lunes, abril 25

Déspotas de bolsillo.

"Todo hombre lleva en sí un dictador y un anarquista."
Paul Ambroise Valéry

A veces me gustaría levantarme con buenas noticias. Abrir el periódico y enterarme de la ausencia de muertes durante el fin de semana o la increíble reacción positiva del presidente ante las criticas. De vez en cuando me gustaría solo leer buenas noticias o noticias tontas como aquella de la boda real o los muchos hijos que ha comprado Angelina Jolie. 


Pero vamos, cada mañana despierto en Panamá y me toca leer titulares sin esperanza. Muertos por acá y por allá, aumento de VIH entre niños que apenas están empezando a vivir, y sobre todo y repetitivamente: el señor presidente insistiendo en tomar las decisiones como le da la gana, prometiendo cosas sin pie ni cabeza, agrediendo a los que se le oponen y bueno, menos mal que no leo periódicos amarillistas.


Pero lo que quiero escribir, aunque ustedes no lo crean, es una breve excusa por el mal actuar del señor presidente. No, no estoy diciendo que sea aceptable su actuar, no estoy justificando el nombrar magistrado a quien le da la gana ni mucho menos su constante lengua suelta donde lo mismo dice una cosa o dice la otra pues hay cosas que ni que, tenga o no tenga razón. Sin embargo creo que muy pocas personas harían un mejor papel ocupando la presidencia.

Con eso no quiero decir que serian peores presidentes; serían idénticos. Y es que la manía de enloquecer con el poder no es exclusivo de las altas esferas. La mínima brusca de poder  parece ser suficiente para tornar en dictador al  más humilde. Y lo digo pues lo veo por todos lados, empezando por las escuelas donde los maestros dicen hacer las cosas por son ellos y punto. Ya recuerdo a un profesor de historia, un tal Arroba, solía decir barrabasadas y amenazarnos para luego señalar -Ustedes son el huevo, yo soy la piedra- es decir si nos arriesgábamos a estrellarnos contra él moríamos reventados. 

Me tocó verlo mientras estudiaba Teología cuando un profesor enfurecido, un tal Morales, me señaló que la ofensa cometida en su contra (escribir un breve articulo donde decía que las cosas podían mejorar) -No te lo perdona Dios ni te lo perdona nadie y mejor ni lleves clases conmigo-  le hice caso, de todas formas ya me había enseñado mucho con su reacción y no quería aprender nada más de él.

Me tocó verlo en la universidad de Panamá donde hay profesores, un tal Kenny, que te ponen una A a cambio de veinte dolares. Obviamente no todos los profesores son así, pero los hay, me tocó llevar clases con uno y adivinen que: saqué una C.  He podido verlo inclusive en foros de Internet donde los moderadores borran todo comentario con el cual no estén de acuerdo y expulsan a las personas que osen plantarle cara. Y al final lo justifican con: ¡Yo soy el moderador!

Y así pululando por todas nuestras calles déspotas de bolsillo. Expulsando espuma por la boca ante el mínimo atisbo de poder. Padres déspotas, hijos déspotas, hermanos déspotas, esposos y esposas déspotas, estudiantes, maestros, conductores, taxistas, cajeras, guardias de seguridad y escritores de blogs. Entonces ¿Por qué nos extraña que nuestro presidente sea déspota y autoritario?  ¿ Haríamos algo diferente de estar en su lugar? 

El problema no es exclusivo del presidente, es más bien una cuestión cultural, la oposición se queja y se revuelca ahora porque no son ellos quienes se acomodan y acomodan a los suyos. Y nosotros, sinceramente nosotros, los ciudadanos promedios que desde nuestras casas rabiamos al abrir las noticias que nos amargan aun más el café, también nos quejamos pues no es a un familiar nuestro o a nosotros mismos que nos llega el chance. ¿Quién fue el que dijo? "El oprimido sueña con llegar a ser opresor" creo que fue un brasileño, pero debió conocer la clase política panameña. 

