Dios permanece y permanecerá como uno de los enigmas de esta vida. Algunos creemos en su existencia y su poder por pura fe, mientras intentamos descifrar el enigma que envuelve un ser "completamente otro" como dijo Kierkegaard. Existen muchas maneras de acercarse a Dios, casi tan variables y volátiles como las personas mismas. Pesa sin lugar a dudas la formación de la persona, su vida familiar, sus estudios, su cultura, su intelecto, etc. Aspectos que marcan a la hora de tener una relación con Dios.
No es un secreto para nadie de los que me conoce, que he crecido desde pequeño bajo las enseñanzas del cristianismo. Se me inculco el temor reverente, la dependencia de Dios y la conciencia clara de que a él le interesa cada uno de los aspectos de mi vida. El tiempo no ha sido clemente conmigo y a lo largo de los años me he encontrado con diversas posturas tan bien argumentadas que siendo sincero han sacudido muchas de mis bases. La pregunta es necia y ha sido discutida hasta la saciedad, pero siempre repica una y otra vez ¿Por qué creo en Dios? o quizás con un poco más de complicación, ¿Qué creo en cuanto a Dios?
Todos creen algo en cuanto a Dios, inclusive los ateos que creen que no existe o los agnósticos que creen en la posibilidad de que exista, los panteístas que creen que todo es Dios y los ridículos fanáticos que creen que Maradona lo es. Creer en Dios o mejor dicho creer algo sobre Dios no significa creer lo correcto.
Inclusive aquellos que pretendemos ser "conservadores" en cuanto a nuestra manera de ver Dios, pronto deberemos admitir que nuestros conceptos teológicos son muchas bases productos de nuestra cultura, nuestro entorno y en algunas ocasiones, hasta de nuestra conveniencia. Hemos hechos "dioses" a nuestro tamaño y medida, pero ese es otro tema.
La pregunta es ¿Quién es Dios en realidad? y como puedo estar convencido de que conozco la verdad sobre él, mi respuesta es: no tengo la menor idea. Creo firmemente sobre todo que Dios no es una fuerza impersonal que se nos mantiene con vida como la cuerda de un reloj. Creo más bien en un ser infinitamente superior, que esta a la espera de que le descubramos y nos sorprendamos con quién es y lo que puede hacer.
No estoy parado desde un argumento científico o lógico, simplemente lo estoy sobre lo que me dice mi corazón. Hay un Dios y quiere que le conozca.
No es un secreto para nadie de los que me conoce, que he crecido desde pequeño bajo las enseñanzas del cristianismo. Se me inculco el temor reverente, la dependencia de Dios y la conciencia clara de que a él le interesa cada uno de los aspectos de mi vida. El tiempo no ha sido clemente conmigo y a lo largo de los años me he encontrado con diversas posturas tan bien argumentadas que siendo sincero han sacudido muchas de mis bases. La pregunta es necia y ha sido discutida hasta la saciedad, pero siempre repica una y otra vez ¿Por qué creo en Dios? o quizás con un poco más de complicación, ¿Qué creo en cuanto a Dios?
Todos creen algo en cuanto a Dios, inclusive los ateos que creen que no existe o los agnósticos que creen en la posibilidad de que exista, los panteístas que creen que todo es Dios y los ridículos fanáticos que creen que Maradona lo es. Creer en Dios o mejor dicho creer algo sobre Dios no significa creer lo correcto.
Inclusive aquellos que pretendemos ser "conservadores" en cuanto a nuestra manera de ver Dios, pronto deberemos admitir que nuestros conceptos teológicos son muchas bases productos de nuestra cultura, nuestro entorno y en algunas ocasiones, hasta de nuestra conveniencia. Hemos hechos "dioses" a nuestro tamaño y medida, pero ese es otro tema.
La pregunta es ¿Quién es Dios en realidad? y como puedo estar convencido de que conozco la verdad sobre él, mi respuesta es: no tengo la menor idea. Creo firmemente sobre todo que Dios no es una fuerza impersonal que se nos mantiene con vida como la cuerda de un reloj. Creo más bien en un ser infinitamente superior, que esta a la espera de que le descubramos y nos sorprendamos con quién es y lo que puede hacer.
No estoy parado desde un argumento científico o lógico, simplemente lo estoy sobre lo que me dice mi corazón. Hay un Dios y quiere que le conozca.
A diferencia de cuando era niña, que creía que mi manera de percibir las cosas era la única verdadera y correcta opción, cada día me doy más y más cuenta de que nuestra experiencia con Dios es diferente para cada quien. Porque tooodos somos diferentes y Él tiene distintas necesidades qué cubrir en cada uno de nosotros. De igual manera, día con día estoy más convencida de que hay un Dios que vela por mí, porque tooodo lo que me rodea no podría ser tan perfecto sin una mente perfecta detrás de ello; y porque las situaciones que me rodean no podrían ser más precisas para seguir en el proceso de convertirme en la mujer que Dios quiere que sea...
ResponderEliminarYo amo a Dios y por seguirlo cada noche me voy a dormir con una tranquilidad que sólo Él me concede...