viernes, marzo 16

Historias en un café...

"Mi lucha por la existencia consiste en que a la hora del desayuno sea mucho más importante el aroma del café que las catástrofes que leo en el periódico abierto junto a las tostadas."
Manuel Vicent


El tintineo de las cucharillas mezclando el café me sirve de fondo mientras escribo. He planeado escribir un poco sobre lo frustrado que estoy y lo “sin esperanza” que me siento algunas veces. He ordenado un café y hace apenas unos minutos he dejado caer mis torpes dedos sobre el teclado. Pienso en todas las historias que me rodean.
    
     A mi lado una señora de unos sesenta años esta absorta en la lectura de algún libro, tiene uno de esos modernos aparatos, un kindle tal vez, y me ha sonreído cuando vio que junto a mi computadora reposa el libro que estoy devorando en estos momentos “empatía de lectores” pienso. 
     
     Hace unos pocos minutos han llegado dos chicas de esas escuelas “yeyés” que abundan por el área, se han sentado y hecho un pacto de meñique aunque no entiendo muy bien de que iba el asunto, parecen emocionadas.

      En la mesa que queda justo en frente de mí dos extranjeros están enfrascados en alguna discusión amistosa, o eso supongo, no entiendo lo que dicen, hablan algún idioma europeo de esos que suelen parecernos sonidos al azar. Se acaban de levantar, se han dado la mano y uno ha contado un chiste buenísimo pues el otro ha largado la carcajada. Salen del local. 
  
     Su lugar lo ocupa otro muchacho que cree muy correcto tener los pantalones debajo de las nalgas y mostrarnos a todos el infantil estampado de su bóxer. Dos chicas claramente menores que él hacen de todo por impresionarlo. Tienen una conversación sobre los viajes que han tenido y tendrán dentro de poco. Hay silencios incomodos. Se están conociendo apenas me atrevo a concluir.

Me dedico a observar, escuchar, imaginar historias o adornarlas. Pensaba escribir uno de esos post pesimistas y sin embargo me he encontrado con decenas de historias encerradas en un pequeño café. La bebida se enfría mientras yo tipeo lo que veo intentando evitar lo que siento. Lo disfruto, sinceramente, imaginando que de una u otra forma estamos en la misma historia, aunque no les conozca o siquiera les entienda. Pensaba escribir sobre mis frustraciones pero he contado un par de historias ¿o es acaso una sola?

Quedan servidos.

1 comentario:

  1. Muy bueno. Puedo intuir perfectamente tus frustracionoes de repente son muy parecidas a las mias ("apatía de lectores" entre otras cosas). Mejor es seguir escribiendo así de fluido.

    Saludos,

    Joao

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