lunes, octubre 25

De libros electrónicos y no.

Ciertamente, es agradable ver estampado el propio nombre; un libro es siempre un libro, aunque no contenga nada.
-Lord Byron

Acabo de leer un articulo donde Andrés Oppenheimer entrevista a Vargas Llosa sobre la postura del nobel en cuanto a los libros electrónicos. Me parece interesante que a tramos Llosa se muestre contrario a los libros electrónicos pues cree diluirán la calidad de los escritos, por otro lado Oppenheimer señala que esas tabletas electrónicas son de todo menos libros pues una de las características más notables del libro es estar uno a uno frente al texto sin decoraciones multicolor o pantallas resplandecientes.

Yo soy un fanático de la lectura en general, aunque tengo debilidad por los libros físicos, los que puedo sentir y abrir o deslizar mis manos por sus hojas. Sin embargo he sido muy beneficiado por los libros electrónicos, he podido leer algunos libros que ni de broma aparecerían por una de las pocas librerías que tenemos en Panamá, he podido portar varios libros en una pequeña tableta que ni pesa ni ocupa espacio, ni hablar de que para leerse uno de estos no es necesario talar arboles.  Beneficios en fin tiene muchos. 

No creo sin embargo que los libros, "de carne y hueso", como los conocemos puedan ser sustituidos por estos fríos artefactos, creo que la mayor prueba es que inclusive los periódicos no han desaparecido después de varios años de sufrir los embates del Internet. 

Los libros físicos siempre tendrán un lugar especial pues realizan funciones  únicas. No puede uno por ejemplo dormirse con un libro electrónico y ponérselo en la cara para bloquear la luz, lo he intentado y es imposible. No puede uno subrayarlo y releerlo años después para preguntarse ¿Por qué me pareció eso tan importante?. No se puede secar pétalos de rosa o guardar papeles. No se puede comprar un libro de segunda y ver las marcas que dejó su dueño anterior y pensar donde estaría cuando lo leyó o por qué lo hizo. En cierta manera hay algo personal e intimo en tener un libro real en las manos, es como si pensáramos que las conversaciones persona a persona serán sustituidas por Skype o los mensajes de texto. 

Sinceramente me desagrada un poco pensar en la posibilidad de la extinción de los libros de papel. Aun así soy de esos que muere por tener un Kindle o alguno de esos lectores pues como ya dije creo que tienen funciones practicas. Sin embargo espero que este muy lejano el día en que los libros desparezcan como los conocemos. Aun quiero disfrutar por mucho tiempo más la emoción de oler las hojas de un libro nuevo u observar como el paso del tiempo se ha encargado de teñirlas.

2 comentarios:

  1. Lo que mas amo de los libros "de carne y hueso" es el olor! Si, el olor!

    ResponderEliminar
  2. ¿Viste esto? http://www.prensa.com/entretenimiento/libros/20100930-Li.asp

    ResponderEliminar