores películas que he visto. No suelo evaluar las películas por vestuario, iluminación o convicción de los actores, pues debo reconocer que mis conocimientos en aspectos cinematográficos son nulos escasos, mi escala de películas va desde inútilmente aburrida hasta sublimemente inspiradora. 

Billy Bean es el manager de los Atléticos de Oakland y tienen como filosofía no tomar decisiones basadas en el dinero. A pesar de estar en medio de un juego en el cual los millones danzan yendo y viniendo el decide basar sus expectativas y estrategias en otros aspectos. Utiliza métodos completamente no ortodoxos para crear un equipo ganador. El resultado es emocionante e inclusive un poco descorazonador. 

En una de las mejores escenas de la película Billy Bean es cuestionado sobre sus métodos poco tradicionales. 

-¡Vas a perder! ¡Te van a criticar! ¡te vas a quedar sin trabajo!- le recrimina uno de sus compañeros. 

-Te estás haciendo la pregunta equivocada- responde el manager. -Te estas preguntando ¿voy a ganar? ¿Voy a ganar dinero? ¿Hacerme famoso? esas no son las preguntas adecuadas. Debes preguntarte ¿Creo en eso? y si crees si realmente crees en lo que estás haciendo nada ni nadie, ninguna suma de dinero, te impedirá hacer lo que crees. 

La película es basada en la vida real y esa es una filosofía válida para lo que hacemos. Escoger un trabajo o los estudios, tomar un riesgo, una aventura o inclusive soñar, suelen estar rodeados de las preguntas equivocadas, -en este mundo la pregunta de ¿me va a dar dinero? suele ser la principal- y por eso nos encontramos con policías corruptos, abogados estafadores, presidentes y políticos mediocres, escritores frustrados, doctores incumplidos y una larga lista de etcéteras pues a la hora de tomar decisiones radicales de vida se hicieron la pregunta equivocada. Y no creen en lo que hacen sino que creen en el dinero. 

Ya sé, ya sé, sacar el dinero de la ecuación es algo imposible complicado, no digo que muramos de hambre pero sería bueno que el dinero sea un apoyo para nuestros sueños e ideales y no nuestro sueño e ideal en sí. 

¿Cuáles son las preguntas que te haces tú?

domingo, diciembre 4

Generosidad en tiempos así

Todos sabemos como anda la economía global. ¿Se acuerdan cuando se empezó a despedazar todo hace un par de años? Bueno, a mi me toco la suerte de salir del mundo idílico de estudiante al mundo cruel de la búsqueda de trabajo justo en ese momento. 

Aprendí muchas cosas en ese tiempo, me humilló y me inspiró. Conocí tantas organizaciones increíbles con los que me hubiera gustado trabajar, casi me contratan unos más, pero el resultado más duradero ha sido que tengo una adicción, ¿afición? a la búsqueda de empleos interesantes. 

En parte lo hago porque pasé meses en la que esa era mi trabajo y creo que desarollé un pequeño complejo al respecto, después de superar rechazo tras rechazo, y en parte lo hago porque me gusta. Es extraño, pero como resultado sigo encontrándome con oportunidades interesantes para mi y para otras personas además de aprender sobre iniciativas interesantes que se están haciendo alrededor del mundo. 

Otro resultado es que me he convertido en consultora a tiempo parcial de todos mis amigos y familiares en el tema de escribir sus ‘currículum vitae’ que consiguen entrevistas (y de allí –tiene un buen record en conseguir empleos también) esa fue una de las habilidades que desarrollé en aquel tiempo –conseguía entrevistas con cualquier institución, era buena para aquello.

En fin, cuento todo esto porque estaba haciendo eso mismo –revisando un currículum-- cuando me encontré con una iniciativa bonita, que me llevó a encontrar otra y me gustaron tanto que decidí compartirlos aquí. Se trata de un grupo de jóvenes que han decidido becar a estudiantes destacados de la Comarca Ngöbe-Buglé de Panamá. Su sitio se llama “Few For Change/Unidos por el Cambio” y tienen una bonita historia de ver una necesidad y querer hacer una diferencia.

De allí me encontré otro sitio súper interesante que se llama “The School Fund” que funciona algo así como “Kiva” en la que puedes elegir estudiantes de distintas partes del mundo para becarle sus estudios. Este tipo de cosas me parecen de lo más hermoso y me hacen pensar que yo también puedo hacer algo, pues aunque a uno no le guste o no puedas sentir la misma satisfacción que si haces algo tangible, la generosidad es una buenísima forma de ayudar a las personas. 

Si les interesa saber más:


jueves, diciembre 1

Me desahogo

A veces vengo aquí para escribir mis pensamientos en cuanto a la vida y otras veces vengo para desahogarme. Este es uno de esos momentos. Me siento sumamente abrumada. Y me desanimo porque cuando uno está abrumado piensas y sientes eso y más.  A mi me hace sentir que no soy capaz de hacer las cosas que tengo que hacer, me hace sentir que lo que sí logro hacer no lo hago bien.

Imagínate como será, entonces, no tener suficiente para pagar el alquiler, comprar comida y ropa para los niños, transportarse para conseguir trabajo, etc. etc. –eso es estar abrumado. En esa situación me daría igual si a penas paso una materia en la universidad o si la paso con honores suma cum laude. Estaría agradecida si pudiera ir a la universidad. 

La verdad es que a veces, las tensiones y las presiones vienen desde afuera. Me gustaría poder desarrollar la capacidad de dejar todas las presiones y sentimientos de las demás personas por afuera y tener una burbuja protectora que me permitiera mantener la calma y no perder la perspectiva en situaciones así. ¿Cómo conseguirla? 

Hoy, me gustaría poder dejar todas las responsabilidades que tengo y dedicarme a otra cosa, ¿qué? No sé. A veces pienso que quiero dedicarme a esto, a escribir –pero no puedo vivir de eso. Otras veces pienso que si pudiera conseguir el trabajo que me diera de qué vivir, para poder dedicar mi tiempo a trabajos de caridad, ESO sí sería un sueño hecho realidad. No sé si llegará ese día. 

Mientras tanto, tengo trabajo con niños que me encantan, estoy estudiando (aunque me abruma), tengo buenos compañeros, tengo un súper esposo, tengo dos mascotas lindas (aunque problemáticas), y hoy –tengo un arbolito de navidad. 

De todos modos, la verdad es que me muero por que vengan las vacaciones.

viernes, noviembre 4

Armando Paz

Ayer estuve leyendo en cuanto a una iniciativa que se está presentando en Panamá llamado Armando Paz.  Pienso escribir en cuanto a los detalles del proyecto después, pero mientras leía la página de Armando Paz me topé con un video de unos niños que viven en una isla en Tailandia en la que todas las personas viven, literalmente, en casas flotantes en el agua. 

A estos niños les gustaba ver fútbol en la televisión pero nunca había podido jugar fútbol porque no tenían donde jugar.  El video cuenta la historia de cómo se las ingeniaron para crear un lugar de juego y se convirtieron en el mejor equipo juvenil de la región.  Es un video que te inspira a pensar en lo que amas o deseas hacer y buscar la manera de hacerlo.  Porque, ¿quién se hubiera imaginado poder crear un espacio para jugar fútbol en el mar?  Aquí los comparto el video para que lo vean.
 

jueves, noviembre 3

Por cierto...

Feliz 3 de Noviembre.
En 1903 Panamá se proclama la separación de Panamá de Colombia, y Panamá se erige como país independiente.

Ganas de crear

Hoy es 3 de noviembre.  Estoy en mi casa pasando el día libre de mis sueños.  Primero, desayunar algo rico en casa.  Después, sentarse a leer un rato con una taza de té.  Después, tener el tiempo para escribir lo que no has escrito en 3 meses.  Tender un poco de ropa y leer un poco más.  

Lo curioso es que al descansar del trabajo lo que mas me urge hacer, lo que siento que descuido en el tiempo de trabajo es "crear".   Y no es que no tenga que ser creativa en el trabajo, a veces siento que se me explota la cabeza de tantas ideas que tengo para el trabajo, pero es el proceso creativo que nace de mis ideas y de mis sueños que me hace falta.

