Trabajo deprisa para vivir despacio.
Montserrat Caballé

Es en momentos así en que uno debe reconocer que necesitamos, vitalmente, de otras personas. Hoy mismo -en mi único descanso del día- llevamos el carro a que le arreglaran un problema con el aire acondicionado. El muchacho se deslizó entre las piezas con presteza, soltó lo que tenía que soltar, apretó lo que tenía que apretar y en menos de una hora el asunto estaba resuelto.
No es que haya alguna moraleja en el asunto, aparte de anotar que aun los oficios que parecen más sencillo tienen su "truco", solo quería escribir por aquí y torturar un poco más mis machucados dedos y contarles que hoy me tocó hacer de Mario Bros, pero sin hongo y sin monedas.
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