Hannah:
Son muchas las cosas que esta semana pasan por mi cabeza. Escoger una para escribir fue realmente difícil. Sin embargo hay una extraña sensación en mi mente (o quizás en mi corazón) que se dedica a repicar una y otra vez y ha conseguido dos o tres veces sacarme de ritmo. Me llama la atención sobre todo que este pensamiento (recurrente) lo he escuchado otro cientos de veces de otras personas y siempre me ha parecido tonto y exagerado. Hoy no me parece ni lo uno ni lo otro, pero puede ser que yo me este volviendo ambas cosas.
Al escribir sobre la violencia a la mujer solamente echamos un breve vistazo a las problematicas que rodea al mundo en general. Y mientras pensaba en la violencia, por mi mente desfilaban (con altos honores) otros miles de problemas que aun tenemos pendientes de hacer algo. Y no pude evitar (por muy tonto que creí que fuera) mirar con nostalgia el pasado pensando en aquellos grandes hombres y mujeres que estuvieron dispuestos a darlo todo por realmente hacer una diferencia, que creyeron que Debian tomar acción y lo hicieron. Quizás influye el hecho de que he estado leyendo la vida de grandes hombres o recordando momentos "claves de la historia" en mi cabeza rebotan nombres como: Martin Luther King Jr, Ernesto Guevara, Ghandi, Teresa de Calcuta, los valientes que se atrevieron a luchar contra la esclavitud, los primeros mártires del cristianismo etc...
La pregunta necia: ¿Donde hay hombres como esos? o ¿porque no tengo yo el valor de tomar acciones de semejante magnitud? o quizás más necio aun ¿porque no tengo la oportunidad? (¿la tengo?) la humanidad pareciera haber perdido sus grandes hombres, los visionarios, los intrépidos, los arriesgados. Todos parecen haberse diluido en un montón de letras que nos cuenta sobre aquellos tiempos cuando la gente estaba dispuesta a morir por lo que creía y termina pareciéndome tan utópico como Frodo y la tierra media.
¿Porque le toco a nuestra generación esta enorme decepción? Lucho contra esto y creo con todo mi ser que la diferencia la puedo hacer yo, (o tú, él o ella) intento no caer en el fatalismo de nuestra generación, pero sinceramente a veces parecían tener razón. Algunas otras veces me detengo a pensar: Ya no quedan héroes reales, ya no hay a quien imitar. Las grandes figuras son aquellos multimillonarios que de una u otra manera han conseguido hacerse de dinero.
Mi frustración va en aumento, cuando me veo a mi mismo quejandome mientras leo algún interesante libro, levanto la vista y me digo: deberían existir más hombres como este. Para luego sumirme una vez más en la interesante lectura, porque: "aun no es mi momento" (¿Debo esperar un momento?) No quiero ahogarme en un vaso de agua y procuro con todas mis fuerzas hacer con excelencia las cosas que están en mis manos e impulsar los cambios que pueda aquí y ahora, pero la sensación es real y no puedo dejar de sentirlo así... Quizás halla algo de razón en mi necio razonamiento... ¿Que crees tu?
Son muchas las cosas que esta semana pasan por mi cabeza. Escoger una para escribir fue realmente difícil. Sin embargo hay una extraña sensación en mi mente (o quizás en mi corazón) que se dedica a repicar una y otra vez y ha conseguido dos o tres veces sacarme de ritmo. Me llama la atención sobre todo que este pensamiento (recurrente) lo he escuchado otro cientos de veces de otras personas y siempre me ha parecido tonto y exagerado. Hoy no me parece ni lo uno ni lo otro, pero puede ser que yo me este volviendo ambas cosas.
Al escribir sobre la violencia a la mujer solamente echamos un breve vistazo a las problematicas que rodea al mundo en general. Y mientras pensaba en la violencia, por mi mente desfilaban (con altos honores) otros miles de problemas que aun tenemos pendientes de hacer algo. Y no pude evitar (por muy tonto que creí que fuera) mirar con nostalgia el pasado pensando en aquellos grandes hombres y mujeres que estuvieron dispuestos a darlo todo por realmente hacer una diferencia, que creyeron que Debian tomar acción y lo hicieron. Quizás influye el hecho de que he estado leyendo la vida de grandes hombres o recordando momentos "claves de la historia" en mi cabeza rebotan nombres como: Martin Luther King Jr, Ernesto Guevara, Ghandi, Teresa de Calcuta, los valientes que se atrevieron a luchar contra la esclavitud, los primeros mártires del cristianismo etc...
La pregunta necia: ¿Donde hay hombres como esos? o ¿porque no tengo yo el valor de tomar acciones de semejante magnitud? o quizás más necio aun ¿porque no tengo la oportunidad? (¿la tengo?) la humanidad pareciera haber perdido sus grandes hombres, los visionarios, los intrépidos, los arriesgados. Todos parecen haberse diluido en un montón de letras que nos cuenta sobre aquellos tiempos cuando la gente estaba dispuesta a morir por lo que creía y termina pareciéndome tan utópico como Frodo y la tierra media.
¿Porque le toco a nuestra generación esta enorme decepción? Lucho contra esto y creo con todo mi ser que la diferencia la puedo hacer yo, (o tú, él o ella) intento no caer en el fatalismo de nuestra generación, pero sinceramente a veces parecían tener razón. Algunas otras veces me detengo a pensar: Ya no quedan héroes reales, ya no hay a quien imitar. Las grandes figuras son aquellos multimillonarios que de una u otra manera han conseguido hacerse de dinero.