No sera hasta que seamos justos en las pequeñas cosas que veamos justicia en Panamá. No sera hasta que estemos dispuestos a ceder nuestro lugar que veamos un Panamá más solidario. No sera hasta que empecemos a escuchar las voces de los demás y tomarla en cuenta que empezaremos a vivir una verdadera democracia, no esta burda imitación, mientras tanto podemos culpar a Martinelli, a Torrijos o a cualquier otro  que tenga la desgracia de ponerse la banda presidencial. Pero Panamá no esta en las manos de ellos sino en las nuestras. Déspotas de bolsillo pululando por todas las calles, por allí debe estar nuestro futuro presidente. 

El que este libre de pecados que tire la primera piedra. Yo no puedo. 

miércoles, abril 13

El fútbol es el opio de los pueblos.

"Tengo dos problemas para jugar al fútbol. Uno es la pierna izquierda. El otro es la pierna derecha."
Roberto Fontanarrosa

Ha de ser este clima futbolistico que se respira por todos lados lo que me lleva a escribir este post;  Ya saben: clasificación al mundial sub-17, al sub 20, semifinales de la champion league, cuatro clasicos (Real Madrid vs Barcelona) en menos de un mes etc. Es el tema del momento, quien no pueda hablar de ello se vera relegado a alguna esquina a comentar de otras cosas de menor importancia como literatura, economía o los problemas socio-políticos que atraviesa nuestro país. 

En fin, toda esta fiebre absurda, al menos desde mi punto de vista, ha invadido los medios de comunicación y las conversaciones en los pasillos, los buses y hasta las iglesias. Y vamos, no es que sea un viejo cascarrabias, claro que me gusta el fútbol, disfrutó igual que muchos de correr como loco detrás de un balón, disfruto de ver los juegos de la selección -esos más bien los sufro- y no tengo absolutamente nada en contra de que Juan de los palotes quiera apoyar al Madrid o al Barcelona, llorar por esas derrotas si le da la gana, o convulsionar de alegría si son victorias. En fin, que para gusto los colores y los equipos de fútbol.

Lo que realmente me pone mal y me saca de casillas (después de todo quizá sí sea un viejo cascarrabias) es ver como algunas personas, valiosas personas con talentos y habilidades, con ideas para brindar a la sociedad, con toda la capacidad del mundo para marcar una diferencia viven obsesionados por el asunto. Gritan a los cuatro vientos "Yo soy Culé" y no tienen ni la menor idea de lo que significa la palabrilla, que ni siquiera suena bien,  o llenan sus estados de redes sociales con "Hala Madrid" sin saber, ni querer saber, que significa el famoso "Hala". Consumismo tonto pues, a eso me refiero.

El fútbol es un deporte bueno como cualquier otro siempre y cuando se mantenga en esa categoría de deporte y no se convierta en otra cosa más peligrosa como una obsesión o el centro de una vida. O al menos no perdamos las dimensiones de lo que significa ganar en un juego que no tiene nada que ver con la vida real.
Por ejemplo: Hace unos días la selección de Guatemala clasificó por primera vez a un mundial sub-20 (y de cualquier otra categoría) la fiesta fue como se esperaba y estoy de acuerdo que se celebre, vamos, no es una cosa que sucede todos los días. Sin embargo el enfoque que le dieron los medios y las personas fue desde mi punto de vista un poco absurdo exagerado. Llegaron a decir que aquel pirrico triunfo en una cancha de fútbol era un alivio para la golpeada sociedad de Guatemala. Que era un remanso de paz en medio de todo la violencia, etc. ¿Puede creerlo? sí, yo sé que lo creen. ¿Cómo vamos a decir que ganarle a once muchachos en una cancha de fútbol es brindarle un alivio al país? y es que las cosas en su lugar: como logro deportivo ¡Genial! me quito el sombrero y aplaudo de pie. Pero nada más, es como dijo aquel viejo barbon sobre la religión, aquello de que era el opio de los pueblos, viendo las evidencias podemos aplicarle eso al fútbol. Y Guatemala es solo un ejemplo, hay que ver como al panameño se le olvida el alza de pasaje y todo cada vez que se siente a ver un clásico.