En el trabajo tengo que ser creativa para cumplir con expectativas que se me imponen desde afuera, pero cuando tengo un día libre, puedo desahogar todo lo que llevo guardado por dentro porque no he tenido tiempo para desarrollarlo.  Puedo leer lo que yo quiero porque a mi me interesa, puedo escribir lo que yo estoy pensando aunque no tenga nada que ver con nada, puedo crear lo que yo quiero porque lo tengo en la cabeza hacerlo.  Y eso es lo que más me hace falta. Crear.

Hace un par de días le dije a Ariel que quería crear algo que se pudiera vender.  El me miró extrañamente y dijo --¿Por qué?  La verdad es que el vender no es tanto lo que estaba pensando, pero si alguien quiere comprar algo que has creado significa que has creado algo atractivo que a otra persona le gustaría tener.  Por eso, en realidad, me gustaría poder crear algo, tal vez algo que pudiera regalar a fin de año.  No tanto para ahorrar, más bien porque me gustaría tener la capacidad de crear algo que las demás personas les gustaría tener o usar.  

Tendré que explorar un poco más mis deseos de crear algo.  ¿Alguna vez has desarrollado algún producto o has soñado con hacerlo?  ¿Qué tal te ha ido?

jueves, octubre 20

Sobre el fino arte de matar seres queridos al escribir

Cuando me preguntan: ¿Cómo escribir? Siempre respondo: una palabra a la vez.
Stephen King

Hace algunos años leí un libro de Stephen King, "Mientras escribo". Es el único libro que he leído de este autor y lejos de ser una de sus increíbles novelas, trata sobre el complicado oficio de escribir. Ya sé, nadie tomaría a Stephen King como el escritor más ortodoxo pero habrá que reconocerle: para vender tantas novelas y estar sacando cada año un par de libros nuevos algo debe saber al respecto. (Además he visto unas cuantas películas basadas en sus libros y las historias pueden ser bastante buenas e inclusive geniales.) 
El punto es que en alguna parte del libro King da consejos para aspirantes a escritor (como su servidor). Decía que al terminar el manuscrito era bueno dejarlo reposar en un cajón un par de meses antes de volver a tomarlo para las respectivas correcciones. 

¿La razón? -Es necesario eliminar todas las partes innecesarias del libro, hay personajes, escenas, diálogos, descripciones, que sobran y hay que eliminarlas o hundirán la historia. Sin embargo dice King con su humor macabro, eliminar escenas o personajes es como matar seres queridos. Cuando recién has terminado de escribir tu borrador y estas consiente del tiempo y el esfuerzo que te ha llevado todo puede parecer demasiado bien y todos son como seres queridos. Por eso hay que dejarlo en un cajón un par de meses, luego cuando vuelvas a tomar el escrito los personajes, los párrafos, las escenas ya no las sentirás tan tuyas y podrás analizarlo de una forma más fría. Serán como seres queridos de otra persona, dice Stephen King, y es mucho más fácil matar a los ajenos que a los propios. (Lamentablemente no tengo el libro conmigo de modo que estoy escribiendo lo que recuerdo) 

No soy escritor, eso ya lo saben, pero estoy en la aventura de intentar llegar a serlo si es que me alcanza la disciplina, el talento y las ideas. Como sea hace unos días tomé un viejo borrador que tengo tomando polvo desde hace meses. (Les conté de eso el año pasado) Y al volver a leerlo y transcribirlo los personajes que me parecían perfectos y elaborados empezaron a sacar sus falencias, los diálogos resultaron aguados y muchas escenas confusas. Mi primer impulso fue desanimarme pero luego recordé lo leído en "Mientras escribo" y vi que era la gran oportunidad de depurar la historia, de sacar a los malos personajes o al menos darle más peso y presencia. 

No sé si al final dará para algo la historia, por ahora me toca reescribirla y en proceso tratar de matar a todos los lastres que vaya encontrando, es emocionante, es retador y agotador. 

He aprendido en este proceso que parte de ser un escritor es tener la capacidad de ser lo suficientemente humilde para reconocer que aun "la mejor" cosa que has hecho es simplemente basura. Hace unos meses me sentía orgulloso de haber terminado "un libro" hoy sé que tengo trescientas y tanto de hojas de un proyecto que puede llegar a ser algo o puede que no. Todo depende del valor que tenga yo para borrar aquello que no funciona, del valor para matar a los que alguna vez fueron mis seres queridos y ahora no son más que estorbos en mi historia. 

Ya veremos.

viernes, octubre 14

Los buses, sus historias, sus lecciones.

"Mejor ser ocasionalmente engañado, que perpetuamente receloso" -
B. C. Forbes

Viajar en autobús tiene sus ventajas. No es el lugar más cómodo, ni la forma más rápida de llegar a algún lado, pero ningún viaje en un automóvil por más lujoso que sea nos brinda la mitad de interacción humana, ningún viaje con los vidrios hasta arriba, la música a todo volumen y el aire acondicionado a tope nos da historias interesantes de las cuales formamos parte por cinco segundos o un par de horas. Ya he escrito en otras ocasiones historias sobre autobuses (Buses Musicales y Otra de Autobuses) pero creo que vale la pena hacerlo una vez más. 

Estaba a unas cuatro paradas de llegar a casa. La cabeza me zumbaba de esa extraña forma que lo hace cuando el sol es demasiado y el cuerpo exige un almuerzo que se ha ido atrasando. Ya saben cómo es eso. En la parada se sube un muchacho al bus, va con un bastón de ciegos y parece no ver nada. Me avergüenza decirlo pero mi primer instinto fue desconfiar. Soy una persona a la que le cuesta decir no para ayudar a alguien, eso me ha hecho llevarme un par de chascos y perder unos cuantos dólares. No obstante el muchacho se veía autentico, empezó a hablar no como quien se ha memorizado un guión con los clásicos clichés "hoy soy yo, mañana eres tú" etc. Tampoco pretendía hacernos creer que representaba a alguna mágica organización que salvaba niños, ancianos, drogadictos, perros, gatos y quien sabe cuántas cosas más. En un lenguaje bastante atropellado, quizá por los nervios, quizá por la falta de educación nos contó su historia: 

Tuvo un accidente de automóvil hace un par de años. Perdió la vista. Uno de sus ojos está dañado irreversiblemente mientras que el otro puede recuperarse con una operación que cuesta diecinueve mil dólares. No tiene esa cantidad de dinero, obviamente, no quiere perder la cita que tiene en el Seguro Social y decidió salir a la calle a pedir, a recoger diecinueve mil dólares. La forma de hablar y mi lado blandengue hicieron que quisiera ayudarlo, tampoco tengo diecinueve mil dólares pero podía darle algo. Aun así pensaba que al pobre muchacho no le iba a ir demasiado bien, las personas nos han enseñado a desconfiar de las personas y en una cultura como la panameña donde nadie quiere ser el Congo y todos quieren ser los más vivos queda muy poco lugar para el beneficio de la duda. 

Sin embargo para mi sorpresa y satisfacción, la gente reaccionó sacando monedas y billetes, el muchacho no veía de modo que tenían que tocarle la mano y entregárselo. Nunca había visto una reacción tan solidaria en el bus. 

Se bajó algunas paradas después. Iba solo. Quizá nunca sepa si llego a los diecinueve mil dólares, es más quizás nunca sepa si en realidad era un muchacho con necesidades o un increíble actor. Como sea me hizo bajarme aquella tarde con una sonrisa y esperanza en la personas que aun saben cuando confiar, que aun pueden sacar algo de sus bolsillos, aunque estoy seguro no les abunda y ayudar a quien pide ayuda. 

En estos tiempos de desconfianza y egoísmo ese tipo de historias te devuelven un poco de esperanza. Ese tipo de historias te hace sentir parte de una comunidad imperfecta pero noble. Ese tipo de historias son imposibles de vivir dentro de un automóvil de lujo con los vidrios arriba, la música a todo volumen y el aire acondicionado a tope. Ese tipo de historias te hacen sentir parte de la humanidad. O en todo caso, parte de Panamá.

miércoles, octubre 12

Todos los animales son iguales pero...

