sábado, mayo 5

De un día no planeado.


Trabajo deprisa para vivir despacio.
Montserrat Caballé


Me duelen los dedos al teclear. He pasado todo el día -y no exagero- intentando arreglar un problema de plomeria en la casa. Nunca he sido bueno para los trabajos manuales, mis manos suelen ser demasiado torpes y yo demasiado ansioso como para controlarlas. Pero hoy me tocó echar mano a los talentos que no tengo y hacer el intento. El resultado es -al menos- frustrante. Me duelen las manos, la espalda y los brazos y el problema aun no ha sido resuelto. 

Es en momentos así en que uno debe reconocer que necesitamos, vitalmente, de otras personas. Hoy mismo -en mi único descanso del día- llevamos el carro a que le arreglaran un problema con el aire acondicionado. El muchacho se deslizó entre las piezas con presteza, soltó lo que tenía que soltar, apretó lo que tenía que apretar y en menos de una hora el asunto estaba resuelto. 

No es que haya alguna moraleja en el asunto, aparte de anotar que aun los oficios que parecen más sencillo tienen su "truco", solo quería escribir por aquí y torturar un poco más mis machucados dedos y contarles que hoy me tocó hacer de Mario Bros, pero sin hongo y sin monedas. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario