El sól después de un día nublado. La lluvía tarde en la noche cuando me estoy intentando dormir. Un “¿Tu también? ¡Yo pensaba que yo era la única!” Una voz dulce cantando una canción de amor. El viento en los arboles. Como se siente cuando alguien juega con mi cabello. La sonrisa de un bebé. Un vaso frio de agua en un día caliente Un abrazo fuerte después de estar llorando. Escuchar una amiga orando con sinceridad.
Yo también tendría una lista muy larga en las que yo encuentro placer. Placeres sencillos pero igual dan placer. Tal vez no todo parezca “util” pero creo que todo sí puede tener una parte en el gran “drama” de la vida. Por algo Dios juega con el amanecer y el alba. Creo que hay dos extremos; el primero es el de nunca ver que lo que nos pasa es parte de una obra maestra mucho más grande que nosotros mismos y el otro extremo es intentar imponer algun significado en todo absolutamente todo lo que no necesita ser analizado o explicado.
Creo que la sencillez es un regalo de Dios. Que podamos aprender a disfrutar de las cosas sencillas de la vida es un paso muy grande hacía vivir una vida en la que todo se dirige en adoración al que la creó. A veces creo que adoramos más sinceramente cuando disfrutamos esos pequeños placeres de la vida que cuando nos sentamos “a adorar”. No tengo que decir “Gracias a Dios” sencillamente disfrutarlo lo adora. ¿Qué de aquellos que no creen en Dios? Bueno, creo que ellos también pueden sentir el placer de ver un hermoso amanecer o la luz de la luna reluciendo en la mar. Dios sabe que lo que hizo “es bueno” y cuando cada uno de sus criaturas lo disfruta le adoran ¡aun sin saberlo!
Cuando el placer se vuelve un fin en si mismo es entonces que el placer se vuelve vació y hasta puede dejar un sentimiento incomodo y malo. Nunca satisface completamente si ese placer no se vuelve en un elogio al que lo creó. El abuso del placer lastima al que lo está “disfrutando”. Como dije el otro día: creo que Dios sonrie cuando todas sus criaturas (los que le conocen o no) disfrutan de aquellas curiosas cosas que puso aquí para que disfrutaramos.
Yo también tendría una lista muy larga en las que yo encuentro placer. Placeres sencillos pero igual dan placer. Tal vez no todo parezca “util” pero creo que todo sí puede tener una parte en el gran “drama” de la vida. Por algo Dios juega con el amanecer y el alba. Creo que hay dos extremos; el primero es el de nunca ver que lo que nos pasa es parte de una obra maestra mucho más grande que nosotros mismos y el otro extremo es intentar imponer algun significado en todo absolutamente todo lo que no necesita ser analizado o explicado.
Creo que la sencillez es un regalo de Dios. Que podamos aprender a disfrutar de las cosas sencillas de la vida es un paso muy grande hacía vivir una vida en la que todo se dirige en adoración al que la creó. A veces creo que adoramos más sinceramente cuando disfrutamos esos pequeños placeres de la vida que cuando nos sentamos “a adorar”. No tengo que decir “Gracias a Dios” sencillamente disfrutarlo lo adora. ¿Qué de aquellos que no creen en Dios? Bueno, creo que ellos también pueden sentir el placer de ver un hermoso amanecer o la luz de la luna reluciendo en la mar. Dios sabe que lo que hizo “es bueno” y cuando cada uno de sus criaturas lo disfruta le adoran ¡aun sin saberlo!
Cuando el placer se vuelve un fin en si mismo es entonces que el placer se vuelve vació y hasta puede dejar un sentimiento incomodo y malo. Nunca satisface completamente si ese placer no se vuelve en un elogio al que lo creó. El abuso del placer lastima al que lo está “disfrutando”. Como dije el otro día: creo que Dios sonrie cuando todas sus criaturas (los que le conocen o no) disfrutan de aquellas curiosas cosas que puso aquí para que disfrutaramos.
Me gusta la idea que manejas en cuanto a "Adorar a Dios por medio del placer" o el disfrutar como una manera de decir: Gracias Dios inclusive de un ateo... :)
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