Quienes me conocen de manera cercana (o casi) me habrán escuchado en más de una ocasión criticar y vociferar contra las pomposas ceremonias de cualquier tipo. También podrán dar fe sobre las miles de cosas que hablé y dije en cuanto a las bodas. Comentaran, con absoluta certeza y razón, que solamente he ido a tres bodas por voluntad propia. Dirán, entre otras cosas, que siempre dije que no eran más que pérdida de tiempo, dinero y hasta de un poco de dignidad. Entiéndanme por favor es fácil ver los toros desde la barrera y desde allí despotricar contra ellos.
Pero la vida es como es y fue diseñada para que las palabras que soltamos hoy sean nuestro alimento de mañana, es decir para que nos traguemos todas aquellas cosas que decimos sin mucha reflexión. Yo, me he dado un banquete y me gustaría compartir con ustedes algo de eso.
Escribo una semana y dos días después de mi boda. Me casé con mi mejor amiga, con mi confidente y con la persona que mejor me conoce, eso lo hemos confirmado aun más en estos días que llevamos juntos. Y debo decir que contrario a todo lo que pensaba que iba a ser, la ceremonia, se convirtió en uno de los momentos más hermosos de mi vida.
El poder compartir delante de amigos y familiares que amo a Hannah y quiero hacer todo por hacerla feliz. El compartir la fe mutua de que nuestro compromiso es delante de Dios, el poder ser abrazado y felicitado por buenos amigos hizo que todo fuera absolutamente diferente.
Vale aclarar que tampoco fue una boda tradicional en muchos sentidos, Hannah y yo la hicimos a nuestro gusto y medida casi en todos los aspectos. Y disfrutamos todo. Y aunque hicieron falta algunas personas, ustedes saben quiénes son, fue especial poder compartir con aquellas cercanas que nos aman y se regocijan en nuestro amor.
En resumen debo tragarme todas mis palabras y admitir que una boda puede ser uno de los momentos más hermosos y especiales de la vida. Estoy seguro que ahora siendo un hombre casado mi historial de bodas se ampliara, mi esposa no comparte mi apatía por estos eventos, y quien sabe a lo mejor pueda seguir aprendiendo de estos pomposos eventos que acaban de adquirir una nueva dimensión para mí.
Como dicen por allí no es malo estar equivocado, lo malo es no corregir. Considéreseme corregido por favor.
Me suena familiar esto ...¿dónde lo he leído?
ResponderEliminaren facebook? XD
ResponderEliminarComo diría Carol... aaaawwww... Felicidades!!! :D :D :D
ResponderEliminarQe horrible es tener qe arrepentirmos de lo qe dijimos, volver atras sobre nuestros pasos. Es dificil admitir que nos equivocamos "y tragarnos nuestras palabras".
ResponderEliminarPues que bien y como que cada vez estoy más convencido: "La lección es hasta el final... y aún teniéndola al principio, no se entiende del todo sino hasta el final"
ResponderEliminarAbrazos compañero...
¡Qué conmovedor leer estas palabras! Me consta las palabras del pasado, y me consta el cambio que se fue gestando apenas semanas antes de la boda. Ahora ya sabes por qué aunque a uno no le guste mucho la algarabía de las fiestas, este es un tiempo cuando los amigos desean que uno esté ahí. ¡Qué buena tu valentia de reconocer esto en público!
ResponderEliminarQue sigan cultivando ese amor.
(Tú sabes quién soy)
Hace casi un año, me puse de novia con mi mejor amigo y realmente es lo mas maravilloso que me pudo ocurrir.
ResponderEliminarEstamos muy felices los dos con lo que vamos construyendo, nos hemos comprometido hace un mes, y leyendo este blog me sentí muy a gusto e identificada con algunas de las cosas descriptas.
Los felicito!!
Vivan su amor a pleno!!
Muy lindo espacio el de ustedes y
si lo desean pueden pasarse por el mio!!:www.fluorescencia.blogspot.com
Saludos
Berenice
Gracias por darme ideas,este verano me caso y entre unas cosas y otras estoy totalmente desbordada.
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