lunes, septiembre 15

"mentir también sale caro"

a fin de cuentas, no tiene que ver con dinero; estoy seguro.
resulta que desde hace mas o menos medio año, el mundo se está sumiendo en una crísis financiera principalmente porque "el tío Tom" se le atragantó un movimiento económico, basado en créditos. El problema comenzó porque a algunos bancos y financieras se les ocurrió empezar a conceder créditos "de riesgo". Es decir, créditos a personas que, con un alto indice de seguridad, solo podrían pagar unas cuantas mensualidades. después de eso, estos bancos venderían sus hipotécas a otros bancos sin decir que los clientes no las iban a pagar. pues nada, que al pasar eltiempo, empezó a subir y subir el número de hipotecas y créditos que no se pagaban y las empresas financieras lo comenzaron a resentir, arrastrando consigo a medio mundo.
sin ser economista ni nada por el estilo, creo que hay algo que es muy evidente. es posible que el problema naciese por culpa de gente que pide créditos sin poder pagarlos. pero por otro lado se hace evidente un factor: los primeros grupos que concedieron estos créditos de riesgo ya sabían que era negocio que solo les pagaran unas pocas cuotas y después vender estas hipotecas sin decir que había un problema de pagos con ella. es decir, "engañando".
y he aquí el verdadero problema del sistema y de la crísis. todos hemos escuchado que en las bolsas un factor importante es "el índice de confianza de los inversores". pues en los pequeños negocios, también se debe tener en cuente el índice de confianza. al final, resulta que nuestro sistema económico se tambalea, no porque no haya dinero, sino porque hay engaños y desconfianza.
estos factores "morales" siempre serán parte del desarrollo de nuestro mundo, igual que lo fueron en sus días pasados, y mientras no los valoremos, lo vamos a pagar; y muy caro. en la historia, ya nos hemos llevado palos y hemos visto el rendimiento que genera, no una capacidad económica grande, sino una actitud ética transparente. mira lo que dice Antonio Escohotado en su libro "caos y orden":
“al llegar la Reforma algunos pensaron que el mal comportamiento no se remedia con absoluciones, sino mediante reparación o enmienda, y que en vez de esperar periódicos milagros redentores, el buen cristiano estaba obligado a comportarse con cualquier prójimo como si tratara con Dios mismo. Aunque podría seguir soñando todos los días con el Cielo, y lamentando habitar todavía la concupiscente Tierra, estaba obligado a tener una sola palabra para los negocios, a no engañar ni chapucear, y en definitiva a encontrar un modo irreprochable de ganarse la vida.
Cuando esta actitud cundió – y allí dónde cundió – las profesiones, el comercio y la industria experimentaron un vigoroso impulso. Tan inflexibles en asuntos de fe como convencidos de que acumular bienes materiales nunca sería un fin en si, aquellos puritanos ampliaron el deber de lealtad familiar y clánica al conjunto del cuerpo social, fomentando así el surgimiento de innumerables asociaciones, cuya consecuencia sería dividir el trabajo y optimizar tanto la producción como el intercambio de mercancías y servicios. De este modo, lo inesencial para ellos – aquello susceptible de compraventa – se multiplicó y ramificó hasta extremos nunca vistos, pues para crear genéricamente riqueza no hay procedimiento más seguro que considerarla simple medio. Quien aspira a la riqueza como fin en sí tiende a practicar hábitos de engaño y derroche, que acaban empobreciéndole. En definitiva, no se ha inventado mejor modo de obrar con provecho que una ética del trabajo, cuya esencia es exigirse mucho, en la confianza de que el prójimo hará lo propio
¿confianza? ¿transparencia? ¿ética?...
Este autor comenta tambien: “por razones no religiosas, algo análogo descubrió Japón en la primera mitad del siglo XVII con el surgimiento de las primeras ciudades comerciales, y sobre todo a finales del siglo XIX”
nada, no se por qué, pero sin ánimo de damrmelas de entendido, pienso que esta crísis (denominada como mucho como la mayor crísis, incluso aun mayor que la de los 20's en EEUU) no se resolverá insuflando más dinero por parte de "papá estado" (40.000.000.000 de dólares es el último desembolso que pidió Bear Stearns para no hundirse como le pasa ahora a Lehman Brothers, el cuarto banco de inversiones de EEUU). la promoción de un "capitalismo sin piedad" es autodestructivo, porque el propio sistema no lo puede mantener por mucho tiempo. es cierto, parece que todo esto es cíclico y "volverán los buenos tiempos otra vez". pero demosnos cuenta de una vez que esa maldita manía de mentir y de consumir devoradoramente, y de pensar que una "moral" real no vale para nada, nos va a salir caro. y nunca mejor dicho: muy caro.
ah, por cierto. estoy seguro de que aquellos que ofrecieron las hipotecas a alto riesgo también están pagando el pato. mentir sale caro; a todos; incluso, por raro que pareza, a los que lo hacen.
referencia bibliográfiaca: Antonio Escohotado, Caos y Orden, (1999): 272-273.

No hay comentarios:

Publicar un comentario