domingo, junio 26

Yo, el malo.

El tipo más noble de hombre tiene una mente amplia y sin prejuicios. El hombre inferior es prejuiciado y carece de una mente amplia.
Confucio

Soy malo e inconsecuente. No es una novedad pero algunos días lo noto más claro, me golpea en la cara y acabo sangrando palabras cargadas de reproche, culpa y promesas de cambio. Hoy por ejemplo es uno de esos días. 

Me gusta despotricar contra las personas llenas de prejuicios y me jacto de no tenerlos. Días como hoy me dicen lo contrario. Como he escrito en otras ocasiones vivo en un campamento. De vez en cuando llegan pequeños grupos a jugar fútbol. No los conozco de nada. Son vecinos del área, muchachos, niños y hasta algunos señores que corren detrás del balón. Insisto, no los conozco, apenas si los veo al pasar por la salida. Aun así en mi cabeza tenía una completa idea de quienes eran, que hacían y lo peligroso que podía significar entrar en contacto con ellos. No sé de donde salían esas ideas, pero estaba convencido eran verídicas y fundamentadas. 

Ya saben por dónde va cayendo la historia. Hoy vinieron unos amigos a casa y propusieron jugar fútbol con ellos. Yo tenía mis reservas pero en realidad eran más mis deseos de jugar y correr. Nos acercamos a pedir “play” inmediatamente nos aceptaron. Bromearon con nosotros, jugaron limpio, sonrieron, y a pesar que les ganamos todas las veces no pusieron mala cara ni se tornaron violentos o vengativos. 

Y mientras corría y pateaba un balón pensaba: -soy un tipo prejuicioso, ni siquiera me doy cuenta de ello pero juzgó a la gente sin conocerla- me sentía avergonzado pues solo fue necesario un leve acercamiento para descubrir que los monstruos pintados por mi cabeza no eran solo muchachos disfrutando de hacer deportes, no que sean perfectos pero ¿Quién lo es? 

Me alejé con la conciencia dándome golpecitos y los dedos ardiendo pues debía escribir esta mea culpa, pues por personas como yo el mundo ha sufrido guerras y desigualdades, por personas como yo han muerto miles. 

Soy un tipo malo y prejuicioso. –Aunque espero haber aprendido la lección- mi único consuelo es que no hay más personas como yo. ¿Verdad?

4 comentarios:

  1. Siento culpa por ser una persona que tambien pensó como tú.
    A algun tiempo formaba parte de esa elite de malas personas. Hasta que al igual que te pasó a ti, solo un proximo contacto a la realidad y no a lo que mi cabeza ideaba, hizo que viera lo que realmente es.
    Igual... siempre existe la malicia.
    Por lo menos aprendiste la lección. Por lo menos ya la aprendimos.
    Saludos.

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  2. Creo que todos somos en algún momento así, pero al reconocer que lo somos parte del problema está resuelto.

    Saludos!

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  3. Tienen razón, allí vamos de a poquitos...

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  4. La verdad es que es un sentimiento muy poderoso (no en el sentido positivo) ese que describes. Muy sutil. Me llega cuando titulas el post "yo, el malo" porque no es solo prejuicioso etiquetar de malo a alguien mas, sino que es lo que me convierte a mi en eso mismo que etiqueto. La verdad es que es difícil, no? A veces puede ser un arma de defensa, o no?
    Bueno, te recomiendo pasarte por el ultimo post en mi blog y ver el video ahi. Es una composición de un amigo mio en España, se llama "no soy tan bueno"... va al hilo. (http://joelmaceiras.com/2011/06/29/no-soy-tan-bueno-por-1dtantos/).
    Abrazos!

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