domingo, octubre 10

Bienvenidos a la cultura futbolística

La violencia es el último recurso del incompetente.
-Isaac Asimov

    
     Es triste lo que ocurrió el pasado viernes en el estadio de fútbol Romel Fernandez. Ya he dejado plasmado en otras ocasiones que soy un fiel seguidor de la selección de Panamá y que siempre procuro, por lo menos, estar al tanto de los resultados en sus partidos. El viernes se jugaba un amistoso contra El Salvador. La idea de los amistosos es que ambos equipos de buena voluntad juegan para ayudarse a pulir carencias, probar jugadores y entretener un rato al público.

     Con el partido versus El Salvador había un poco de picante de trasfondo, un poco de revanchismo y rencilla. Las pasadas eliminatorias mundialistas “la selecta”, nombre con el que se conoce a el equipo de El Salvador, eliminó a Panamá en un juego que dejó muchísimos sinsabores y cosas que decir. Se habló del árbitro, de la agresividad de los fanáticos salvadoreños que se dedicaron a tirar botellas y algunas otras cosas bastantes desagradables dentro de la cancha. Como sea Panamá quedo eliminado y la herida ha sangrado inclusive hasta hoy en día.

    Cuando se anunció que el amistoso se daría, los medios de comunicación ni lerdos ni perezosos soltaron las campanas al aire, hablaron de revancha, de venganza, de tomar lo que era nuestro, etc, en pocas palabras le calentaron la cabeza al fanático panameño. En los foros de fútbol la cosa era peor se escribían largos post invitando a la gente a hacer “inolvidable” aquella noche para los salvadoreños, como si ganar un pírrico amistoso cambiara la historia.

     En junio del 2008 la selección de El Salvador eliminó a Panamá; algunas personas entonces hablaron de falta de “cultura futbolística” porque cuando El Salvador había visitado Panamá la gente se había limitado a ver el partido, a gritar los goles y a cantar una que otra consigna. La cultura futbolística, según estos personajes, consiste en tener salvajes en las gradas arrojando botellas, orines, atacando a los fanáticos rivales, silbando los himnos nacionales y haciendo del estadio una mini Gomorra. En resumen lo que ocurrió en el Cuscatlán. Si eso incidió o no en el resultado no me interesa ni es el punto aquí.

     El punto es que el viernes en la tarde quisimos alcanzar la excelencia en “cultura futbolística” cuando pretendíamos cobrarnos un juego que ya paso y será imposible repetir. Se “confundieron” con el Himno de El Salvador, dos veces, cuando el portero de la selecta salió con una fractura en el maxilar, los cultos fanáticos panameños se dedicaron a arrojarles cosas, además en la cancha todo era provocación y mala saña.

    Si eso es cultura futbolística, felicidades, lo próximo será tener nuestras propias barras bravas como en Argentina o Inglaterra, así como el primer mundo, celebraremos sin duda cuando las rivalidades entre clubes empiecen a cobrar vida y nos llenaremos de orgullo cuando agredamos a una persona por el simple hecho de pertenecer a otra nacionalidad y apoyar a otro equipo.

Si eso es cultura futbolística, prefiero ser un ignorante.

1 comentario:

  1. Excelente final, ''si eso es cultura futbolistica, prefiero ser un ignorante'' El futbol es lindo, pero lastima por aquellos que han confundido esas dos palabras por ignorancia futbolistica.

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