-Fred Allen
Ayer en los talleres literarios terminamos una segunda etapa. Al menos así lo veo yo, hablamos de cuento hace algunas semanas y ayer se abarcó la temática de novelar. El profesor (y escritor) Ariel Barría nos contó sobre los diversos "escollos" que se pueden encontrar al escribir una novela. Cualquiera que lo haya intentado puede sentirse identificado con las cosas que allí se dijeron. Más divertido aun era el hecho de escuchar anécdotas y vivencias de un hombre que ha pasado por esos mismos problemas y ha visto a otros atravesarlos.
Ahora que ando enredado con eso de Nanowrimo intentando hacer funcionar una novela es imposible no sentirse identificado con los puntos que se tocaron. Ese sueño medio imposible y medio surrealista de escribir parece un poco más alcanzable (y un poco más real) cuando cada semana te sientas con otras personas que al igual que uno disfrutan y viven con el mismo sueño escondido en algún rincón del corazón.
Debo admitir que el escuchar hablar sobre diálogos directos e indirectos, personajes planos y complejos, muletillas, etc. También afecta mi forma de leer. Ahora mismo estoy leyendo un libro de fantasía increíble, Juego de Tronos de George R. R. Martin y al ir leyendo voy también desmenuzandolo en pequeñas partes, no sé si es del todo bueno sin embargo en definitiva es otra forma de leer; me gusta.
Con todas esas cosas en la cabeza es difícil sentarse a escribir, por eso lo he dejado aquí en el blog, a forma de desahogo. Ahora voy a seguir con Nanowrimo seguramente luchare por darle "profundidad" a mis personajes -ojala sobrevivan la cirugía- e intensidad a mis diálogos. De todas formas ya dicen por allí, un escritor profesional es un amateur que no se rinde. Ya veremos.
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