Los políticos en general me dan asco. Puede sonar fuerte pero es la verdad. Digo en general porque sé dice hay excepciones. No las conozco personalmente pero por allí dicen que las hay, les creo. Sin embargo dentro de la sub especie política existen dos tipos. Políticos con clase y políticos a secas. Debo creer que los hay también interesados en mejorar el país, pero de esos no voy a hablar ahora.
Los políticos con clase son aquellos que saben ganarse la admiración de la gente con su forma de hablar, de comportarse e inclusive vestir. Saben que decir y cuando decirlo y aunque uno sepa de antemano que es simple “propaganda” hipócrita hay que darle a su favor el saber cómo decirlo y hay que admitirlo más de una vez nos llevan a creer en ellos y hasta a darles nuestros voto.
Pero están los políticos a secas, víboras reptantes ansiosas de poder y dinero. Los cuales carentes de clase y educación. Que con la supuesta intención de identificarse con los ciudadanos comunes y corrientes (como usted y como yo) utilizan palabras vulgares y malsonantes, insultan, pisotean, humillan y hasta se van a los puños en ocasiones para terminar de sazonar su absoluta falta de clase.
Lamentablemente la clase política de Panamá está marcada cada vez más por estos últimos. Y para colmo de males tenemos un presidente que bien podría entrar en la clasificación; sin pelos en la lengua y sin educación en el léxico. Vergüenza me da cada vez que toma un micrófono y sale con alguna de sus vulgaridades. Para colmo dice que lo hace por nosotros, por el pueblo, para que le entendamos. Porque muy listos no somos al parecer y si nos habla con términos educados vamos a tener que correr a buscar un diccionario o en wikipedia.
Y aunque sé que no seré leído, señor presidente, con todo el respeto que se merece, por su investidura, no es justo que pisoteé usted el nombre de Panamá, que cada dos por tres los medios internacionales cuenten algo sobre alguna frase suya fuera de lugar. No es justo que nos tome por tontos que llame a un ciudadano HP y luego nos diga que se trata de Harry Potter, es cierto que la educación en Panamá anda mal pero tan tontos no somos. No es justo que cada dos por tres escriba declaraciones en el twitter para luego retractarse y decir que ha sido mal interpretado. No es justo que insulte y desacredite a todo los que se le oponen. No es justo que rompa sus promesas y luego diga que se trata de malas interpretaciones y pretenda mantener la confianza.
Lo digo como uno más del pueblo, sin dinero, sin poder, sin afiliaciones políticas ni intenciones de tenerlas. Como un ciudadano indignado ante la devaluación de la imagen presidencial. Como una persona que desea lo mejor para su país. Señor presidente por favor sea un político con clase, los errores son humanos; el descaro de canallas.
Contundente! La verdad lo que dices es 101% cierto, el presidente se parece cada vez más a Chello Gálvez.
ResponderEliminarSaludos!