Mi frustración va en aumento, cuando me veo a mi mismo quejandome mientras leo algún interesante libro, levanto la vista y me digo: deberían existir más hombres como este. Para luego sumirme una vez más en la interesante lectura, porque: "aun no es mi momento" (¿Debo esperar un momento?) No quiero ahogarme en un vaso de agua y procuro con todas mis fuerzas hacer con excelencia las cosas que están en mis manos e impulsar los cambios que pueda aquí y ahora, pero la sensación es real y no puedo dejar de sentirlo así... Quizás halla algo de razón en mi necio razonamiento... ¿Que crees tu?
puede ser que hayan heroes, pero no sabemos nada de ellos. yo siempre he pensado que los heroes maximos son medios invisibles. como teresa de calcuta -- me parece que ella hubiera preferido que nadie sabia de ella sino los mendicantes a quienes demonstraba la ternura de Dios. Me parece que es un accidente que yo he oido el nombre de teresa de calcuta.
ResponderEliminarpero estoy de acuerdo que por lo menos en las sociedades industrializadas y ricas la gente se olvida de todo menos bichos electronicos, y automoviles, y asuntos financiales, y nada le importa sino lo que tiene que ver con su propia plata o placer. por eso puede ser que realmented hay heroes -- pero solo en esfuerzo, y no en resultados.
Hola Seth: Creo que una vez más tienes razón, quizas el buscar la "heroicidad" en nuestras vidas, es simplemente buscar algo de fama y popularidad cuando en realidad deberiamos preocuparnos por los pequeños actos de amor, ¡Tus comentarios siempre son atinados y bien recibidos!
ResponderEliminarGracias a Dios por los grandes héroes, lo que son conocidos y reconocidos. Ellos nos hacen sentir culpables por nuestra comodidad; nos retan a ser mejores. Mi vida ha sido moldeada en ciertas maneras por personas que sobresalieron en algo, hicieron historia, a veces exponiendo sus propias vidas. Pero estoy de acuerdo con Seth. Los verdaderos heroes no son conscientes de que lo son, ni buscan serlo. Por eso pienso que también hay muchos héroes anónimos. No todos podemos hacer cosas extraordinarias. De hecho, si todos las hiciéramos, ya serían ordinarias. Creo que podemos buscar "héroes anónimos" cerca de nosotros. No se escribirá libros acerca de ellos, pero creo que son hombres y mujeres que merecen nuestro respeto y admiración. Hablo por ejemplo de hombres que cumplen con su deber cada día, en cualquiera que sea el lugar y la posición de su deber. Hablo de mujeres que cumplen una doble jornada diaria, en su trabajo remunerado y en su hogar... del hijo o hija que cuida de una madre o un padre anciano (todavía los hay). Hablo de padres, de madres, de hermanos, de abuelos... de cualquiera que sigue día a día una rutina que nadie nota. ¿Qué tal si nos retamos a buscar algún héroe anónimo y contar algo de él próximamente?
ResponderEliminarEstoy de viaje, y puedo decirle que he encontrado cuatro heroes, por lo menos, en el transcurso de una semana. Numero uno, un pastor que no se dio por vencido cuando tenia que dejar la iglesia donde habia sido pastor por 14 anos. Nos dijo que sentia un impulso tan grande dentro de si para servir a los demas como pastor que tenia que poner a un lado su dolor y empezar a buscar una iglesia donde servir. Numero dos, otro pastor, al tener la oportunidad de empezar una iglesia nueva, esta, a proposito, buscando las personas a su alrededor que estan sufriendo para servirles. Su iglesia esta llena de personas con cargas grandes, pero aprendidiendo a amar a Cristo con todo su corazon, servir unos a los otros y tener una vision amplia del mundo. Numero tres, la esposa de un pastor con una hija de 19 anos que tiene la sindroma de downs en su forma mas profunda. Nunca a hablado, ni caminado, sentado sola, ni ha podido comer sin ayuda, etc. Esta mujer se entrega a servir a esta hija, a veces despierta toda la noche, sin una pisca de resentimiento--es una heroina para mi. Numero cuatro, la mujer que, hace anos, quiso perdonar a su esposo un engano, recontruir su matrimonio y ahora esta viendo el fruto de ver todos sus hijos sirviendo al Senor en una forma o otra, y su esposo activo en la iglesia.
ResponderEliminarNo son pocos los heroes, son muchos. NEM
Me parece un poco tarde para el comentario, pero creo que en lugar de
ResponderEliminarbuscar donde están los héroes de hoy en día debemos observar las
oportunidades que tenemos día a día para convertirnos en uno de ellos.
No que andemos buscando la gloria y el reconocimiento otorgado a
aquellos que aparecen en los libros, pero aprovechemos esas
oportunidades...
No hay que ir tan lejos. A mi memoria viene una ocasión en específico.
Una de las cosas que me molesta más de la sociedad actual es como se
ha perdido el sentido de caballerosidad; como los hombres no ceden sus
lugares en los autobuses o no ayudan a las damas a subir o pequeños
detalles diarios como estos. Aquella vez yo estaba sentada en la parte
de atrás del autobús, una viejita iba entrando, el chofer del bus se
levantó saltó sobre el motor y extendió su mano con firmeza para que
la señora pudiera subir. No fue la gran cosa, pero yo pasé el resto de
la tarde sonriendo por el gesto...
No hay que ir muy lejos, sólo es de aprovechar oportunidades, sentirte
como héroe por un día y dejar una sonrisa en la cara del ayudado...
En serio, las pequeñas memorias cambian la vida de las personas!!!!