La libertad de expresión es decir lo que la gente no quiere oír. George Orwell
No sé ni que adjetivo utilizar. Todos o son muy fuertes o muy limitados y ninguno parece encajar a la perfección en lo que estoy pensando y sintiendo en estos momentos. En más de una ocasión he plasmado aquí mi temor con el rumbo que lleva Panamá. He escrito al respecto en al
menos tres entradas. Esta de más decir que no soy político ni experto en leyes o economía, digamos que soy un ciudadano promedio. Sin embargo leo, observo, me sorprendo y me quedo boquiabierto ante las cosas que están pasando en Panamá.
Hoy por ejemplo han expulsado del país a Paco Gomez Nadal, de quien también he escrito en alguna
ocasión, o más bien lo han repatriado, no vaya a ser que alguno se ofenda por no decir las cosas de la forma "políticamente correcta" el delito ha sido según el gobierno "incitar a la violencia" eso sí, no se da ningún detalle, ni explican como fue que "motivo la violencia". Hay que resaltar que no es la primera vez que el gobierno intenta deshacerse del español, ya lo habían intentado en otra ocasión por lo menos, sin éxito.
¿La verdadera razón? es un periodista asertivo, sin pelos en la lengua y con la pluma muy afilada. Tiene capacidad para escribir y ser irónico al mismo tiempo que invita a la reflexión. Y en vez de replegarse y hablar sobre como es que "vamos bien" empezó a señalar los cayos, las heridas, las costras y las llagas supurantes de nuestro maltrecho país. Al gobierno esto le pareció inoportuno, molesto y buscó y buscó la forma de librarse del periodista hasta que al fin echando mano a un rebuscado articulo de la constitución lo expulsan, perdón, lo repatrian por incitar a la violencia. Tenía una columna semanal en la prensa y también de vez en cuando soltaba sus misivas desde su blog
http://www.elmalcontento.blogspot.com/
Asco, frustración, impotencia, un enorme deseo de cambiar las cosas, deseos de llorar por el Panamá que hemos perdido y nunca vamos a recuperar. Todo eso siento. ¿Qué nos espera si los que dicen la verdad son expulsados, perdón, repatriados? ¿Qué nos espera si el gobernante de turno no esta dispuesto a oír sus errores? ¿qué nos espera si el pueblo se dedica a ver o a aplaudir como foca todos los desaciertos?
Quisiera hacer algo, no sé qué, sólo puedo escribir en este blog y soltarlo como una botella al mar, ojala y llegue a buenas manos.