Generalmente, se puede asegurar que no hay nada más terrible en la sociedad que el trato de las personas que se sienten con alguna superioridad sobre sus semejantes.
Mariano José de Larra


Vivir con un congestionamiento vehicular en medio de tu casa y el trabajo tiene sus desventajas y obviamente su par de ventajas. Durante este año nos ha tocado levantarnos a las cinco de la mañana, cruzar los dedos para que no haya demasiados vehículos y viajar de cuarenta minutos a media hora hasta nuestro destino. Al menos el amanecer es espectacular y compensa un poco. 

Llegamos con una hora de anticipación para Hannah y dos horas para mí. Pero es llevadero, se lee el periódico, se conversa, se escuchan las noticias, se juega, etc. Como sea solo quería contar eso como introducción. Todas las mañanas después de estacionar el auto vemos a unos quince gatos gordos que con paciencia esperan. La primera vez no teníamos ni la menor idea de cuál era su objetivo. Luego llegó una señora que religiosamente les lleva comida. Ha de ser en porciones abundantes pues los gatos están bien gordos y se ven saludables. 

Hannah y yo creamos cientos de historias sobre quien era la señora y porque alimentaba a los gatos. Algunas más creíbles que otras al final concluimos que solo un alma noble podría levantarse tan temprano a alimentar animales que no le pertenecían. ¡Ah la ingenuidad! 

Hace unos días mi hermana Eirene nos acompañó para ayudar a Hannah con un video. Como buena aficionada a la fotografía y a los gatos que es apenas vio a los felinos ya mencionados empezó a tomarle fotos. Por la esquina dobló el carro de la señora de los gatos, como la habíamos bautizado Hannah y yo, pensé que sería una señora amable derrochando tanto amor por las personas como por los gatos ¡Ah la inocencia! 

-¿Por qué están tomando fotos?- fue lo primero que dijo, ni buenos días, ni hola, -¿Por qué estan tomando fotos?- 

-Le tomamos a los gatos- respondí un poco en shock pues no esperaba una interacción tan agresiva. 

-¿De qué periódico son?- fue la siguiente pregunta con el mismo tono que supongo la policía ha de interpelar a los asesinos. 

-De ninguna señora solo...- empecé a responder pero no puede terminar. 

-Es que yo no puedo salir en ningún medio... bla bla bla... trabajo con una importante ONG... bla bla bla... yo cuido a estos gatos bla bla bla.... - y así una perorata infinita a la cual solo pude responder con una mueca que pretendía ser sonrisa. Eirene y yo nos miramos y regresamos al auto. 

La conclusión no necesita muchas vueltas. Vivimos en un mundo de cabeza donde las personas se sienten buena gente por darles comida a los gatos callejeros pero no dan ni los buenos días. Y es que a cómo andamos a todo el mundo le importa más ser "amistoso con el medio ambiente" que amistoso con las personas. Y es que así vamos, cada quien saque sus conclusiones. Habrá que revisar nuestras prioridades.

jueves, octubre 6

Del tuit al hecho...

La acción es lo único que tiene valor. Soñar que se juega al tenis no es nada. Leer libros de tenis no es nada. Jugar al tenis es un gran placer.
André Maurois


¡Es una lastima! Las personas que tienen una solución
 para todo están en casa comentado en Internet. 
Ya sé que cada quien es libre de utilizar las redes sociales como le venga en gana. Total para eso son y si alguien quiere ir poniendo cuantos granos de arroz almorzó o cuantas veces estornudo antes de limpiarse la nariz es su problema ¿no? Pero permítanme hacer algunas anotaciones breves de este asunto de las redes sociales, en específico de los ya fastidiosos "pega esto en tu muro" 

Es un mal de facebook que cada vez toma más fuerza. Alguien se levanta con mala conciencia y decide poner algo como: 

¿sabes cuantos niños mueren de hambre en el mundo? Si te importa en realidad pega esto en tu muro por lo menos por una hora ¡para que los niños puedan comer! 

Y allí va la bandada de borregos a pegar en los muros, a saturarlos, a postearlo una y otra vez con la genuina intención de alimentar a los niños que pasan hambre, porque al parecer los niños de ahora comen letras e impulsos electrónicos. 

Hay que aceptarlo de vez en cuando sale uno que otro original como aquel que hablaba en cuanto a las diferencias ortográficas de hay y ay. Pero en su mayoría son frases huecas y sin sentido que no le quitan el hambre a nadie ni hacen nada por impedir que los niños sigan muriendo o las personas sigan enfermando de cáncer o siendo abusadas. Es cierto, hay un espacio para denunciar e informar pero no nos creamos la madre teresa de Calcuta solo por ir poniendo frases cursis en nuestro "wall" ¿se lo imaginan? A la madre Teresa posteando en su muro "si te interesan los pobres de Calcuta pega esto en tu muro" o a Ghandi: i quieres que se vayan los ingleses dile no a la violencia y pega esto en tu muro. 

Creo en el poder de las palabras, creo que algo bien dicho puede iniciar acciones que podrían cambiar el mundo. Lamentablemente cada vez nos hallamos más y más frente a un mundo de seguidores (followers) que se dedican a retuitear "las cosas buenas en vez de hacerlas. Que se dedican a pegar mensajes en el muro en contra del hambre o la violencia en vez de salir a la calle a hacer algo. De activistas copy and paste que se reproducen como virus informáticos. 

No hablo como quien esta fuera del hoyo sino como alguien que desde adentro busca una salida. Quizá después de todo internet nos ha dado mejores ideas y nos ha permitido conocer mundos. ¿por qué no salir a la calle a aplicarlo? 

Pega esto en tu muro si quieres menos palabras y más acciones, no, mejor salgamos a la calle a hacer algo.

domingo, septiembre 25

Lo que hace falta


Hace poco empecé un proyecto nuevo.  Soy maestra en una escuela nueva y hasta ahora ha sido una experiencia muy satisfactoria.  Lo cierto es que empezar un trabajo nuevo, con un material desconocido, y a la vez estar estudiando para conseguir un Certificado de Maestro Internacional es bastante consumidor.  Tanto que, una vez más, he descuidado el habito de plasmar mis pensamientos aquí.  No porque no tenga nada que decir.  Sencillamente creo que me cuesta adaptarme y soy un poco lenta para acostumbrarme a nuevos horarios y aprender cómo incluir todo lo que valoro dentro del tiempo que tengo disponible. 

Al sentirme un tanto consumida por el trabajo al que estoy dedicándome ahora mismo, he reflexionado muchísimo en cuanto a las oportunidades que se pasan cuando uno decide tomar un camino en vez de otro.  Lo cierto es que tomar una decisión y caminar en una dirección puede que abra más puertas de las que cierra pero, quizás no son las puertas que se hubieran abierto si te hubieras quedado en el camino que estabas.  

Hace dos años decidí regresar a Panamá, esa no fue una decisión fácil.  Todo lo que pensé que me iba a costar, efectivamente, me ha costado.  No me acostumbro al tráfico, extraño mi circulo amplio de amigos o tal vez extraño a los amigos con círculos amplios, extraño el arte y la música, e irónicamente extraño poder ser participe en ayudar a personas con menos recursos. 

Sin embargo, si no hubiera venido a Panamá no estaría viviendo esta experiencia de trabajo y estudio tan bonita que estoy viviendo ahora mismo.  ¡Es mejor de lo que hubiera imaginado!  Lo irónico es que muchas veces no me siento miembro de la comunidad o las comunidades en las que me encuentro --será idea mía y es posible que lo sea-- pero,  a veces me cuesta identificarme con esta nueva vida que es mía. Es mejor de la que me imaginaba pero a la vez es difícil. 

Lo curioso es que tal vez no soy la única que se siente así.  Quizás una gran cantidad de las personas que están a mi alrededor se sienten igual que yo.  No se identifican con las personas que les rodean y se sienten extraños en los lugares que deberían ser conocidos para ellos.  Tal vez no soy la única.  Y aunque fuera la única, tiene su lado bueno.  El sentirse extraño te deja mucho espacio para reflexionar y buscar la razón por la que haces lo que haces.  Creo que eso es bueno.  Muchas veces hace falta la reflexión y por eso siempre regreso a este espacio.  Esto es lo que me hace falta.

viernes, septiembre 9

Lecciones de Thoreau o Democracia para dummies.

