Ser papá es por mucho la experiencia más aleccionadora de toda mi vida, no solamente el descubrir que uno es capaz de amar inclusive más allá de lo que cree posible, aprender a apreciar el trabajo hecho por mis propios padre pero también aprender cosas más sencillas como cambiar pañales, hacer biberones, sacar gases, hacer gestos y voces, levantarse en la madrugada solo para checar que las cosas andan bien o dormirse de un tirón y levantarse a la mañana siguiente con un poco de mala conciencia por no ser de esos padres abnegados que dicen no pegar un ojo desde que nace el bebé.
Y por allí va la cosa, después de haber leído, escuchado y visto a tantos padres, no puedo dejar de sentir que soy un mal papá, y es que no importa lo que haga, ni cuando lo haga o con que intenciones lo haga siempre habrá alguien con una opción diferente y por supuesto mejor que la tuya y son tantas las versiones y tantos los que tienen algo que opinar que no puedo más que concluir: soy un mal papá.
Soy un mal papá, porque dejo que el bebé llore o porque lo consuelo demasiado rápido, porque le doy de comer cada tres horas o porque le permito comer cada vez que quiera, porque el ritmo con que golpeo su espaldita para sacar los gases es demasiado rápido o demasiado lento o demasiado fuerte o débil, siempre depende de quien este opinando.
Soy mal papá porque le pongo un chupon y luego porque no se lo pongo y porque dejo que se chupe la mano o porque le agarró la mano para impedir que se la lleve a la boca. Porque duerme siestas largas en el día y porque permito que Hannah se levante a darle pecho de madrugada. Porque cuelgo demasiadas fotos de él en las redes sociales o quizá son muy pocas, porque no le pongo a Mozart sino a Silvio Rodríguez y les preocupa que el niño salga izquierdoso.
Soy mal papá porque tengo dos gatos y permito que se acerquen hasta el niño ¿es que no he leído nada de la toxoplasmosis? O porque le dejo estar solo en el pañal sin camisa ¡se va a resfriar! ¿es qué no se enteran del calor que hace en Panamá?
Igual sé, muy bien, que muchos de los consejos son bien intencionados, aun cuando caigan fastidiosos luego de un rato, supongo que no soy el primero que pasa por eso, ni tampoco seré el último, además supongo que alguna vez yo también creí ser omnisciente en cuanto a los bebés y sus necesidades.
Tener un bebé, ¡cosa fácil! Lástima que yo sea un mal papá.
hey paps... mis hijos ya no son bebés y cuando alguien tiene la oprtunidad de coregirme lo hace. Por lo general no me preguntan como me va con los niños, sino que me preguntan ¿hicistes tal cosa? o me dicen "debes hacer esto", si saber a ciencia cierta el trasfonso real de lo que está pasando. Yo creo que es bueno escuchar algunos consejos, pero en momentos en que yo no sabía que hacer y en que no había nadie, Dios me ayudó, me ha puesto un par de pensamientos en momentos de urgencia o en que he tenido que actuar rápido y he hecho cosas que ni sabía que era lo correcto que tenía que hacer. Es cierto que he metido un millón de veces la pata y que he actuado muchas veces basado en mis impulsos totalmente carnales, y creo que aún faltan más metidas de patas, pero sino fuera por Dios mis hijos no estuvieran creciendo por su buen camino, y sin dejar por fuera "los consejos de la people."
ResponderEliminarEres un super papá!! Leer este post es como leer un día típico de nuestras vidas. Por qué no podemos felicitarnos entre nosotros padres más a menudo? empezando por nuestros propios padres. Son más las críticas/consejos que las felicitaciones. A menudo la gente pierde la perspectiva, el big picture...el día a día de un bebé sólo lo viven sus papas y nadie más. Y algo que he aprendido es que cada bebé es único y cada estilo de crianza es único. Amigo, usted sonría, escuche con paciencia pues creeme que la crítica es bien intencionada aunque no haya sido solicitada...pero al final, ustedes son los papás y son los que tomarán las desiciones más importantes en la vida de su hijo. Como dice mi hermana, con sus errores o virtudes, son nuestros nombres los que van a aparecer en la dedicatoria de la tesis de nuestros hijos. JA!
ResponderEliminar