En fin, ustedes no tienen la obligación de estar de acuerdo conmigo. Sin embargo estoy convencido de que si pusiéramos la misma pasión a mejorar Panamá, la misma pasión con que gritamos los goles de equipos que están a miles de kilómetros de distancia y probablemente nunca veamos en persona, si derramáramos las mismas lagrimas por las cosas que van mal y rabiáramos cada vez que vemos una injusticia de la misma forma que lo hacemos cuando el arbitro pita en contra; tendríamos un país diferente o al menos una vida diferente. 

No esta mal ver fútbol, sentir pasión, seguir un equipo, lo malo es usarlo como opio y dejar de hacer lo que TENEMOS que hacer. 

martes, abril 12

Soñar con escribir (no me despierten por favor)

"El escritor, muchas veces, es como un caballo de carreras que ha perdido su jinete y ya no sabe porque está corriendo ni dónde está la meta y, sin embargo, se le exige seguir corriendo aunque no sepa ni hacia dónde ni por qué razón".

Antonio Gala


No es que le importe a nadie, pero igual lo quiero contar.

Hace cinco meses me embarqué en el intento numero veinte mil de escribir un libro. Ya había realizado varios intentos frustrados de modo que soy un experto en esa sensación de sentirse sin rumbo, sin tener idea de que rayos nos depara la próxima página o que voy a hacer con ese personaje que se acaba de colar en el escrito.

Ya sabrán ustedes si lo han intentado, esa sensación de sentirse escribiendo basura. Nada sirve, las doscientas páginas que indica el procesador de texto no son más que mediocres, ¿quién te dijo que podías escribir algo que valiera la pena?, esto no es para ti, etc. Todas esas voces que vienen de algún rincón de la cabeza invitándonos a rendirnos. Muchísimas veces les hice caso. Pero no esta vez.

Ayer después de cinco meses enfrascado en esa historia, que parecía no terminar, escribí las ultimas palabras de lo que es mi primer manuscrito. Me siento como un padre orgulloso. No sé si sera bueno, las voces me siguen gritando que ni lo sueñe,  y apenas esta en esa etapa bruta donde hay que quitar muchas cosas, revisar ortografía, quitar pasajes, añadir aclaraciones, etc, o sea sinceramente sólo tengo el bosquejo de un posible bosquejo. Aun así he llegado hasta donde no podía. Y por ende debía escribir sobre ello.

De paso pude cumplir con mi manda personal y cortarme el cabello. Es una sensación absolutamente nueva haber llegado a puerto con una historia. En una ocasión al asistir a los talleres literarios Ariel Barria comentó que él se daba cuenta cuando un escritor era novato si le decía: -llevo tantas páginas- Llámenme novato (pues lo soy) pero ciento cinco mil palabras  (pues todo empezó con Nanowrimo) y  trescientas setenta y un páginas más tarde puedo decir: he allí mi primer borrador.

Hasta me siento escritor, perdonen la insolencia. Sé que aun falta mucho, y sólo pensarlo a veces me asusta. Aun así para eso estan los sueños ¿no? para perseguirlos. Deseenme suerte.

viernes, abril 8

Lo que me enseñó Forrester

 En estos días finalmente pude ver la película Buscando a Forrester que salió hace varios años. Es una película que, sobre todo, te inspira a querer seguir creando, y más aun, escribiendo si sientes que es algo a lo que has sido llamado. Durante la película el personaje Jamal Wallace, un joven negro en Nueva York. Él es un joven excepcional dado el ambiente en el que se encuentra especialmente porque le gusta escribir, un día descubre a un escritor famoso – Forrester- que vive escondido en un apartamento en el Bronx. 

Forrester reconoce el talento que tiene Wallace y se convierte en su maestro. Lo impulsa a seguir escribiendo y le enseña las herramientas necesarias para convertirse en un buen escritor. En la película el joven Wallace lo invitan a asistir a un colegio privado y se ve el contraste entre el privilegio de pocos y la falta de oportunidad que viven la mayoría. Al ver la película sientrás que Wallace es la persona más afortunada en el mundo, ¡a quién no le gustaría ser descubierto y motivado de esa manera! 

