Rainer Maria Rilke escribe en una carta a su amigo Rudolf Bodlander lo siguiente, hablando sobre su carrera como militar:
Cada movimiento me arrastraba un poco más allá, más deprisa y más lejos de lo que convenia a mi naturaleza secreta y a sus oscuros designios, comprendera que me fue preciso descarrilar mediante un violento rechazo para poder entrar en posesión de mi alma y de mi sangre.
Rilke abandono la carrera militar y se convirtió en uno de los mejores poetas que ha dado Austria. Como el mismo lo describe a través de un "violento rechazo".
Estoy confundido, debo ser sincero. Ultimamente mis días y mis horas juegan con mi corazón, mis sueños y mis ideas. Intento ser fuerte, intento ser valiente o por lo menos eso me digo, a veces una pequeña voz dentro de mi me dice: -intentas complacer a los demás- ¿Sera cierto? y después de todo ¿sera tan malo?. No sé no tengo respuestas.
Hay una razón para vivir. Por lo menos eso dicen, siempre hay una meta, un sueño, una idea, algo por lo que vale la pena luchar y he allí la clave del asunto. Luchar. El mismo Rilke hablando sobre el difícil arte de escribir comenta en sus "Cartas a un joven poeta" si algo es difícil, solo por eso merece la pena intentarlo.
Algunos días, siento que me arrastran "más allá y más de prisa" sin embargo esta en mi el luchar, y aunque ultimamente y de a poco me voy sintiendo sin fuerzas eso solo hace tornarlo más difícil y por ende, hace que valga aún más la pena intentarlo.
Mis dedos se deslizan por el teclado, escribo sin demasiado ímpetu, más bien como un acto reflejo. Pero escribo, porque en estos momentos es difícil y eso hace que valga la pena intentarlo.
Ariel
No podría adivinar qué confusión tienes, Ariel; pero lo que escribes me da la impresión de que estás haciendo algo por deber y no por placer. Seguramente sí eres valiente porque alguien dijo que los santos son santos
ResponderEliminarPorque eran "alegres" cuando era dificil serlo
porque eran pasientes cuando era difícil la paciencia.
Porque avanzaban cuando tenían más deseos de quedarse quietos.
Porque callaban cuando era más fácil hablar.
Porque eran agradables cuando tenían deseos de ser desagradables.
Después de todo lo más fácil es complacerse a sí mismo. Lo más difícil está en morir a uno mismo.
suenas a mi madre jajaja no sé, posiblemente no lo seas, tienes parte de verdad en la que dices, sin embargo si lo que hago no hace feliz a nadie? si es simplemente neutral? hmmm heme aquí haciendo lo que no debo...
ResponderEliminarSinceramente muchos de nosotros realizamos las metas y los sueños de quienes amamos. Pero, aunque en nuestro ser existe el deseo de alcanzar otras metas; con dolor, con temor, e inseguridad dejamos a un lado las nuestras, para lograr con éxito las que nos presentan.
ResponderEliminarSeguro que serán buenas y positivas para nuestra vida, pero, no serán las que haremos con amor y desempeño. Es mejor orar y pedirle a Dios que te abra puertas y te de la valentía para poner en marcha cada una de tus metas.
Quizás te tomara un buen tiempo alcanzarlas, y hasta quizás en el camino te encuentres con muchos obstáculos; pero, todo lo bueno tiene un precio y aunque muchas veces sea doloroso, al final dirás igual que muchos, gracias Señor, de verás valió la pena; mi alegría y mi recompensa es incomparable a las muchas pruebas que pase.
No te hablo palabrerías, comparto experiencia.
El 100% de mi ser era inseguro y temeroso, no me permitía confiar en mi misma, pensé muchas veces que mis metas me llevarían al fracaso de mi vida, así que por ende, como no visualizaba éxitos en las mismas, dejaba llevarme por los demás. No llegues al punto del lamento por no haberlo intentado, permítete llegar al lamento por haberlo intentado y no haberlo logrado.
Más doloroso resulta para el ser humano, acabar su existencia pensando: “quizás lo hubiera logrado”
No pienses que es tarde para poner en acción cada una de ellas, si este fue el día en que pudistes comprender que tus metas también son buenas, era porque nuestro Dios así lo dispuso. El tiempo está en la mano de El.
Solo recuerda esto: La clave para el éxito del cristiano está en la Oración. Sino le presentas a Dios cada una de tus metas, y cada una de tus inseguridades y temores, no esperes respuesta alguna. Dios quiere escuchar.