En las últimas semanas me he devorado dos de mis regalos de cumpleaños. “El juego del Ángel” y “El prisionero del cielo” dos buenísimos libros del autor español Carlos Zafón que cumplen con la función básica de un libro: entretener y dejar una que otra idea suelta rebotando en tu cabeza, obligándote a pensar e ir más allá. En pocas palabras: Todo buen libro tiene que dejarte un poco incomodo.
Soy un admirador de la narrativa de Zafón (aun cuando creo que dejó lo mejor de sí en “La sombra del viento”) sabe como describir una escena, como hacer un dialogo y como mantenerte despierto hasta las dos o tres de la mañana para descubrir como el personaje sale del embrollo, si es que sale –a Zafón le gusta matar dos o tres protagonistas por libro-
Pero también admiro y respeto su forma de filosofar y llevarte a la reflexión a través de diálogos cargados de sentido párrafos tan geniales como:
"- La envidia es la religión de los mediocres. Los reconforta, responde a las inquietudes que los roen por dentro y, en último término, les pudre el alma y les permite justificar su mezquindad y su codicia hasta creer que son virtudes y que las puertas del cielo sólo se abrirán para los infelices como ellos, que pasan por la vida sin dejar más huella que sus traperos intentos de hacer de menos a los demás y de excluir, y a ser posible destruir, a quienes, por el mero hecho de existir y de ser quienes son, ponen en evidencia su pobreza de espíritu, mente y redaños. Bienaventurado aquel al que ladran los cretinos, porque su alma nunca les pertenecerá."
O esta otra:
"- Confieso entonces que no sé nada.
- Siga por ese camino y encontrará los pasos del gran filósofo. Y por el camino lea la Biblia de cabo a rabo. Es una de las más grandes historias jamás contadas. No cometa el error de confundir la palabra de Dios con la industria del misal que vive de ella."
Lo que quiero decir es que si puedes echarle una leída a estos libros hazlo, son de esos libros tan entretenidos como retadores y en el mejor de los casos terminaras incomodo preguntándote un poco ¿cómo puedo cambiar el mundo? Esa es la marca de un buen libro.
¡Hola, Ariel!
ResponderEliminarTienes razón los libros son buenos... pero tengo que confesar que el final de "Prisionero del cielo" me dejó un poco desepcionada... tu sabes, dejó como muchos cabos sueltos... supongo que habrá continuación...
Y tienes razón, dejó lo mejor de sí en "La sombra del viento"... ¿Has leído "Marina"? es de él también, está bajo su literatura clasificada como "juvenil", pero es bueno también. Lo tiene la Biblioteca del Parque Omar... de allí lo presté y lo leí. Saludos.