Si pudieras leerme hijo mio, te diría que vienes a un mundo corrupto, podría usar palabras más fuertes para describirlo y todas le caerían como anillo al dedo, pero como quiero serte ejemplo y no quiero ofender a nadie que pase por este espacio, digamos solamente que el mundo anda mal.
Hay bombas y locos, hay discursos estúpidos y gente sin conciencia, han ocurrido dos guerras mundiales y a cómo andan las cosas nadie se extrañaría de una tercera. Se construyen armas para destruirse los unos a los otros, se talan los árboles, se juzgan a las personas por cuanto dinero tienen en la cuenta bancaria o inclusive por el color de su piel.
Todos los días se leen cosas tristes, se escuchan cosas alarmantes y se ven escenas que ningún ser humano debería observar jamás. No, no es un mundo fácil y sin embargo vienes a él, quizás como un vestigio de esperanza, quizá como una muestra contundente que aún hay cosas buenas, esperanza y alegría.
Y por eso te escribo, para recordármelo a mí mismo. Para no caer en el desespero ni volverme un pesimista amargado. Para avisarte que no importa que escuches el mundo puede parecer muy malo, pero hay poesía, canciones, abrazos, besos, chocolates, sonrisas, lágrimas de alegría y de dolor sincero, personas amables que dan los buenos días al subirse al bus, a pesar de todo, libros, buenas películas, familia, personas honestas, hombres sinceros que luchan cada día por hacer de este un mundo mejor, bondad, amor, Dios, la vida misma, agridulce como es, pero única y especial.
Vienes a este mundo y espero que puedas ver lo bueno para que sepas aceptar lo malo sin amargarte, sin despotricar todo el tiempo, sin temer tener principios, valores, pensar diferente o tener esperanza.
Te escribo pensando en mí y lo que me gustaría mostrarte, lo que me gustaría ser para ti, probablemente falle en más de una ocasión. Aun así quiero que sepas esto. O al menos yo quiero tenerlo claro y por eso lo pongo por escrito.
Vienes a este mundo y aunque podría ser pesimista y mirarlo con recelo, estoy seguro lo disfrutaras.
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