"La diferencia entre una democracia y una dictadura consiste en que en la democracia puedes votar antes de obedecer las ordenes."
Charles Bukowski

Empecemos poniendo las cosas en perspectiva. Al igual que la mayoría de los que lean este blog yo he sido criado bajo la “democracia” es decir se me ha enseñado en la escuela, los medios de comunicación, la universidad, etc. –Democracia es cuando el gobierno recae sobre el pueblo- me dijo mi maestra de 4 grado y yo me la creí. –Democracia es cuando la mayoría toma las decisiones del país- me dijeron ya cuando estaba en la secundaria y también asentí emocionado y alegre por la idea de no estar viviendo aquellos años oscuros donde un dictador o un rey (si es que hay diferencia) tomaban las decisiones por todos.

Pero seamos sinceros ¿Cuánta democracia tenemos realmente? Por ejemplo ¿estamos todos de acuerdo en que cada año se gasten millones de dólares en que presidente pueda comer caviar cada vez que sale de viaje? O ¿Estarán todos los estadounidenses de acuerdo con cada guerra que se le ocurre al presidente de turno? O ¿Aprobamos que personas vulgares y malsonantes –como el diputado Sergio Gálvez- se hagan llamar “padres de la patria”? 

En la democracia pirata que nos ha tocado vivir nuestra participación ciudadana se reduce prácticamente a votar cada cinco años y cruzar los dedos por haberle dado el voto al candidato correcto. Después nos toca solamente rabiar frente a los televisores, los diarios o las pantallas de computadoras viendo como el que había prometido ser diferente resultó igual o peor. Y esperar cinco años más para repetir el proceso; a eso le llamamos democracia. 

Hace unos meses cayó en mis manos un ensayo llamado “Sobre el deber de la desobediencia civil” escrito por Henry Thoreau. Es un escrito imperdible. Thoreau fue todo un personaje, difícil de emular sin embargo en este ensayo breve nos deja algunos retos que pienso caen como anillo al dedo a nuestra situación (Panamá, Guatemala y cualquier país con mal gobierno ¿hay alguno que tenga uno bueno?) pueden leer el ensayo pero también quiero compartir algo de lo que me ha hecho pensar. 

Mi participación “democrática” no termina cuando tengo mi dedo marcado de tinta después de haber votado (o botado) votar no es una acción en sí, es apenas la emisión de una opinión. Creo que este candidato es el mejor y por tanto voto por él, pero dista mucho de hacer algo por lo que realmente creo. La sociedad no debe ser sometida por el gobierno sino a la inversa. Sabemos por experiencia como son las cosas, es más las esperamos, y creyendo  no poder hacer nada agachando la cabeza y esperando el final del periodo para dar el famoso “voto de castigo”. Estúpidos de nosotros que hemos limitado nuestra participación ciudadana a una papeleta. 

Las redes sociales han venido a darle un poco la vuelta a la tortilla. Ya nos pueden contar los últimos gobiernos derrocados por un pueblo insatisfecho y deseoso de justicia. No obstante y siendo sinceros aún falta mucho por hacer para tener una democracia de verdad. Aun nos falta tener convicciones sobre lo que realmente queremos para el país y entonces luchar por eso. El problema quizá vaya por el lado de habernos acostumbrado a dejar que sean otros los que tomen las decisiones y otros los que se equivoquen para poder limpiarme la conciencia con la idea de que mi voto no fue por esa persona o que al menos en un par de años esa persona se bajara de la silla presidencial. 

La democracia, la verdadera no la caricatura que nos han pintado, es quizá la mejor forma de gobierno, pero al mismo tiempo la más difícil pues anula la idea de que la culpa es de los políticos o de la mayoría pues la democracia abre la puerta para que yo pueda manifestar mis convicciones y llevarla hasta las últimas consecuencias. Si despotrico y digo que el país se está yendo al garete y lo hago desde la comodidad de mi casa sin mover un dedo más allá es que realmente no me importa y soy solo un esclavo más del sistema.  

No hablo de salir a cerrar calles que afectan a todo el mundo menos al gobierno, hablo de tomar responsabilidad de mis actos cotidianos y pequeños, hablo de estar dispuesto a decir lo que creo, a señalar culpables, a ser incorruptible, a tener convicciones y a estar dispuesto a defenderlas. El verdadero cambio eres tú no un panfleto político o un presidente amargado con ganas de revanchismo. Si el país esta inestable es por nuestra culpa que hemos dejado su rumbo en manos de unos cuantos politicuchos nunca es tarde para hacer algo, para alzar la voz, para cambiar de verdad. 

lunes, agosto 29

De políticos con clase y sin ella.

Hay momentos en la vida de todo político, en que lo mejor que puede hacer es no despegar los labios.Abraham Lincoln

Los políticos en general me dan asco. Puede sonar fuerte pero es la verdad. Digo en general porque sé dice hay excepciones. No las conozco personalmente pero por allí dicen que las hay, les creo. Sin embargo dentro de la sub especie política existen dos tipos. Políticos con clase y políticos a secas. Debo creer que los hay también interesados en mejorar el país, pero de esos no voy a hablar ahora. 

Los políticos con clase son aquellos que saben ganarse la admiración de la gente con su forma de hablar, de comportarse e inclusive vestir. Saben que decir y cuando decirlo y aunque uno sepa de antemano que es simple “propaganda” hipócrita hay que darle a su favor el saber cómo decirlo y hay que admitirlo más de una vez nos llevan a creer en ellos y hasta a darles nuestros voto. 

Pero están los políticos a secas, víboras reptantes ansiosas de poder y dinero. Los cuales carentes de clase y educación. Que con la supuesta intención de identificarse con los ciudadanos comunes y corrientes (como usted y como yo) utilizan palabras vulgares y malsonantes, insultan, pisotean, humillan y hasta se van a los puños en ocasiones para terminar de sazonar su absoluta falta de clase. 

Lamentablemente la clase política de Panamá está marcada cada vez más por estos últimos. Y para colmo de males tenemos un presidente que bien podría entrar en la clasificación; sin pelos en la lengua y sin educación en el léxico. Vergüenza me da cada vez que toma un micrófono y sale con alguna de sus vulgaridades. Para colmo dice que lo hace por nosotros, por el pueblo, para que le entendamos. Porque muy listos no somos al parecer y si nos habla con términos educados vamos a tener que correr a buscar un diccionario o en wikipedia. 

Y aunque sé que no seré leído, señor presidente, con todo el respeto que se merece, por su investidura, no es justo que pisoteé usted el nombre de Panamá, que cada dos por tres los medios internacionales cuenten algo sobre alguna frase suya fuera de lugar. No es justo que nos tome por tontos que llame a un ciudadano HP y luego nos diga que se trata de Harry Potter, es cierto que la educación en Panamá anda mal pero tan tontos no somos. No es justo que cada dos por tres escriba declaraciones en el twitter para luego retractarse y decir que ha sido mal interpretado. No es justo que insulte y desacredite a todo los que se le oponen. No es justo que rompa sus promesas y luego diga que se trata de malas interpretaciones y pretenda mantener la confianza. 

Lo digo como uno más del pueblo, sin dinero, sin poder, sin afiliaciones políticas ni intenciones de tenerlas. Como un ciudadano indignado ante la devaluación de la imagen presidencial. Como una persona que desea lo mejor para su país. Señor presidente por favor sea un político con clase, los errores son humanos; el descaro de canallas.

miércoles, agosto 17

De Blacberrys que tienen personas.

"Aquel que camina con la frente en alto; es porque no tiene blackberry" Anonimo

Existen decenas de libros y películas enfocadas en el hipotético escenario de las maquinas controlando el mundo. La ciencia ficción ha encontrado en esta descabellada idea un nicho rentable y fértil para la imaginación. No obstante, lamento decirlo, el asunto ha dejado de ser imaginación. Las maquinas controlan el mundo hoy por hoy. 

Debo empezar aclarando que soy un amante de la tecnología. Me fascina ver los productos que salen al mercado y probablemente de tener el dinero suficiente compraría más de uno; no es ese el punto de mi señalamiento. Me preocupa ver pequeños aparatos controlando nuestra vida al punto de volverse tan imprescindibles como el oxigeno mismo. 