Uno de los elementos de la película que me pareció sumamente interesante era el de la metodología del profesor en la escuela privada. Él se creía el dueño de todo el conocimiento y no veía el potencial en Wallace ni en sus compañeros. Sin embargo, Wallace se atreve a confrontar a este profesor y se mete en problemas por esto. Creo que uno como educador debe tener cuidado de no caer en esa trampa de creer que tiene todas las respuestas, mucho menos ahora que la mayoría de las personas tienen acceso a tanta información en la Internet. El papel del maestro en estos tiempos debe ser ayudar a procesar y aplicar la información de maneras creativas y útiles. 

Al ver esta película me sentí inspirada a seguir escribiendo y a tener cuidado en mi papel como maestra. Espero tener la disciplina de crear y escribir aun cuando me falte inspiración y tener la creatividad de enseñar a pensar y crear aun cuando eso requiere admitir que a veces no tengo todas las respuestas o exija más trabajo de mi parte. En fin, me encantó la película y recomiendo que la vean.

martes, abril 5

Las aventuras de Ophy y Jolie.

"Fuera del perro, un libro es probablemente el mejor amigo del hombre, y dentro del perro probablemente está demasiado oscuro para leer."
Groucho Marx


Mientras escribo ahora mismo un pequeño gatito se revuelve a mi lado e intenta darle caza a mis dedos. A mis pies una pequeña Basset Hound de tres meses duerme tranquilamente como si el frío suelo fuera el lugar más confortable del mundo. 

Jolie y Ophy
Tenemos dos nuevas mascotas en casa. Llegaron casi al mismo tiempo sin que lo planeáramos necesariamente de esa forma. El gatito digamos que lo conseguimos por razones practicas: combatir los desagradables ratones que insisten en reclamar la casa como suya. Aun no hemos podido comprobar su efectividad -por ahora los ratones nos han dado tregua-  aunque casi podría asegurar que por el tamaño y el peso, de darse un combate ratón vs gato en estos momentos, el gato sería devorado. Sin embargo ha sabido ganarse un lugar en la casa con ese aire de suficiencia y esa altanería tan particular de los felinos. 

A la perrita la buscamos por mucho tiempo. Queríamos una Basset Hound pues habíamos leído sobre su carácter y pensábamos que una perra con una constante mirada melancólica nos caería como anillo al dedo. Bueno en realidad queríamos un perrito pero se nos presento una oportunidad indespreciable y pues aquí están con nosotros. Yo decía que quería un perro que se echara a mis pies mientras escribía. Deseo concedido.

La perrita se llama Jolie. No, no es por Angelina, Jolie es un palabra francesa que significa bonita o simpática y a Hannah le pareció la forma indicada de llamar a la nueva compañera de piso. El gato se llama Ophy, (Opi) o por lo menos ese es su apodo, su verdadero nombre es Oppenheimer (¿No les había dicho yo que era un grupie?) Sí, por el periodista no por el padre de la bomba nuclear. 

El punto es que quería escribir sobre ellos pues ustedes ya saben como las mascotas son capaces de adueñarse de nuestros corazones, nuestras cabezas y nuestra paciencia, de modo que estoy seguro habrá muchas cosas que contar al respecto. De modo que quedan presentados Ophy y Jolie.  Escribiría un poco más pero debo darles comida y sacarles a dar un paseo.

sábado, abril 2

Día internacional del libro infantil

Hoy es el día Internacional del Libro Infantil, según el sitio OEPLI cada año desde el año 1967 se ha celebrado el 2 de abril que coincide con la fecha del nacimiento del escritor danés Hans Christian Andersen. El evento es organizado por IBBY y este año el país patrocinador del Día de Libro Infantil es Estonia. El cartel ha sido ilustrado por Jüri Mildeberg y el mensaje con el lema El libro recuerda ha sido escrito por Aino Pervik.

