lunes, noviembre 9

Los niños no eran así antes...


Trabajo en una escuela en la ciudad. Hay muchas cosas que disfrutar al trabajar con niños y también hay tantas cosas difíciles. Algo que disfruto muchísimo son los comentarios de los niños. Hoy en la clase de ciencias uno de mis estudiantes estaba intentado decir "el alambre es flexible" pero en vez de "alambre" dijo "el calambre es flexible". Me dio tanta risa. Aparte de las cosas tan chistosas que los niños dicen, tienen un comportamiento tan descontrolado que es muy cansado. Eso es lo más difícil. No se puede enseñar bien cuando se tiene que estar enfocando en la disciplina la mayoría del tiempo. Creo que los niños en la ciudad tienen un comportamiento un poco peor que el de los niños en zonas más rurales (pero tal vez es solo mi imaginación).

¿Sabes como la gente siempre dice "¡cuando yo era niño, no era así!"? La gente siempre recuerda que los niños se portaban bien, tenían más respeto, y prestaban más atención cuando ellos eran niños. Yo no sé si yo estoy de acuerdo. Supongo que en realidad no fui niña hace tanto tiempo pero, de todas maneras, yo recuerdo que cuando yo era niña mis amigos eran MUY tremendos. Recuerdo que teníamos una actividad para niños los viernes en la tarde dónde los niños llegaban a mi casa, jugábamos juegos, cantábamos, escuchábamos historias, y hacíamos manualidades. Yo recuerdo que cuando a mi me tocaba dirigir algo, casi me daba miedo porque los niños eran terribles. Ya ni me acuerdo como lograba captar su atención. Ellos eran niños de la ciudad en todos los sentidos.

Creo a pesar de que sí cambia la sociedad, tal vez la humanidad no cambia tanto. Somos personas capaces de mucha malicia y también de mucho bien. Yo recuerdo que como niña yo era muy inocente, o más bien ignorante, en que yo no me daba cuenta cuando los demás niños me trataban mal –pero la verdad es que a veces los niños eran muy malos los unos a los otros. Esa falta de respeto a los maestros y la maldad entre los niños es algo casi humano más que otra cosa. Pero, supongo que esa es la pregunta. ¿Cuánto del trato amable es algo que se aprende y cuanto es algo natural?

viernes, noviembre 6

El hombre caprichoso, domesticado y mal agradecido.


"El pesar y la pobreza purifican el corazón del hombre, aunque nuestras mentes débiles no ven nada de valor en el universo, salvo la comodidad y la felicidad."
Khalil Gibran

"Bienaventurados los pobres..."
Jesús

Voy a intentar desahogarme. El ser humano se ha vuelto demasiado cómodo. Nos hemos vuelto demasiado cómodos y hemos trastornado el orden de las cosas.

Con el avance de la tecnología, con el crecimiento de las urbes y sus consabidas utilidades, el ser humano se haya cada vez más cómodo en esta vida. De pronto cosas como agua, luz, telefono, cable, Internet dejaron de ser lujos y privilegios y se convirtieron en un condimento más del "pan nuestro de cada día" es decir: en parte de los asuntos vitales.

Quizás aquellas personas que se las ingeniaron para hacer más comoda la vida del ser humano, jamás se imaginaron cuan esclavos nos volveríamos de las comodidades, de pronto aquellas cosas que tenían como función principal facilitarnos la vida se han convertido en la vida misma.

Hace unos días, pase un día entero sin el servicio de agua. Era tan frustrante abrir un grifo de agua y no ver caer el precioso liquido. Estaba molesto pensando en lo injusto que es no tener agua al hacer un simple movimiento de dedos.

Yo mismo he tenido que viajar y pasar tiempo en lugares donde para conseguir agua hay que viajar distancias bastante largas y arrastrarse por caminos tortuosos. Sin embargo, estamos (estoy) tan acostumbrado a la comodidad.

No quiero ser mal interpretado. No creo que la comodidad sea mala, sin embargo creo que confundir "comodidad" con "vida" es una aberración terrible. La vida esta llena de enfermedades, de dolor, de injusticia, de muerte e incomodidades. Pero el ser humano se ha vuelto tan comodo, ha sido domesticado por la tecnología y perdido los instintos de supervivencia de tal modo que nos escandalizamos cuando vemos a alguien hacer las cosas minimas.

Hombres y mujeres quedan al borde de las lagrimas por leer que en un pueblo del interior las mujeres y los niños deben caminar 45 minutos para acceder a agua potable. Al menos tienen agua potable. Y es probable que nuestros abuelos hayan pasado por una travesía similar.

No propongo hacer del mal de muchos nuestro consuelo. Pero sí creo que es buena idea empezar a ser más agradecidos, empezar a dejar de dar las bendiciones por hechos, y ser agradecidos con esas comodidades a las que nos hemos acostumbrado, luz, agua, teléfono, celulares, blackberrys, Internet y así add infinitum.

El dolor, la pobreza, las enfermedades y la muerte también son parte de la vida. Podría estar equivocado, pero creo que nos hemos vuelto caprichosos y muy mal agradecidos.

Algo habrá que hacer, no digo dejar las comodidades que se tienen (a menos que sea necesario) pero si agradecer por las comodidades que las mismas nos brindan.



Ariel