Giuseppe Mazzini
Hay personas que uno siente cercanas por el simple hecho de admirarlas. En el caso de los cantantes suelen sentarse con nosotros en la sala de la casa, el autobús, el breve trote matutino, hacernos sentir que las palabras que componen sus canciones de una u otra forma tiene que ver con nosotros o simplemente poner en papel y notas musicales lo que hubiéramos querido decirle a esa persona especial.
Jorge Drexler tiene la peculiaridad de saber como hacer poesía con música y es capaz de componer frases cargadas de contenido y ritmo. Ayer pude escucharlo y verlo en vivo (por esas cosas de la vida hasta tuve la oportunidad de estrecharle la mano) y al igual que todas las otras veces su música satisfizo mis deseos de buena poesía y música con sentido.
Tenerlo en Panamá fue de esas cosas mágicas esas que suelen ir precedidas de la frase “el día que llueva para arriba” ese día va a venir Drexler a Panamá. Pero ayer gracias a un grupo de personas que creen en la cultura, no necesariamente en las ganancias que ella puede traer, tuvimos a uno de los mejores expositores de la música latinoamericana a apenas unos pasos deleitándonos con su música, su letra y su enorme humildad y sencillez.
Gracias a Ciudad del Saber, en las mismas palabras de Drexler, lo que están haciendo al convertir en un centro de cultura donde antes había una base militar no puede ser más alentador para un país que a pesar de su ciento y pico de años aun se encuentra en plena adolescencia.
Muestra de esa adolescencia la describe muy bien Rómulo Castro (otro compositor de talla mundial) en la reseña que escribe sobre el concierto cuando señala con tino:
Incluso a los “wanna-be-yeyé” que no entendían mucho de qué iba el asunto, pero era “inn” y había que hacerse ver y escuchar, a riesgo de ruborizar al artista y avergonzar a la otra concurrencia.
Pues hubieron un par que acostumbrados a las tarimas de carnavales y a las letras que no hay que escuchar para entenderlas quisieron encasillar a Drexler en la misma categoría, o un par de desubicados intentando (y consiguiendo) colarse, pero aparte de eso noche impecable.
Hay que reconocer también y aplaudir la presentación de Carlos Méndez que abrió el concierto con un enorme derroche de talento y humildad. Podría decir miles de cosas más sobre la noche en que Drexler se presentó por primera vez en Panamá (esperemos no sea la última) pero qué mejor manera de transmitirles un poco de lo que se vivió anoche sino con este vídeo donde hace homenaje a otro grande de la música panameña y mundial.
No pude ir por compromisos pre-contraidos =( me hubiera gusta estar. Ojalá haya próxima.
ResponderEliminarSaludos!