domingo, mayo 20

De la CSS, los prejuicios y una conclusión muy parcializada.


"El mayor amigo de la verdad es el tiempo; su más encarnizado enemigo, el prejuicio."
Charles Caleb Colton


Somos mal agradecidos de forma predeterminada. A veces con razón, a veces sin ella. La vida es tan buena y dulce, tanto que se nos olvida constantemente su lado duro y difícil. Pero ese mismo lado al que todos rehuimos suele darnos los chispazos más grandes de bondad humana, justo cuando uno cree que el ser humano es un ser desechable aparecen personas que nos recuerdan lo contrario. 

Como ya he escrito en un post de la semana pasada hemos tenido una semana complicada de hospitales. La familia ha sido bastante sana en general, mi papá a sus cincuenta y cinco años por primera vez esta hospitalizado. Y aunque ya esta bastante mejor la seriedad del asunto nos sorprendió a todos. 

Para colmo en Panamá la Caja del Seguro Social se fue a paro la semana pasada. ¿Cuándo no? Así que al internar a mi papá de urgencias temíamos que fuera mal atendido y absorbido por un sistema colapsando. No obstante para mi sorpresa la atención que recibió fue de primer nivel. La eterna queja de funcionarios con cara de pocos amigos, trato grosero e indiferencia no existió, por el contrario (a excepción de un caso) me encontré con seres humanos auténticamente preocupados por ayudar a los demás, personas amables y atentas dispuestas a escuchar y a dar de su tiempo para ayudar a los enfermos. Me encontré con palabras comprensivas y una autentica preocupación porque yo pudiera entender lo que estaba pasando. 

Me hizo pensar en lo fácil que podemos empaquetar y etiquetar a las personas por lo que hacen en una institución o la “fama” que han adquirido con el tiempo. Y mientras muchos panameños miraban con repelencia a los funcionarios de la CSS por sus protestas, yo me encontraba maravillado de su capacidad de ser gente, de su eficiencia y su empatía. Ya sé, me imagino que puede haber casos malos y malas experiencias, pero no ha sido la mía. 

Y así en un tono muy parcializado y muy conmovido por lo hecho me gustaría decir que aunque no estoy de acuerdo con el paro, las protestas y el vandalismo, quizá, después de todo se merezcan el aumento y más aun quizá, después de todo se merezcan una reivindicación de todas las pestes que de ellos se ha hablado. Aun cuando muchas podrían ser ciertas, no es siempre.

2 comentarios:

  1. Hasta me dejé de arrepentir del descuento que le hacen todos los meses a mi salario, sé de malas experiencias, pero gracias a Dios no fue nuestro caso.

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  2. De casualidad llegué a su blog, me interesó, es de lectura amena y reflexiva. Gracias por su publicación

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