A mi me encanta la literatura infantil, creo que muchas veces me gusta más la literatura infantil que la literatura para adultos.  Lo que me agrada es que la literatura infantil toca temas difíciles pero los explora usando la imaginación y la sinceridad de la niñez.  Creo que a veces la única diferencia entre la literatura infantil y la literatura para adultos es que en la literatura infantil los personajes principales por lo general son niños o jóvenes, pero los buenos libros tocan muchos de los mismos temas y las mismas preguntas en cuanto al bien y el mal aunque recure mucho más a la fantasía que los libros para adultos (no digo que no hay buenos libros de fantasía para adultos).  En honor a este día quiero escribir una lista de mi literatura infantil preferida.  

Mis libros preferidos de literatura infantil fueron escritos por George MacDonald (dos de sus titulos en inglés: The Light Princess & The Princess and the Goblin).  Libros que he vuelto a leer de adulta que sinceramente me han seguido inspirando son Las Cronicas de Narina por C.S. Lewis, The Wind in the Willows por Kenneth Graham, Bridge to Terabithia por Katherine Paterson, y El Principito por Antoine de Saint-Exupéry.  Hay muchos buenos libros de literatura infantil que me encantan y creo que todos deberían leer más literatura infantil porque muchos buenos autores logran explorar temas profundos por medio de historias sencillas y hermosas.  Me gustaría saber cuáles son algunos de sus libros infantiles preferidos.  

viernes, abril 1

Andres Oppenheimer en Panamá: La misma historia.

Si el dinero va delante, todos los caminos se abren.
William Shakespeare

Conocí los escritos de Andres Oppenheimer hace algunos años con un excelente libro como lo es "Cuentos chinos" en el cual habla sobre las razones por las cuales China ha tenido un boom económico mientras Latinoamerica ha quedado rezagada. Su manera de escribir las cosas y las interesantes reflexiones en base a entrevistas hizo que se convirtiera en uno de mis periodistas favoritos.
Para navidad mi suegra me regaló otro de sus libros: "Basta de historias". En resumen el libro era un reto a buscar mejorar la educación en latinoamerica, tomando como ejemplo a Japón, India, Israel, entre otros países que han logrado ponerse a la cabeza en lo que se refiere a educación. Los retos me parecieron pertinentes y el libro definitivamente no tiene desperdicio. Tanto así que voy a dejar de hablar de el para que mejor lo lean,

El asunto es que ayer en el periódico me topé con la excelente noticia que Oppenheimer estará en Panamá para dictar un seminario sobre su libro "Basta de historias". Me alegré, subrayé el email al cual debía escribir mientras me recriminaba a mi mismo: -¿Ya ves Ariel? tú que siempre dices que no hay cosas de este tipo en Panamá. Mira traen a Oppenheimer.- Hasta me imaginé pidiéndole que me firmara un libro -ustedes saben, esto de ser groopie- 

Escribí al correo para saber cual era el precio. Sí, me imagino que ya sabrán por donde va a concluir esta historia. Ciento cincuenta dolares, por un almuerzo y dos horas escuchando a Oppenheimer hablar de un libro que ya leí. No digo que no valga la pena, ni que no me gustaría hacerlo pero ni los tiempos ni mi bolsillo esta para eso. Lo cual me llevo a pensar en la triste realidad. ¿Quién dice que en Panamá no hay opciones de buena educación? ¿Quién dice que no hay actividades culturales (por allí anda Bocelli)? El problema, el abismo insondable es que esas oportunidades están allí precisamente para los que tienen dinero, para los que de una u otra manera tienen una buena educación y un trabajo suficientemente bien remunerado como para darse esos lujos. Los demás, el pueblo, el vulgo, tenemos que limitarnos a ver con la boca abierta y con envidia (de la mala) lo que haríamos si tuviéramos el factor verde. Quiza la idea es que al final son ellos quienes pueden hacer algo por cambiar las cosas. Ya veremos. En fin, esto no es más que un desahogo porque no podre ir a escuchar "Basta de historias" en Panamá porque al final resulto ser la misma historia de siempre.