lunes, octubre 4

Gracias por la vida

Aquí muere otro día. En el cual he tenido ojos, oídos, manos. Y el inmenso mundo a mi alrededor; Y mañana comenzará otro. ¿Por qué se me permiten dos? G.K.Chesterton

He estado pensando todo el día en que iba a escribir hoy. Tenía varias opciones y algunas me llamaban más que otras. Sin embargo durante la mañana mi computadora se murió (no es grave y en unos días debe estar en circulación de nuevo) y ustedes saben esa sensación de impotencia, de rabia, de perder las cosas que uno ha guardado allí o escrito con el sudor de sus dedos. Pensé entonces escribir sobre eso y quejarme un poco de las computadoras y lo inútiles que son cuando una piecita se descompone. Pensé escribir a una oda a los lapices de grafito que nunca tienen virus ni se les quema el cargador o se les desconfigura el sistema operativo.En fin pensaba escribir una entrada tan egoísta y materialista como lo soy yo aun sin darme cuenta. Una conversación en la tarde cambió mi manera de ver la avería de mi computadora y de paso cambió también este escrito.

Una de las ventajas que tenemos en el lugar donde vivimos (Hannah y yo) es una refrescante piscina. Y aquellos que conocen lo terrible que puede llegar a ser el calor de Panamá sabrán cuan especial resulta tener una de estas  cerca. El punto es que decidimos nadar hoy en la tarde antes de cenar y allá fuimos. Iríamos por la décimo segunda vuelta cuando se acercó hasta la puerta de la piscina un muchacho. Saludó con un escueto buenas tardes y luego se inclinó hasta el piso como orando. Hannah y yo nos miramos y nos preguntamos quien era y qué querría. Se presentó, dijo ser  hermano de un muchacho que he conocido por un tiempo y me dijo que necesitaba hablar conmigo pero que no podía hacerlo delante de mi esposa sino sólo conmigo.Obviamente me sentí un poco nervioso pero salí del agua y le acompañé hasta afuera.
-Estoy drogado- empezó, creo que no pudo escoger peores palabras para empezar, sin embargo no le di importancia al asunto y me decidí a escucharlo esperando que en cualquier momento me pidiera dinero o algo más. 

Sin embargo en vez de eso me contó lo mal que se sentía por haber recaído en las drogas, lo solo que estaba y lo mucho que temía que su familia ya no le quisiera porque había recaído. Al escucharlo, las palabras se me amontonaban en la garganta y no sabía por donde empezar. Me contó que hace apenas unas semanas le habían matado un primo y que temía le buscaran a él también. Mientras hablaba metió su mano derecha en el bolsillo y extrajo tres "carrizos" de cocaína.Tal vez no me crean, pero era la primera vez que veía algo de cocaína frente a mi. Pensé que él quería tomarla en ese instante y le hice la advertencia de no hacerlo allí delante de mi. Él me dijo: -No, voy a tirarla- y sin decir más se levantó y los tiró en una pequeña quebrada que pasaba detrás de nosotros. 

Me habló de sus sueños, sus miedos, sus frustraciones. Tiene veintiún años y esta atado al vicio de las drogas,  tiene veintiún años y piensa que su vida acabo. Le animé a seguir adelante y le envié donde una persona que realmente podía ayudarle. Su nombre y su historia se ha quedado dándome vueltas en la cabeza. Y al comparar sus problemas con los míos me doy cuenta cuan ridículo soy.  

Vivo, bueno lo más probable es que usted también, así que reinicio; Vivimos llorando por pequeños problemitas, somos como niños que lloran por horas porque se rompió su juguete favorito, el cual ni siquiera recordaran tres días después. Se me daño el carro o se quemó mi computadora y mi mundo se viene abajo. No nos damos cuenta de lo mucho que tenemos aun cuando perdimos un poco. 

Mi vida es rica y esta llena de bendiciones. No tengo todo lo que quisiera pero tengo todo lo que necesito y muchísimas cosas más. Yo que pensaba quejarme de mi computadora y termine agradeciendo a Dios por mi vida.

3 comentarios:

  1. Muy cierto. Gracias por compartir cómo Dios nos pone en la perspectiva adecuada, justo cuando estamos a punto de perderla. Como dice el viejo dicho: "Yo me quejaba de no tener zapatos hasta que vi a alguien que no tenía pies."

    ResponderEliminar
  2. Realmente yo no he sido agradecido con Dios por las cosas que me ha dado y las cosas que me ha permitido tener.
    He vivido gran parte de mi vida quejándome, como si Dios hubiera tenido la culpa.

    He vivido engañado y engañándome tratanto de yo mismo hacerme creer que quiero dejar pecados, cuando no es cierto.
    Quizás muchos de los creyentes no luchamos con el vicio de la droga, pero podemos estar luchando o simplemente vivir con otros vicios que son pecados para Dios.
    Nos excusamos muchas veces por el pecado que cometemos y no nos hemos dado cuenta, no queremos reconocer y no queremos aceptar, que es la carne o sea nosotros mismos la raíz y causa del pecado que cometemos y seguimos cometiendo.
    Una vez alguien dijo: "la carne siempre se excusa" y esta frase me hizo pensar y revisar las cosas que hago (que son pecados) que le he echado la culpa a las circunstancias, Dios, el diablo, etc. y no he sido sincero conmigo mismo, reconociendo que yo soy el que ha pecado, que pense en pecar, tuve el deso de pecar y pequé porque quise. Puede ser que el deseo sea muy fuerte, incontrolable, pero la Biblia dice que toda tentación la podemos vencer si queremos porque Dios ha dicho que es así.
    Lo que hizo el muchacho que llegó a la piscina, a la vista de los hombres puede ser vergonzoso, pero es algo que Dios valora mucho. 51:17 Los sacrificios de Dios son el espíritu quebrantado;
    Al corazón contrito y humillado no despreciarás tú, oh Dios.
    Y eso es algo que nos falta a muchos.

    ResponderEliminar
  3. Realmente yo no he sido agradecido con Dios por las cosas que me ha dado y las cosas que me ha permitido tener.
    He vivido gran parte de mi vida quejándome, como si Dios hubiera tenido la culpa.

    He vivido engañado y engañándome tratanto de yo mismo hacerme creer que quiero dejar pecados, cuando no es cierto.
    Quizás muchos de los creyentes no luchamos con el vicio de la droga, pero podemos estar luchando o simplemente vivir con otros vicios que son pecados para Dios.
    Nos excusamos muchas veces por el pecado que cometemos y no nos hemos dado cuenta, no queremos reconocer y no queremos aceptar, que es la carne o sea nosotros mismos la raíz y causa del pecado que cometemos y seguimos cometiendo.
    Una vez alguien dijo: "la carne siempre se excusa" y esta frase me hizo pensar y revisar las cosas que hago (que son pecados) que le he echado la culpa a las circunstancias, Dios, el diablo, etc. y no he sido sincero conmigo mismo, reconociendo que yo soy el que ha pecado, que pense en pecar, tuve el deso de pecar y pequé porque quise. Puede ser que el deseo sea muy fuerte, incontrolable, pero la Biblia dice que toda tentación la podemos vencer si queremos porque Dios ha dicho que es así.
    Lo que hizo el muchacho que llegó a la piscina, a la vista de los hombres puede ser vergonzoso, pero es algo que Dios valora mucho. 51:17 Los sacrificios de Dios son el espíritu quebrantado;
    Al corazón contrito y humillado no despreciarás tú, oh Dios.
    Y eso es algo que nos falta a muchos.

    ResponderEliminar