No tengo blackberry (que es la forma en que se llama a los smartphone sin importar la marca) Tampoco tengo nada contra aquellos que los tienen, he aprendido que en un mundo que se mueve a velocidades exageradas, estar comunicado es importante y las ventajas de estos aparatejos alcanzarían para llenar dos o tres páginas. Pero el hecho de no tener uno de esos aparaticos digamos me da un margen mínimo, muy mínimo, de tirar la primera piedra. No con la intención de herir o matar sino con los buenos deseos de que en alguna forma la pedrada haga reaccionar. Sé que los teléfonos inteligentes no son el único problema en cuanto a mal uso de la tecnología pero en Panamá hay un auge exagerado y grosero de los mismos con consecuencias hasta fatales –no exagero- Así que, como no tengo blackberry, camino con la frente en alta por las calles de Panamá y me ha tocado ver algunas situaciones que demuestran con creces que el mundo está siendo controlados por las maquinas. 

He aquí alguna de ellas: 
Taxista/conductor de bus chateador: Lamentablemente para esta mala práctica no es necesario un teléfono con muchas capacidades. Me ha tocado viajar en buses donde el conductor confiadamente coloca los codos en el timón, y el pie en el acelerador, mientras escribe un mensaje a ¿la novia? ¿la esposa? ¿La querida? No importa, mientras escribe pone en riesgo la vida de los hacinados pasajeros que ya tienen bastante con las malas condiciones del cacharro. Tampoco escapan de esto los conductores de automóviles particulares.
 
Periodista twitter adicto: ojo, soy una de las personas más fascinadas con la forma en que las redes sociales están cambiando los medios de comunicación, la facilidad en que un ciudadano puede expresarse y ser escuchado es una de las grandes ventajas de las tecnologías actuales, pero me molesta la forma grosera en que los pseudo periodistas prestan más atención al objeto que utilizan para comunicarse con las redes que a la persona que tienen sentada en su estudio. De modo que para tener la atención del entrevistador vale más estar escribiendo en algún lugar alejado que estar en la misma sala conversando con él. 

Maestras de Kínder blackberry adictas: Lo pongo en plural pues imagino ha de haber más de una. Hace poco caminando cerca de una prestigiosa escuela del país me tocó ver como una maestra organizaba a sus niños para cruzar una calle poco transitada. Las hacía tomarse de la mano y formar una filita. –Bonita cosa- pensé –les está enseñando a los niños a tomar todas las precauciones aun cuando pareciera que no hay ningún automóvil alrededor. Y así, tomados de la mano y en fila, los niños empezaron a cruzar la calle detrás de la maestra que iba muerta de la risa escribiendo algún mensaje en su moderno teléfono. –Sí, medidas de seguridad…- pensé mientras anhelaba con todo mi corazón tener mi propio súper teléfono para poder tomarle una foto a aquella bizarra escena. ¿Los niños? Bien gracias, más importante era responder el chiste. 

Fotógrafos frustrados que nos frustran. Ahora con eso de las cargas móviles en las redes sociales a todo mundo le da por estar subiendo fotos de cada estupidez tontería que le pasa en el día. Empiezan el día fotografiando el plato de cereal y lo suben a facebook haciendo la aclaración: Mi desayuno (nunca falta quien le de click a “me gusta”) luego pasaran el resto del día fotografiando la mínima cosa y, por supuesto, subiéndolo al facebook. Los hay muy oportunos, hay que admitirlo, quienes toman fotos de situaciones chistosas, creativas o importantes. Además yo mismo me he encontrado, algunas veces, deseando una camarita para x o y situación. De nuevo el punto no es el uso sino el abuso. 

Tengo algunas ideas, -yo mismo estoy intentando ponerlas en práctica- sobre cómo usar y no abusar de las ventajas de la tecnología, quería terminar este post con una nota un tanto positiva y dar algunas ideas, no solo criticar, pero ya he escrito demasiado. Luego subo otro post con algunas ideas, pues no tengo moral para dar consejos en estos asuntos. Pero me preocupa; las maquinas están empezando a controlar el mundo. ¿Qué crees tú en cuanto al uso o abuso de los teléfonos celulares?

martes, agosto 2

Un año despues (escrito que debería ser privado pero no lo es)

En todo matrimonio que ha durado más de una semana existen motivos para el divorcio. La clave consiste en encontrar siempre motivos para el matrimonio.Robert Anderson

Cuatro años atras. 
Para algunos un año es solamente trescientos sesenta y cinco días desgajados del calendario o doce meses más viejos o cincuenta y dos semanas de afanes, problemas, trabajos. Para mí este año ha sido diferente. Hace ya un año y algunos días me casé con mi mejor amiga. Las cosas por las cuales hemos tenido que pasar juntos han cubierto todas las gamas de emociones pero si tuviera que escoger una palabra para resumir todo lo que este año ha implicado escogería alguna muy bonita y rimbombante. Lo bueno es que no debo escoger una palabra y puedo explayarme en algunos párrafos intentando domar con palabras los sentimientos extraños y ariscos que corren por mi corazón. 
Nuestra boda.

Soy feliz. Esa sería una buena forma de resumirlo. Vivir con Hannah y aprender a amarla de cerca con sus cosas buenas y sus ratos difíciles, cuando estamos de acuerdo y cuando parecemos de distintos planetas, cuando estamos contentos o tristes, cuando descansamos, cuando no podemos descansar, cuando todo marcha sobre ruedas o cuando algo se ha empeñado en poner piedras por el camino. Todo lo que sucede, las distintas emociones tienen una nueva dimensión al lado de ella. Y es que por más anti-sentimentalismo que pretenda ser y mantener mi apariencia debo reconocer cuanto amo a Hannah y como eso ha cambiado mi vida en medidas impensables. 

Las palabras siempre se vuelven un poco toscas cuando intento describir sentimientos o emociones. 

Hannah te amo, gracias por este increíble año, que vengan muchos más. Solo quería que tú (y el mundo) lo supieras. 

Tomo las palabras para atar el tiempo,
El domingo. 
para crear un puente, acortar distancias;
El tiempo se escabulle, la distancia se alarga.

Las palabras no me escuchan, no me miran,
no les importa;
me miran desde su esquina, se burlan, me señalan.

Repito tu nombre en la distancia, y entonces: 
las palabras se acercan desconfiadas,
me sugieren ideas, me gritan alteradas.

Y en torno a ti y tu nombre,
las palabras se doblegan se amansan,
y tejó malos versos, escribo malas cartas.

Las palabras entonces me miran enfadadas:
-¿quién es este torpe?- ¡ved como desperdicia a nuestras hermanas!
y las palabras hermosas, las palabras bellas doblegadas
por la magia de tu nombre o el tris de tu mirada, quedan inútilmente plasmadas,
desperdigadas en un cuaderno, en un blog, en una página. 

Pendiendo inútiles sin decir nada.

Y se alejan recelosas, me miran con desconfianza,
Y yo que sólo quería decirte, si tuviera las palabras,
lo mucho que te amo; si tuviera las palabras.



viernes, julio 29

Por sus frutos los conoceréis


En los últimos dos días los maestros en las escuelas publicas de Panamá decidieron desarrollar una huelga. Aunque no todos participaron, muchos sí lo hicieron dejando de dar clases por buscar mejores condiciones de trabajo. Esto debería ser un escándalo. Me parece muy bien que para muchos les causó suficiente indignación que pudieron ofrecerse a enseñar en la ausencia de los maestros. Lastimosamente, lo que se ha dicho antes se tiene que repetir –al parecer el obstáculo más grande que tenemos en la educación en Panamá son los mismos maestros.

Hay un refrán que dice, “Las obras son amores y no buenas razones” puede ser que los maestros tengan buenas razones para estar indignados pero, dejar de cumplir con su obligación hacia sus estudiantes no es la solución al problema. El fracaso de la educación en Panamá se ve reflejada en las acciones de los maestros dentro del sistema. ¿Qué se supone que les están enseñando a los niños de nuestro país con esto? No les están enseñando el valor de la responsabilidad, ni de su educación si están dispuestos a perder el tiempo de sus alumnos de una manera tan descarada.

