A mi también me gusta la fantasía pero creo que hay que aclarar algo antes de empezar a hablar de ella. “La fantasía” como un genero de la literatura bien establecida no es lo mismo que la fantasía de nuestros sueños alocados. En la literatura, la buena fantasía crea mundos diferentes pero consistentes y tal vez estos lugares tengan criaturas y lugares que no existe en nuestro mundo pero lo que tiene que tener al igual que nuestro mundo es un orden, reglas que no se pueden romper. Esa es la marca de buena fantasía. Puede que sean diferentes a las reglas de nuestro mundo, aquí los humanos no vuelan por ejemplo, las tienen que ser consistente dentro de ese mundo, en nuestro mundo ningún humano puede volar.
La verdad es que la mayoría de la fantasía en las librerías hoy en día es pésima. Cuentos de vuelos espaciales y guerras galácticas tienen su lugar pero aparte de La Guerra de las Galaxias (que me gusta por recuerdos de mi niñez) la mayoría de estos libros que llevan el titulo de fantasía no valen la pena leerlos. Tengo que confesar que yo leería, por ejemplo, los libros de Harry Potter como fantasía, y en realidad leemos la fantasía de otra manera que leemos otras obras de ficción. Una fantasía bien escrita tiene sus propias reglas y el mundo es consistente dentro de su propio ámbito y si eso es cierto de Harry Potter entonces la brujería o lo que sea para mi serían solo las reglas de ese mundo más que métodos que usaríamos en nuestro mundo. (A ver que pienso cuando los termino de leer).
A mi me parece que a Ariel lo que le gustan son los cuentos de hadas que técnicamente no es lo mismo que la literatura de la fantasía. El reino más justo con el caballero de verdadero corazón puro son características de los cuentos de hadas (que por cierto me encantan y tengo que admitir me gustan más que la mayoría de la fantasía porque no existe mucha fantasía buena). Creo que los cuentos de hadas nos gustan porque casi siempre celebran esas virtudes más buenas y más nobles de la humanidad. Algo que en otros medios es visto como muy simplista. Los cuentos de hadas son buenísimas para enseñar verdades muy profundas.
Recientemente volví a leer a J.R. Tolkien, el era un genio. Y creo que lo que más me gusta de la fantasía bien escrita es que nos enseña verdades en cuanto a nuestro mundo o a nuestra naturaleza que si se intentan describir de una manera directa o en prosa normal las pasamos por alto pero cuando las vemos en los personajes y eventos de un mundo tan distinto al nuestro estas verdades se nos hacen más aparentes y más obvias. Esa es la razón que me gusta la fantasía porque nos enseña profundas verdades en cuanto a nosotros mismos. Como lo dijo Raquel, “me gustaría recordar que la fantasía también ha sido el arma de muchos escritores para decirle al mundo algo que no podía ser dicho a plena voz.” Y más importante que todo lo demás creo que la fantasía desarrolla la imaginación creativa y moral. Y personas con imaginaciones bien desarrolladas aprenden como resolver conflictos y dilemas éticos que muchas veces confunden a las personas más prácticas y lógicas. Me encanta lo que comentó Lexye, “La fantasía nos ayuda a salir de la mediocridad, nos ayuda a tener esperanzas, nos da fuerzas e ideas para cambiar nuestro entorno.”
En realidad me gusta la pregunta de Anónimo: “¿Podríamos tener fe en Dios si no tuviéramos la capacidad de imaginar?” pero eso sería un tema para otro día.
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