"Nuestro ánimo se inclina a confiar en aquellos a quienes no conocemos por esta razón: porque todavía no nos han traicionado."
Samuel Johnson (1709-1784)
No sera un tema nuevo, pero es el tema que bombardea mi corazón ahora mismo. Yo prefiero confiar. Cuando existen dos opciones, pensar lo peor de una persona, tacharla como incorrecta, inmoral o quién sabe cuantas cosas más o confiar en que esa persona podría estar haciendo lo correcto, yo prefiero confiar.
El mundo y sus malaspasadas nos ha vuelto desconfiados, ariscos, nos vemos unos a otros con cara de recelo y siempre imaginamos los peores motivos. "No puedes meter las manos en el fuego por nadie" yo quisiera que este mundo fuera lo suficientemente bueno que pudiéramos meter la mano en el fuego por lo menos por una decena de personas.
No hablo con ingenuidad, en mis años me he llevado varios chascos y decepciones, mi confianza ha sido pisoteada en más de una ocasión y mis más altas expectativas han sido desparramadas. Sin embargo, yo prefiero confiar. Si algún vez le dí el beneficio de la duda a una persona y este lo traiciono, no implica que todas las demás personas deban conocer en mi a una persona huraña y desconfiada.
Yo sé que el mundo es malo, que las personas muchas veces son malas, pero también sé que un hay personas en quienes confiar, o por lo menos quiero creerlo así. Tengo un pequeña lista de personas por las que metería mis manos (y mi cuerpo si es necesario) en el fuego, mi lista se reduce vertiginosamente y me llevo un nuevo chasco, a pesar de eso yo prefiero confiar.
¿Qué es más arriesgado? sí, ¿Qué te expones más al dolor? sí, ¿Qué te llevas mil y una decepciones? sí, aun así yo prefiero confiar y si fallo en algo que sea en confiar de más y no en desconfiar sin más.
Ariel
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