Me sentí contenta cuando supe que hubo un grupo de personas que se ofrecieron para dar clases a los niños aun cuando los maestros no se presentaran, sin embargo, los maestros están perdiendo el tiempo para enseñarle a sus estudiantes –estudiantes que ellos conocen y deberían dedicarle el tiempo para que puedan superarse. El fracaso del sistema educativo tiene mucho que ver con la falta de vocación, en vez de poner a sus estudiantes primero, se ponen a ellos mismos. También se ha dicho que “por sus frutos los conoceréis” y en este caso, sus frutos nos han enseñado que falta mucho por hacer.

miércoles, julio 20

De quejas

Me enfermé la semana pasada e iba a quejarme de eso pero entonces pensé que uno puede ser negativo en cuanto a casi cualquier cosa.  Pero, en realidad quejarse no hace que uno se sienta mejor ante la situación. Muchas veces, nos quejamos de cosas que no podemos controlar. El clima. El trafico. Las filas. No tenemos la capacidad de cambiarla situación, y estoy descubriendo que es contraproducente quejarse.

A veces sí, podemos hacer algo en cuanto a las cosas por las que nos quejamos, pero cuando no podemos tenemos que buscar otra manera de ocupar nuestras mentes. Tenemos que enfocarnos el rayo de luz que se puede ver en medio de la situación. Por ejemplo, a mi me molesta mucho el trafico pero, al mismo tiempo tengo un paisaje hermoso a mi alrededor en el camino, debería disfrutarlo. Mi esposo aprovecha las largas esperas en filas para leerse cantidades de libros. El clima es desesperante pero, por lo menos tenemos refugio, podemos ducharnos, tenemos agua para tomar. 

Debemos (¿debo?) aceptar responsabilidad por lo que podemos controlar (nuestra actitud), dejar a un lado nuestras expectativas y lo que creemos merecernos, y empezar a enfocarnos en la gratitud, la compasión, y la creatividad.

Busquemos todas las cosas por las que podemos dar gracias --la familia, el transporte, la casa, la comida, los pájaros, el paisaje, las amistades, etc. Y empecemos a enfocarnos en las demás personas antes que en nosotros mismos. Busquemos como ayudar a otros que están en situaciones más difíciles que las nuestras, esto nos puede ayudar a dejar de quejarnos y ser más agradecidos. A veces toma creatividad solucionar problemas difíciles y a veces toma mucha creatividad buscarle el lado bueno a las situaciones en las que nos encontramos. 

¿Cómo ser creativos? Para empezar, no quejarnos. Después podemos cambiar algo de lo que hacemos, la manera que vemos la situación, buscar posibles soluciones, y si no se puede cambiar o solucionar, aceptarlo como algo que no puedes cambiar y reconocer qué tan destructivo es quejarse.

¿Tú qué piensas de las quejas?

Gracias por la educación.

"La educación ha logrado que las personas aprendan a leer, pero es incapaz de señalar lo que vale la pena leer."
George Travelyan


La educación es uno de los temas más candentes en Panamá, el mundo entero. Últimamente me ha tocado ver y leer sobre el tema de la educación mucho más de lo leído o visto en toda mi vida. Hace poco vi dos documentales que abordaban el asunto de una forma intensa y realista “Waiting for Superman” y “Boys of Baraka” Ambos se enfocan en lo vital que es una buena educación y al mismo tiempo lo difícil y complicado que es conseguir una. 

Luego de ver los documentales en uno de esos arrebatos de autoanálisis y auto conmiseración descubrí que mi educación ha sido desastrosa. La mayor parte de mi tiempo en la escuela lo curse aquí en Panamá y podría decir que soy una víctima de este arcaico sistema educacional. Me encontré con un montón de huecos en mi educación y reafirmé todas las razones por las cuales en su momento odié la escuela. 

Pero eso no era lo quería escribir, en vez de quejarme por la pésima educación estatal recibida quería agradecer a mis padres por la buena educación en casa. Porque mi papá y mi mamá nunca tuvieron dinero para enviar a sus cinco hijos a una escuela privada (no al mismo tiempo) pero siempre fueron consientes de la necesidad de aprender. Ellos supieron como NO mitigar nuestra sed de conocimiento y hacernos desear cada vez un poco más. 

Recuerdo varios eventos. Mi mamá enseñándonos a tocar el piano a pesar de ella misma no saber pero creía firmemente en que nosotros debíamos tener esa formación. Al final nadie salió músico pero algo sabemos. Recuerdo a mis padres viajando con cuatro niños pequeños a Guatemala. Iban a estudiar, pero. Estoy seguro, también querían darnos la oportunidad de conocer otra cultura y ampliar nuestro mundo. 

Nos compraban libros y nos alentaban a escribir nuestros cuentos y poemas. Recuerdo como al sentarnos a ver una película la función no terminaba con los créditos finales corriendo por la pantalla sino se extendía a largas e interesantísimas conversaciones sobre varios aspectos de la película, conversaciones que podían continuar por varios días, meses e inclusive en uno que otro caso por años. 

En conclusión puedo decir que he sido educado, aunque no por el estado -¡gracias a Dios!- fue en casa donde me enseñaron cuan poco sabemos y cuan necesario nos es aprender. 

La educación en nuestro país es pésima. Necesita ser reformada. Pero la educación no empieza en las escuelas, empieza en las familias, en el barrio, en la calle. En el ejemplo que le damos a los niños al dar los buenos días y las gracias. Al depositar la basura en su lugar. Y es allí, en la cotidianeidad, donde se inculcan los principios que harán no solo personas cultas, personas de bien. 

¿Estas educando?

lunes, julio 18

El amor en los tiempos de la fantasía.

Cuando se habla de estar enamorado como un loco se exagera; en general, se está enamorado como un tonto.
Noel Clarasó 


De vez en cuando puedo pasar por amargado, ya lo sé. Pero hay  cosas que debo decir o se me atoran en algún lugar entre la garganta y los dedos dándome malas noches de insomnio. Terminé de leer “Los juegos del hambre” (The Hunger Games) No me arrepiento. Mentiría si digo que me aburrí. Es una historia bien llevada (a excepción de las ultimas cien páginas las cuales me parecieron apresuradas e incongruentes con gran parte de la historia.)

Pero su parte romántica raya en lo patético, ridículo, cursi. Utilizando la misma formula de Crepúsculo coloca a dos chicos babeando por el amor de una muchacha. La chica juega con ambos haciéndoles pasar malos ratos y ambos siguen como borregos enamorados del lobo. Al final hasta se toma el lujo de escoger a uno. Los libros tienen mucho más que el aspecto romántico, lo cual, para mi gusto personal, los salva.

El enfoque romántico, enfermizo, me molesta. No por la literatura, siempre ha existido y existirán este tipo de libros. Pero me preocupa lo que está haciendo con esta generación enseñándoles que el amor no es más que una pasarela basada en emociones volátiles y cambiantes de la noche a la mañana. En este amor no importa si eres inteligente siempre y cuando tengas suficiente labia para soltar dos o tres frases empalagosas, no importa si eres malo y con tendencias violentas siempre y cuando tengas “ojos varoniles” y mucho menos importa si estas listo para llevar una familia o casarte siempre y cuando suspires cada vez que veas pasar a la muchacha. Luego se escandalizan de las tazas de divorcios.

Me preocupan también las chicas. Suspiran por personajes ficticios, tan perfectos, tan ideales. En cambio los muchachos que les rodean y a los cuales conocen tienen el horrible defecto de ser humanos y reales. Como al Quijote las muchas lecturas les afectan y acaban esperando Petas, Gales, Edwards Mr Darcys donde hay Carlos, Enriques y Josés con defectos pero reales, imperfectos pero humanos.

La serie me gusta como libros de fantasía. Pero he podido ver como esta literatura puede embotar a la gente e impedirles ver la realidad. Admiró, reconozco y recomiendo los libros. De hecho si puedes léelos antes del otro año cuando estrenan la película mejor. Pero ojala que puedas con facilidad hacer la separación de fantasía y realidad.

Es solo mi punto de vista. Como siempre puedo estar equivocado.

