Voy un poco atrasado. Han pasado ya varios meses desde el aclamado estreno de la película Avatar. Una película que cambió para siempre la manera de hacer películas, al menos eso dicen, a mi no me consta.
Ganó tres Oscares de la academia, premio poco fiable pero muy prestigioso, y ganó aplausos y
vítores por cada lugar que pasó. Leí inclusive de algunos locos, nunca falta uno, que se mataron deprimidos al ver un planeta tan hermoso como el que nos muestra la película. Cinco meses después por fin he podido ver la película. Debo admitir que quería verla desde que estrenó pero por diversas razones pospuse el momento.
Ayer empecé a verla con la intención de echarle un vistazo nada más. Craso error, me sentó y me dejó enganchado hasta que pude saber cual era el final de los Navis y su planeta Pandora. Con esto quiero decir que la trama es genial, el argumento entretenido y para aquellos que gustan de la ficción, fantasías descabelladas y un mensaje entre lineas es realmente una grand slam.
El mensaje es claro, y de hecho trillado pero no por eso menos real, el ser humano esta acabando con los recursos naturales sin ponerle freno a su ambición. Se extrae petroleo sin importar que se destruye y cuanto arruinamos de la naturaleza. El golfo de México tañe ahora mismo como advertencia de lo que ocurre cuando el hombre sólo piensa en el vil metálico.
La película también tiene claros y fuertes ribetes políticos. Los malos de la película son "marines" que invaden, bombardean, matan, queman bajo las ordenes de ambiciosos empresarios que quieren explotar los recursos del planeta. ¿Coincidencia con la realidad? Dudo mucho que se trate del algo fortuito. De hecho en tramos la película recuerda imágenes y vídeos que se han visto de Afganistan, Irak, etc.
Es fácil ver el tema desde esa perspectiva, echarle la culpa al poderoso que abusa. Llámese Estados Unidos, China, Unión Europea o Hugo Chavez. Es fácil señalar errores como los del Golfo de México (mea culpa) y mirar con desagrado a los ambiciosos empresarios que no descansaran hasta talar el último árbol para construir el último mall.
Sin embargo hay otra vuelta de tuerca en el tema. El de las pequeñas cosas, los pequeños actos. Los pequeños actos de despotismo y abuso de poder, esos que se practican en la casa, en la calle, en la escuela y que nunca ocupan primeras planas o son noticia a nivel mundial Están los pequeños actos de quemar basura, como y cuando no se debe, tirar el papel a la calle, (un papel más un papel menos) pequeños actos que realizamos todos y sumados resultan siendo la razón de que nuestro mundo esté como está.
Obviamente también están los pequeños actos positivos. Ceder mi lugar, dar la gracias al dependiente (sí, aunque sea su trabajo atenderme) sonreír, disculpar a aquel que por accidente se paro sobre mi pie, plantar un árbol, echar mi basura en su lugar, etc.
La película no es solo una denuncia contra el ejercito de U.S.A. y los empresarios inescrupulosos. Es una denuncia a nuestro propio egoísmo y orgullo, contra nuestra falta de escrúpulos y contra nuestra falta de consideración a nuestro prójimo. Por lo menos así lo entendí yo.
Ariel
Hey vos... hasta hoy comence a leer tu blog, y me encontre con este analisis de Avatar. Pero no crees vos que tambien viene siendo la fantasia del hombre blanco, y sus infulas de poder y culpa. viene siendo la historia del opresor que se convierte al oprimido y que resulta siendo mas nativo que los nativos. Es a caso eso posible? no sera un poco pretencioso por parte del extrangero... date cuenta que eso es lo que creen muchos "gringos" que viven en Nuestra Latino America. Creen que por haber pasado ya tanto tiempo entre nosotros son como nosotros, y aun mas concientes que quienes somos de estas tierras. Es cierto que tiene una critica bastane fuerte a la institucion militar, pero como decimos en Guate, se hecha una de cal y otra de arena. ningun extranjero puede llegar a considerarse nativo, ya que eso seria pretencioso, no crees? Bueno, eso es todo, y pos ahora ya que se que tenes blog, ahi te sigo... jaja
ResponderEliminarJoel Aguilar
Creo que tienes algo de razón en tu punto, no perdiendo de vista el hecho de que es fantasía y que esto de "pertenecer" a un lugar o país es muy complicado, uno puede "sentir" que pertenece sin pertenecer o "parecer" que pertenece, inclusive conozco personas (de fuera) que aman más latinoamerica que los mismos latinoamericanos, por otro lado entiendo el punto, y sí puede ser un poco arrogante la forma en que lo ven, gracias por leer y por comentar
ResponderEliminarsaludos...