Las leyes son inútiles para los buenos, porque los hombres de bien no las necesitan; y también para los malos, porque éstos no son mejores con ellas.
-Demonax
Hace unas semanas escribí sobre Geralt de Rivia comenté que estaba leyendo los libros sobre este personaje y que me parecían pesados pero productivos e interesantes. Esta mañana por fin terminé el octavo libro y aparte de esa sensación extraña de tristeza que da siempre que termina un buen libro, siento un poco de alivio de haber terminado. El último libro es bastante complicado, metafórico y tenso, no me gustó el final, sinceramente, pero la verdad el final es como la vida misma.
Geralt es un brujo. Pero no como Harry Potter con una bonita escuela y una varita para hacer encantamientos, es más bien un ser que ha sido alterado geneticamente para combatir contra los monstruos que en aquel entonces eran tan comunes: dragones, manticoras, etc. En la trama además debe luchar para salvar el mundo pues, como siempre, hay seres malvados que desean aprovecharse del poder para hacer de las suyas. Sin embargo la trama deja esa sensación mediocre de: "se acabo con el malo, pero no se acabo con el mal" o la pregunta de ¿Cuantas maldades hay que hacer para acabar con el mal?
Pues los héroes, buenos y todo, con un causa justa por la cual luchar, se ven respaldando acciones barbaras y crueles con la premisa de "hay que salvar al mundo". Todos hemos pasado por eso o ¿no recuerdan los primeros bombardeos a Afganistán? todos aplaudimos, todos estuvimos de acuerdo y ahora no sabemos donde meter la cara.
Geralt en uno de sus últimos discursos habla sobre retirarse de su profesión. Habla que su misión había perdido sentido, que no era más necesario:
-La razón de la existencia- el brujo no sonrió- y la razón de la presencia de los brujos se han visto socavadas, pues la lucha entre el bien y el mal tiene lugar ahora en otro campo de batalla y se desarrolla de un modo completamente diferente. El mal ha dejado de ser caótico. Ha dejado de ser una fuerza ciega y desenfrenada, a la que debía enfrentarse un brujo... Hoy en día el mal gobierna basándose en las leyes, porque las leyes están a su servicio. Actúa en consonancia con los tratados de paz que se han firmado, porque, si se piensa, unos tratados que permiten...
Y así un libro que es de fantasía nos lleva a pensar en como lo "legal" también puede ser una forma de hacer el mal. Cosas como estas nuevas leyes que permiten la destrucción de nuestro medio ambiente, nadie va a decir que es ilegal, pues la ley lo avala, pero ¿quién puede decir que no es malo?
El problema de nuestra sociedad, de nuestro gobierno, de nuestro sistema "democrático" radica en que basamos nuestras decisiones morales en las leyes, sin embargo, las leyes, como bien nos dejo claro Geralt de Rivia puede ser también un nido fértil para hacer el mal. Nuestra premisa principal, nuestro norte no debe ser solamente "ser legales" nuestra misión debe ser: "ser buenos" y eso, eso es muchísimo más difícil.
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