¿Qué crees tú?

sábado, julio 16

Sugerencias para una vida sencilla

He estado leyendo bastante en cuanto a la simplicidad como estilo de vida y he encontrado muchas sugerencias para una vida más sencilla. No creo que sean leyes pero sí creo que estos son algunos principios buenísimos. La verdad es que es más como un testamento a como yo quiero vivir que otra cosa. Espero que lo disfruten, si algo les llama la atención, coméntenlo. 
  1. Se frugal y mantente libre de deudas. Las deudas nos hacen como esclavos modernos.
  2. Camina en vez de manejar. Cuando puedas, camina, disfruta el paisaje y protege el medioambiente. 
  3. No revises tu correo electrónico compulsivamente. *Esta es una que me cuesta pero creo que es una buenísima idea. Debemos dejar de ser controlados por la tecnología pero controlarlo nosotros. 
  4. Aprecia la belleza. No solo pinturas y música. El amanecer, el mar, cuentos, búscalo en las cosas pequeñas que te rodean. 
  5. Apaga tu celular. Cuando estés con un amigo o en una cita con tu chica, apaga el celular y está presente. 
  6. Desconéctate del Internet. Respira profundo. Disfruta un tiempo de tranquilidad sin el Internet. 
  7. Piérdete en una buena novela. Las historias ayudan a darle sentido al mundo en el que vivimos. 
  8. Escucha cuidadosamente y haz preguntas. De esta manera obtendrás sabiduría y buenos amigos. 
  9. Da las gracias. A la cajera en el supermercado, al conductor del bus, a todas las personas que te atienden de cualquiera manera, dale las gracias. 
  10. Usa la ropa que tienes. Compra un par de jeans y gástalo. No compres ropa compulsivamente. 
  11. Encuentra un trabajo que amas. El tiempo es valioso y no deberías sentir angustia en el lugar que pasas la mayor parte de tu tiempo. 
  12. Evita la televisión y ser inundado por las propagandas. Sólo te hacen sentir que no debes estar satisfecho con lo que tienes. 
  13. Se tu mismo. Estás aquí por una razón, y lo que tu eres, lo que te gusta hacer es  necesario.
  14. Respeta el tiempo de los demás. Todos estamos ocupados y el tiempo es uno de nuestros recursos más valiosos. 
  15. Enfócate en lo esencial: tu fe, tu salud, dar a otros, sonreír, leer y perseguir tus sueños.

jueves, julio 14

Como escoger una carrera en la universidad

Lo que aprendí de los "Mythbusters."


Creo que la mayoría de los jóvenes cuando están terminando el colegio o inclusive cuando están todavía en la universidad no saben bien qué es lo que les gustaría hacer “cuando sean grandes”. No sé si conocen la serie “Mythbusters," es una serie en la cual intentan probar  leyendas urbanas por medio de experimentos para ver si son ciertas o no.  En realidad el programa es buenísimo y uno piensa, "Wao, ¿cómo consiguieron un trabajo tan genial?"  La verdad es que Adam Savage y Jamie Hyneman, los presentadores del programa no sabían que querían “ser” y no creo que se hubieran imaginado que pudieran conseguir un trabajo en el cual tuvieran que inventar y explotar cosas. 

Jamie estudió Literatura Rusa y tuvo un negocio de buceo/barcos de vela en el Caribe por varios años antes de pasarse a la industria de los efectos especiales. Por su parte, Adam ha pasado toda la vida aprendiendo cosas que lo han ayudado a crear las cosas que tiene en su imaginación. Estuve leyendo un articulo por Richard Branson el fundador de Virgin Group en el que hablaba sobre cómo llegó a tener tanto éxito en su vida. Me llamaron la atención algunas cosas que dijo: 
“En retrospectiva, mi equipo y yo no estábamos interesados en seguir ninguna carrera en particular o en tener éxito en determinada industria. Queríamos lograr un cambio positivo en la vida de nuestros clientes; descubrimos nuestros talentos y construimos nuestras carreras mientras perseguíamos esa meta” 
Creo que ese es el punto. Así como Jaime y Adam se tomaron el tiempo intentando todo tipo de cosas para llegar a tener uno de los trabajos más geniales que pudiera existir, el tema no es decir: quiero ser productor de cine, más bien es explorar todo lo que te interesa y te apasiona y aprender todo lo que puedas sobre todo. Bradson dice: 
“Más que tratar de colocarte en buena posición para el futuro, aprovecha los años que te quedan en la universidad para evaluar dónde están tus verdaderos intereses y pasiones y busca la oportunidad de desarrollar aun más tus conocimientos y tus talentos.” 
Y digamos que estudias “Literatura Rusa” y después decides que quieres tener una empresa de algún tipo, no debes sentirte limitado porque no estudiaste “Administración de Empresas”, si es lo que te interesa, aprende todo lo que puedas al respecto e inténtalo. No siempre tendrás éxito en todo lo que intentes y no te gustará todo lo que pruebes pero sí encontrarás nuevas oportunidades mientras lo haces. Bradson concluye: 
“Cuando entres en la fuerza de trabajo, recuerda estar alerta a todas las oportunidades, sin dejar de estar centrado en tus intereses. Tu pasión y tus conocimientos te ayudarán a encontrar el camino…y a triunfar.” 
 Yo todavía estoy acarando cuales son exactamente mis verdaderos intereses y pasiones pero estoy segura que estoy más cerca hoy de lo que estaba hace cinco años. He adquirido muchas experiencias que han ayudado a desarrollar mis conocimientos que me han abierto más oportunidades. Creo que no nos deberíamos preocupar tanto por qué estudiar sino por estudiar algo que nos llama la atención y aprovechar absolutamente todas las oportunidades que se nos presentan en el camino.

miércoles, julio 13

Buscando el valor para quedarse

Yo sufro de una insaciable ganas de viajar. Siempre tengo ganas de conocer lugares nuevos. Es algo que me gusta muchísimo y cuando no lo puedo hacer lo extraño mucho. En parte por que lo he hecho tantas veces y he sentido tanto lo incomodo como lo sumamente gratificante de ir a un lugar nuevo, conocer sus idiosincrasias y aprender cómo sobrevivir allí; pero, en realidad, puede ser que es más fácil mudarme que quedarme en un solo lugar. 

Pienso en esos viajes y sé que yo no sería la misma persona si nunca hubiera vivido fuera de Panamá. Me permitió conocer lugares y personas muy diferentes a mi, me cambió la manera de ver el mundo y de entender mi propósito en la vida. Me pregunto si es necesario viajar para realmente cambiar profundamente como persona. 

A veces, cuando las personas no conocen otros lugares, pueden llegar a creer que su manera de ver el mundo es la única que existe en el mundo y llegar a temer las personas que no son como ellos. Sin embargo, el viajero puede empezar a pensar lo mismo del que no ha viajado y el prejuicio es igual solo al revés. 

Creo que estoy pensando en esto porque es la primera vez en varios años que no viajo a ningún lugar durante mis vacaciones. Al principio pensé que me iba a sentir muy mal, pero he descubierto que ha sido una experiencia buenísima por varias razones. En realidad toma muchísima valentía quedarse en un solo lugar y buscar ser inspirado a crecer como persona en ese lugar.
  • Te obliga a enfrentar las situaciones difíciles que te pueden rodear.
  • Tienes que buscar como disfrutar al máximo lo que tienes.
  • Te hace descubrir de dónde realmente proviene tu inspiración.
Creo que es posible cambiar y crecer aun si no tienes que pasar por el proceso de vivir en un lugar nuevo pero los cambios van a un paso más lento. Eso sí, tiene que haber algo que sea el catalizador del cambio. Estas vacaciones he visto lo increíble que es tener el tiempo para hacer aquellas cosas que decía que amaba hacer y descubrir que es cierto y que me hacían falta (aun hay otras que creo que irán encontrando su lugar en mi vida aquí). Creo que los catalizadores del cambio pueden ser muchas cosas…
  • Un libro que te abre la mente.
  • Una amistad autentica que cambia tu manera de pensar.
  • Una dificultad superada.
  • Una meta lograda. 
¿Tú qué piensas? ¿Crees que uno necesita un nuevo ambiente para cambiar o puede suceder en el lugar que has vivido siempre?

martes, julio 12

Todos contra la educación

He estado pensando mucho en la educación en Panamá en estos días y creo que para que la educación mejore en nuestro país es fundamental que mejore la calidad de los maestros y la calidad de la preparación de los maestros. 

Y me parece más urgente cuando leo noticias como: la Escuela Normal lleva cinco días sin dar clases. Esa es una de las principales escuelas formadores de maestros de educación primaria en el país. ¿Qué nos dice de la calidad de nuestros maestros si les parece conveniente parar su trabajo como educadores de nuestros educadores? ¿Qué ejemplo estamos dando? 

El tema de la “paralización” es aun más relevante. Lo que pasa es que la Escuela Normal ha estado buscando la acreditación de una licenciatura pedagógica. Es un debate en el que un lado dice que una Escuela no es una Universidad y la otra dice que el nivel de licenciatura en pedagogía es una necesidad en el país. El Ministerio de Educación no ha reconocido la licenciatura y los Normalistas dicen que no dictarán clases hasta que el Ministerio vuelva a discutir el tema. La Prensa reportó que Meduca dijo que están diseñando un plan para implementar una alternativa a la licenciatura pedagógica en la Escuela Normal.

No conozco los detalles de la propuesta de la Escuela Normal ni la alternativa que piensa presentar el Meduca pero, es la manera en la que se está llevando acabo del debate que me parece tan triste. Necesitamos maestros dedicados a sus puestos que sientan un verdadero llamado a ser educadores y necesitamos personas de calidad y capacidad formando a los futuros maestros y las políticas para el futuro de la educación en el país. ¿Cuándo y cómo vamos a hacer que la verdadera educación sea la prioridad?

lunes, julio 11

Mi adiós a Facundo Cabral.

"Y que no te confundan unos pocos homicidas y suicidas, el bien es mayoría pero no se nota porque es silencioso, una bomba hace más ruido que una caricia, pero por cada bomba que le destruya hay millones de caricias que alimenta a la vida."
Facundo Cabral

Recuerdo los grandes círculos negros de acetato –los famosos “long play”-; solía mi papá ponerlos bajo una aguja y al dar vueltas como por arte de magia sonaba una voz agradable y familiar, nos contaba sobre la Señora de Juan Fernández o como le gustaba andar pero nunca seguía el camino. Recuerdo la misma voz haciendo ingeniosos monólogos los cuales entendí muchos años más tarde de la primera vez de escucharlos. 

En algun punto sustituí a mi papá en poner los discos. Era yo un mocoso sin entender las complicadas implicaciones de las letras pero a quien habían acostumbrado a escuchar a aquel señor con apellido extraño. Luego, cuando entendí, quede prendado de aquella filosofía demasiado idealista como para ser practica pero al mismo tiempo demasiado romántica como para ignorarla. Y lo seguí en sus cassettes, en sus cedes, en mp3, en youtube, etc. Hasta que no necesite nada para cantar sus canciones de memoria. 

Y es que yo también crecí escuchando a Facundo Cabral. Su muerte, de una forma tan horrible, deja un gran vacío en una generación de latinoamericanos que disfrutamos su humor, su crítica concienzuda y su obsesión por la paz. Solía decir: “la vida no es justa, la vida es como es” y tenía razón no es justo que muriera como lo hizo, asesinado por seres malvados que sólo viven para destruir. “…no todos tienen la muerte que merecen y no todos merecen la muerte que tuvieron” 

Nos queda su voz y la responsabilidad que no se apague su mensaje. Además, citándolo una vez más: “Hay que desconfiar de los genios; a veces se hacen los muertos…” ¿Quién puede decir que Facundo Cabral ha muerto? 

Su extraña teología, su complicada postura política, la facilidad con que reía y hacia reír. El espacio que nadie llenara pues no habrá otro Facundo. No quiero hablar sobre la impotencia al leer la noticia de su muerte. Solo quería hacer un pequeño homenaje al tío Facundo con quien crecí. Decirle adiós a mi manera y darle las gracias por dejar en este mundo algo hermoso como sus letras y su humor. Decir que lamentó su partida, que espero este en el lugar correcto y prometerle que de la misma forma que mi padre hizo conmigo algún día mis hijos, si llego a tener, lo escucharan. 

Hasta siempre Facundo.

Una vida contra-cultural

Un tiempo atrás estuve conversando con una amiga, me estaba diciendo que ya había dejado a un lado todos los sueños que había tenido antes y había decidido dedicarse a lo práctico y necesario en la vida. He estado pensando mucho en esa conversación porque creo que siempre van a haber cosas que nos interesan por un tiempo que después nos dejan de interesar pero, creo que todos tenemos algunos sueños y pasiones que son fundamentales y nos hacen las personas que somos. 

Creo que la mayoría de las aspiraciones que nos vende nuestra cultura no nos podrán satisfacer. Vivimos en una sociedad que nos dice que el dinero nos hará felices. La sociedad nos dice, corre más rápido, trabaja más duro, y confórmate a lo que te rodea. Es un ciclo vicioso en el cual perdemos lo que nos hace únicos, perdemos nuestras propias pasiones e intereses, perdemos energía, y perdemos la oportunidad para hacer las cosas de otra manera.

Supongo que debemos empezar reconociendo que hay algo más aparte de las posesiones que no nos trae la felicidad, el dinero que no nos da seguridad, y la popularidad que no nos satisface. La respuesta no se encuentra en esas cosas. En medio de todo esto he estado pensando en cómo podemos vivir de una manera contra-cultural

Algo que me ha ayudado a mi es limitar la cantidad de mensajes culturales que entran a mi vida. No los podemos quitar completamente pero, creo que ver menos televisión, pasar menos tiempo viendo revistas llenas de propagandas, y seguir menos famosos ayuda a crear un espacio más tranquilo en el cual podemos conocernos a nosotros mismos y lo que realmente nos apasiona no lo que la cultura dice que nos debería de apasionar. 

Lo bueno de ser contra-cultural y no prestar tanta atención a los mensajes audiovisuales que nos manda la cultura es que podemos dedicarle más tiempo a nuestras pasiones. Para cada uno será diferente pero creo que para realmente sentirse satisfecho raramente va a exigir dinero, fama, o poder.

Para leer más sobre como vivir una vida más sencilla: Becoming Minimalist por joshua becker.

domingo, julio 10

Para escribir mejor.

Si no se han dado cuenta, estoy de vacaciones. Eso significa que tengo MUCHO más tiempo para escribir y me encanta. Me gusta escribir y como dicen "la práctica hace al maestro" me gusta poder practicar. Yo siempre he soñado con escribir y cuando leo las historias de escritores que empezaron así como yo practicando a poquito, me anima a escribir más.

Creo que una de las cosas que necesito para ser escritora es ser intencional con los hábitos que formo para que mi vida sea ordenada de tal manera que escribir es una parte esencial de ella. Si quiero ser escritora, escribir debe ser una prioridad. Estuve pensando en algunas de las cosas que he disfrutado durante estas vacaciones y tendré que ver cómo incorporar en mi vida cuando mi trabajo de maestra reinicie. 

He descubierto que estos hábitos ayudan mi proceso creativo.
  • Escribir en la mañana. Me gusta levantarme temprano y sentarme a escribir. Creo que en general mis pensamientos son más ordenados en la mañana y puedo escribir más fluidamente. *Ahora es fácil hacerlo cuando me puedo levantar a escribir a las 6am, es mucho más difícil cuando tengo que salir de la casa antes de las 6am.
  • Hacer ejercicio. Estoy absolutamente segura que hacer ejercicio contribuye a mi capacidad de crear. Cuando hago ejercicio tengo más energía y es una de las cosas que más me ayuda cuando estoy de mal humor. *Es el hábito más difícil para mi ahora mismo.
  • Leer. Me encantan las vacaciones porque puedo leer más. La lectura siempre me inspira a escribir más. Se dice que los buenos escritores casi siempre son buenos lectores.
  • Ir a la Iglesia. Yo tengo una relación extraña con la [iglesia universal] pero, la verdad es que cada vez que voy pienso muchísimo en la conexión entre nuestra vida cotidiana, lo que conocemos de Dios, y nuestro propósito aquí. Me lleva a escribir (aunque lo que escribo no siempre es para compartir).
  • Escribir con lápiz y papel. Me encanta bosquejar mis ideas o apuntar notas a mano. Me da una sensación especial como si estuviera conectada a las palabras de una manera muy diferente que cuando las escribo en la computadora.
¿Cuáles son los hábitos que les ayudan a ustedes en su proceso creativo?